Revista Nro.10… Periodismo de medios y de periodistas. La otra cara de la luna...



Exponer la verdad en un tiempo de ocultamientos y mentiras constituye un acto heroico, afirmó George Orwel, razonamiento el cual sospecho hizo extensivo el periodista español Juan Tortosa cuando sentenció que hacer periodismo es mostrar la otra cara de la luna, cara en donde descansa el poder que no está sujeto a comicio, el poder real e impune, el que necesita de la oscuridad para operar y mantener su traza incólume sin atavíos molestos, sin tener que dar explicaciones. Y para no tener que dar explicaciones no existe nada mejor que un periodismo que no las cuestione ni la pida porque es parte esencial de ese poder. 


La crítica al periodismo resultó ser a mí entender el disparador más interesante que en su momento presentó, tal vez desde la marginalidad, la emblemática ley de medios audiovisuales. No ya desde la insistente dicotomía expuesta entre libertad de prensa y libertad de empresa, tema que no deja lugar a dudas en el marco de un sistema marcadamente corporativo y globalizado, sino desde el punto individual y colectivo, cuestionando, indagando y demostrando desde qué lugar se para cada actor de los medios ante semejante desafío ético-profesional. Las organizaciones periodísticas privadas dominantes no son solamente eso, conforman un ítem dentro de un sistema empresarial con diversidad de intereses políticos y económicos, con decenas de lunas cuyas caras ocultas no deben ser nunca visitadas. No asumir esto como cuestión fundamental es arribar cojeando al debate. Juan Carlos Distéfano nos pone en situación a las puertas del dilema:
“Cuando la información está a la vista, y el cipayismo continúa estamos en presencia o bien de colonialismo congénito o bien de oportunismo y derrotismo antinacional. La chequera o la idiotez, de cualquier modo, son igualmente despreciables”.
¿Quién dijo que el periodismo debe ser opositor? ¿Quién dijo que debe ser oficialista? ¿Quién dijo que debe ser neutral? En qué texto constan tamañas afirmaciones. Asimilo al periodista como un sujeto cuyo pensamiento crítico resulta de incalculable valor para analizar e informar sobre la realidad, razonamiento que resulta de apuntar a un análisis integral de los fenómenos partiendo de cada particularidad sin detenerse en la que más seduzca a la subjetividad del individuo o de la corporación (parte por el todo), sino entendiendo que esa realidad está conformada por decenas de variables que es necesario desentrañar y visualizar públicamente para tratar, en lo posible, de arribar a la síntesis, si es que ésta existe...
Durante los ochenta la política informativa de los medios prostdictadura fueron fervientes soportes del período totalitario en retirada habida cuenta de que el maquillaje ocultó la esencia de una verdad irrefutable: La complicidad civil y los beneficios económicos obtenidos por dichos grupos bajo el yugo de la picana y submarino. Luego, durante los noventa, mientras la crítica se centralizaba en el maquillaje, la sustancia del programa político y económico vigente en aquel entonces no era escrutada ni visualizada.  Esto ocurría paralelamente a los beneficios que las grandes corporaciones periodísticas y sus periodistas obtenían del ejecutivo. Desde el periodismo, excepción hecha de algunos pocos, nunca se efectúo una autocrítica (autoanálisis) sobre aquellos comportamientos, tuvieron que pasar casi treinta años para que tales disfraces cayeran.
En el presente los medios y sus voceros ocultan el mundo, quien paga la orquesta elige las canciones escribió el periodista Pascual Serrano en su libro Periodismo Canalla. “El discurso contracorriente, alternativo, que quiere subvertir el modelo para combatir la injusticia, el que cree en otro mundo mejor, necesita espacio y tiempo para explicarse. Como la evolución (involución) de los nuevos formatos y soportes es hacia una información reducida y urgente, una comunicación jibarizada, este cambio no es ideológicamente neutral, favorece el pensamiento conservador y reaccionario en detrimento del que quiere otro mundo diferente”… “Hoy la censura se aplica de numerosas formas, es importante aclarar que, a diferencia de las dictaduras, el sistema no consiste en prohibir la difusión de determinadas noticias u opiniones, ni siquiera en mentir sistemáticamente. Se trata de métodos más refinados: decir la verdad a medias, omitir información de contexto que permita comprender los hechos, aplicar dobles raseros o permitir con impunidad la mentira de forma que no se pueda diferenciar de la verdad. Al final el resultado desinformativo es tan eficaz como con la censura”…
La información entonces se presenta en el marco de una góndola temática en donde cada quién le cree a cada cual si saber a ciencia cierta por qué razón debe asumir dicho compromiso, cuestión que resuelve por la sola guía de sus propios prejuicios. El periodista contemporáneo se esfuerza por ser creíble, poco le importa ser veraz; si hacemos una aplicada revisión podemos corroborar que cuando la verdad aparece la credibilidad decrece proporcionalmente, aquí la memoria juega un rol esencial;  de modo que poco importa llegar a saber realmente cómo son las cosas (ergo la información) lo que importa es reforzar un relato que imponga como premisas absolutas cuestiones convenientes desde lo sectorial. Recordemos que uno de los más veraces periodistas de nuestra historia nunca logró en vida ser masivamente creíble, inciso que le costó la vida, gracias al cerco que construyó el establishment dominante, y me refiero a Rodolfo Walsh. Dicho cerco, el poder real,  no lo construyó alrededor del gran escritor y cronista, hombre que siguió siendo libre y leal a sus ideas y principios, sino alrededor de la sociedad. Acaso por esa suerte de obediencia debida y zona de alambrado confort, el periodismo argentino se halla dentro del sexteto peor considerado a nivel mundial. Jamás olvidemos que el oligopolio mediático más importante del país envió un grupo de “periodistas” a la casa de Cristina Fernández de Kirchner, en Calafate, los cuales se esmeraron hurgando los tachos de basura en la búsqueda de los dos “pebeises” robados. La manipulación dentro de la comunicación morbosa es tan poderosa que pueden llegar a tener a millones de ojos durante horas y días delante de un televisor viendo como una excavadora draga en un desierto sabiendo que nada hay, excepto en el prejuicio de su televidente.. Es probable que una nueva verdad científica, en este caso periodística, se esté construyendo a partir de estos dislates, no debemos librar ninguna esperanza para que dicha verdad sea admitida por la efervescencia de la contemporaneidad. No vamos a disfrutar del cambio. Lo nuestro es demostrar a diario, acaso con nuevas herramientas y proyectos, con intentos sustentables y autofinanciables, que otro periodismo es posible en la cabeza de otros periodistas, y que tal cosa depende únicamente de los profesionales que comprometidos éticamente con la actividad deseen acercarse más a la información certera, probada y chequeada que a la defensa de intereses dominantes. Algunos de por aquí en eso estamos, remando en dulce de leche. La próxima generación tal vez logre desentrañar los males que el presente de la profesión propone. Haciendo la debida lectura sobre los errores, sobre los nefastos y sobre los impunes se aprende, aunque una generación completa haya tenido que pagar el alto costo de la lucha de cara a un futuro mejor. 




Felicidades a todos aquellos periodistas que dignifican la profesión, 
recorriendo sin riesgo y exhibiendo lo que sucede en la otra cara de la luna 


Nos Disparan desde el Campanario - Editorial




Comentarios

  1. Cuando los mega consorcios internacionales (multinacionales ) se apropiaron del negocio comunicacional constituyeron ejércitos de plumas venales dispuestas a cumplir con los destinos que ya estaban preconfigurados para esas espadas flamígeras , ésto es sembrar la desinformación , y como muy bien decis el máximo empeño tal vez esté puesto en ser creíbles . La cuestión de la veracidad tampoco es un requisito fundamental e imprescindible para determinados públicos cautivos del discurso dominante, ésos están pidiendo que les mientan con tal que "la noticia" refuerce plenamente el maniqueísmo de sus visiones ideológicas. Entonces la función del verdadero periodismo es titánica; debe enfrentarse a la "credibilidad" fabricada por las propias empresas del medio y "la veracidad" de lo que las mismas imponen conforme a los requerimientos y solicitudes de sus clientes noticiarios. Si pese a haber agujereado media patagonia no encontraron los conteiners con todos los pbi robados , es porque no apuntaron bien , PERO SIN DUDA ALGUNA AHI ESTAN ENTERRADOS. Si no existe ninguna prueba que acredite que a Nisman lo asesinaron , es porque las pruebas colectadas son falsas pero INDUDABLEMENTE LO ASESINO CRISTINA , porque el sujeto <¿O EL ESTABLISHMENT? la había denunciado. Esa es la maquiavélica trama que le toca desenredar y superar en estos tiempos de la fakenews a cualquier periodista que se precie de tal. BUEN Y FELIZ DIA DEL PERIODISTA.!!

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  2. No se lo pierda compañero. Hoy por la tarde está anunciado por los truchos Manantiales subsidiados de Coronel Dorrego que nuestros voceros municipales Lanata, Majul y Leuco se juntarán para hablar de periodismo. Capusotto no llegará a tiempo ocupado en ponerla luego de 80 días ..

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