Revista Nro. 11 EDUCACIÓN Y CALIDAD ALIMENTARIA por Horacio Pili


No se dice ninguna novedad, si se considera a la educación como transversal a todas las actividades del ser humano.- Y vaya si es importante en su relación con la calidad alimentaria.-
El primer principio ético es la afirmación de la vida.- Pero la realidad indica, que en la mayoría de las acciones diarias que realiza el ser humano, el vector que rige es la máxima toma de ganancias.- El concepto significa que en tanto y en cuanto la actividad sea rentable, será eficiente y el emprendedor o empresario un tipo exitoso.- Por el contrario se convertiría en un fracasado.-
Llevada esta idea a la cuestión de la calidad alimentaria la cosa muta, y su análisis se complejiza al aparecer datos que  expondremos más adelante.-
En este aspecto tiene un rol trascendental la Educación Pública Agraria.- Pero aplicando contenidos para la enseñanza de procesos productivos y de procesamiento no industriales contaminantes. El mundo hoy está infectado por el COVID-19, virus que no pareciera que vaya a desaparecer en breve. La Organización Mundial de la Salud (OMS), confirmó que el nuevo coronavirus causante de la enfermedad COVID-19 no es un producto de laboratorio sino una zoonosis vírica.- Y es aquí donde es necesario  hacer una mirada a la producción mundial de alimentos.
Hay unas muy buenas cifras estadísticas aportadas por la doctora Silvia Ribeiro*, investigadora del grupo ETC**
Hay diez principales firmas transnacionales productoras de alimentos, quienes hacen aproximadamente 50 años tomaron el control de la producción de alimentos desde una agricultura industrial. Estas empresas ocupan el 75 % de la superficie de la tierra apta para la producción de materias primas a nivel industrial.- El producto  final alcanza solo para el 30 % de la población mundial.-  Lo más grave es que del 100 % del alimento producido bajo estas formas, solo el 30% se transforma en nutriente para el ser humano. El resto se pierde en el proceso o en la trasformación de la materia prima.-
El 25 % restante de la superficie la trabajan productores domésticos, pequeñas y medianas empresas privadas, cooperativas, etc. de cuya explotación deben abastecer de comida al 70 % restante de la población mundial.-
Otro dato no menor, la OMS ha comprobado que el 75 % de los virus infecciosos provienen de animales en su mayoría criados en confinamiento.-
La agricultura industrial no se la puede considerar sino de la mano de la cría industrial en contexto de encierre. Esta se fue dando por la gran de-forestación para la ejecución del monocultivo y para grandes concentraciones de cría de animales. Concentraciones que emanan tremendas cantidades de Dióxido de carbono, que afectan directamente a nuestra atmósfera.- Este estado de encierro o hacinamiento hace que su sistema inmunológico este totalmente debilitado y sea necesario el suministro de cantidades masivas de antibióticos.- A su vez estos pasan al organismo humano por el consumo de esas carnes.- Llevado a números concretos, por cada peso que se paga de un alimento ultra procesado o industrial, se pagan dos, uno para resolver el problema de salud que ocasiona su consumo y otro para re-acomodar el medio ambiente.
Por todo el medio ambiente afectado, que hace de barrera natural a virus y bacterias, estos toman contacto con todos esos encierros y son propagadores de los mismos con una resistencia fantástica a cualquier tratamiento tradicional.- Según un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el sector ganadero genera más gases de efecto invernadero – el 18 por ciento, medidos en su equivalente en dióxido de carbono (CO2) - que el sector del transporte. También es una de las principales causas de la degradación del suelo y de los recursos hídricos.  Llevado a números concretos, por cada peso que se paga de un alimento ultra procesado o industrial, se pagan dos, uno para resolver el problema de salud que ocasiona su consumo y otro para re-acomodar el medio ambiente.
En conclusión los alimentos originados en la agricultura industrial son caros, llegan a un porcentaje menor de la población mundial, perjudican todo el entorno ambiental y a la vez son pésimos como alimento nutritivo.-
Con todo este panorama, podemos decir que el rol de la educación va a ser fundamental en esta etapa histórica que se iniciará postpandemia, preparándonos para nuevos hábitos y costumbres.-. Muy bien lo expuso Antonio Diez, El Mayolero, en su nota de política demográfica, por lo que yo no voy a entrometerme, pero si decir que la fabulosa migración del campo a la ciudad ha dejado campos inmensos totalmente deshabitados en manos de estos grupos económicos de producción industrial. Esa migración hizo que se cerraran incontables escuelas rurales, fuentes genuinas de formación en producción doméstica sana, esa que te mantenía junto a la tierra, y que hoy añoramos, y a la que debemos volver imperiosamente.-
En este aspecto tiene un rol trascendental la Educación Pública Agraria.- Pero aplicando contenidos para la enseñanza de procesos productivos y de procesamiento no industriales contaminantes.- También formar en la cultura de los alumnos que el primer fin de cualquier empresa o emprendimiento personal, debe ser la alimentación de calidad y no la tasa de retorno o ganancia. Y no es que no la debe haber, sino que no debe transformarse en el fin último y supremo del negocio, porque si no, se cae indefectiblemente en aquello que el fin justifica los medios. Por otro lado, el estado debe promover las explotaciones domésticas, huertas urbanas y comunitarias. Las hay en muchos países del mundo, pero debe ser una política de estado a nivel mundial, y desligarlas de toda tras-nacional. No pueden estar estas involucradas en el circuito productivo, ya que sus fines son totalmente opuestos a una genuina producción- alimentación. Por lo tanto los Ministerios de Educación, Agricultura y Ganadería y Medio Ambiente son pilares fundamentales de todo gobierno.-
Reitero, los alimentos originados en la agricultura industrial son caros, llegan a un porcentaje menor de la población mundial, perjudican todo el entorno ambiental  y a la vez son pésimos como alimento nutritivo.-
Bien lo dice el Prof. Enrique Dussell “se ha producido una desvirtuación de la producción alimenticia en el mundo” Y este concepto no es meramente enunciativo. Es una verdad en sí misma. El alimento es la base de la vida del ser humano, es el que viene a suplir o re-acomodar todo el proceso en-trópico de nuestro organismo por el desgaste, y es lo que nos mantiene sanos y vivos, pero en manos de las transnacionales esta como un objetivo secundario, el ultimo y primer fin es la rentabilidad. Por lo tanto es una afectación ética sobre la propia humanidad. Estamos ante la aparición de una nueva normalidad, pues bien, es el momento de iniciar toda una formación urbana para cambiar los hábitos alimenticios, pero fuera del circuito de estas empresas oligopólicas, de manera tal, que no solo mejore nuestra ingesta y salud, sino que por otro lado, comience a afectarle a su rol principal que es la rentabilidad.


*Dra. Silvia Ribeiro, investigadora nacida en Uruguay que vive en México hace más de tres décadas es la directora para América Latina del Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración (ETC), con estatus consultivo ante el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas Integrante de ETC

**GRUPO DE ACCIÓN SOBRE EROSIÓN, TECNOLOGÍAS Y CONCENTRACIÓN (GRUPO ETC)

Quiénes somos: Somos ocho personas y once miembros de la Mesa Directiva distribuidos en cinco continentes. Contamos con oficinas en Ottawa, Canadá; Carrboro (Carolina del Norte), Estados Unidos y Ciudad de México. A pesar de la distancia entre nosotros, trabajamos muy de cerca mediante correo electrónico, teléfono y viajando. Viajamos mucho.
Grupo de Acción sobre Erosión, Tecnología y Concentración 

El Grupo ETC se dedica a la conservación y promoción de la diversidad cultural y ecológica y los derechos humanos. Con este objetivo, ETC promueve el desarrollo de tecnologías socialmente responsables que sirvan a los pobres y marginados. También trabajamos en cuestiones de gobernancia internacional y monitoreo del poder corporativo.
Qué es lo que hacemos: Nos referimos a los asuntos socio-económicos y ecológicos que rodean las nuevas tecnologías y que podrían tener impactos en los más pobres y más vulnerables del mundo. Investigamos la erosión ecológica (que incluye la erosión de las culturas y los derechos humanos); el desarrollo de nuevas tecnologías (especialmente las tecnologías agrícolas pero también nuevas tecnologías que trabajan con la genómica y la materia); y monitoreamos asuntos de gobernanza internacional que incluyen la concentración corporativa y el comercio relacionados con las tecnologías. Operamos a nivel de la política global. Trabajamos de cerca con organizaciones afines de la sociedad civil y movimientos sociales, especialmente en África, Asia y América Latina.




*Horacio Pili Instructor de Formación Profesional, Sub jefe de área Centro de Formación Laboral N° 401 Tres Arroyos.


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