Revista Nro. 8... El sanchopancismo en Coronel Dorrego. Nuestros Omar y Liz Fassi Lavalle proveen de la pizza y del champagne por Gustavo Marcelo Sala

         

                       Los sanchopancistas del Coronel Dorrego neo-medieval sostienen subrepticiamente con fundamentalismo militante aderezado de pauta que nada ni nadie con heráldica y prosapia es objetable en el distrito, por supuesto no lo dicen a cara lavada, aún mantienen sus homínidos decoros, no sea cosa que el certamen por el kilo de chorizos quede vacante por falta de participantes. 
Que sus instituciones, sus poderes públicos y privados, sus dirigentes, sus periodistas, sus políticos, sus evasores, sus cuevas, sus clandestinos capitalistas y quinieleros, sus proxenetas, sus dealers, sus clínicas abortistas dolarizadas que militan en contra de la interrupción del embarazo público y gratuito, y sus vendedores de facturas son inobjetables, y que todo es etéreo y enigmático, nada ni nadie lleva nombre o apellido, y menos adjetivación, ergo crítica.

No puede ser de otra manera debido a que este orden establecido sistemático cual lógica de sótano mercedario constituye la cofradía en donde el poder real sostiene sus privilegios, en definitiva es este el que determina el perfil del Pago, de manera que los sanchopancistas de esta veinte-añal asociación ilícita no hacen otra cosa, ni cumplen otra función social, que proceder en consecuencia "blanqueando" y ofreciéndoles pretextos y justificaciones a los más ruines comportamientos de los más siniestros personajes. Esta asociación burguesa de intereses mancomunados, de espaldas al pueblo profundo y sus dolores, responde de la misma manera. 

Ahora el deber ser sanchopancesco nos vienen a aleccionar que las decisiones políticas personales que afectan a un colectivo de casi 4000 individuos que se sintieron representados no merecen ser analizadas ni criticadas. Lo observan como el progresista derecho individual de un personaje el cual electoralmente nos fue pintado como la fusión entre Evita, la Madre Teresa, Alicia Moreau y Cecilia Grierson. No se sostiene tal desmadre crítico, vocean los que opinan pauta mediante, por los sospechosos amplificadores mercantiles del establishment. Según estos la acción y el argumento están perfectamente justificados con la siguiente sentencia “yo la conozco desde chica, sé lo que le costó tomar la decisión”. Me rindo ante la conclusión sociopolítica, Maquiavelo a las risas, creo que está por escribir un nuevo ensayo sobre ciertas particularidades de Coronel Dorrego que se titulará “Retrato de la Corte Dorreguense”, una corte en donde hay de todo, como en botica, hasta incluso cierto matiz antagonista, pero que a la hora de crucificar cristos todos se aúnan y fornican en orgías en donde está en juego la protección de sus intereses de chacra. No solo poseen el monopolio del relato sino que además llaman a silencio a quienes no acuerdan con el “credo” de la prosapia dorreguense. Es que en nuestro Pago hay libertad de un solo pensamiento.

En los últimos tiempos el campo nacional y popular local ha sido bastardeado en sus esferas más altas por paracaidistas, “desprolijos”, traidores, especuladores, y cobardes, todos ellos con movilidad social burguesa, incluida dentro del establishment y va de suyo que ascendente. Gentes que se presentaban como los salvadores del pensamiento popular, pero a poco que la praxis los rascó exigiéndoles definiciones decidieron no jugar fichas a favor del pueblo sino a beneficio de su propia y procaz inexistencia, en definitiva pertenecer a la burguesía dorreguense, saludarse con los amigos, hacer negocios, jugar barajas en la nocturnidad, seguir siendo cliente y proveedor, juntarse para algún asado con matices que no amerite riesgo, en definitiva sanchopancear el Pago Chico cuenta y rinde mucho más que blandir alguna justa bandera humanista a favor de los heridos del sistema. 

Desde el año 2008, en donde dos protervos concejales, hoy dentro de la manada, estafaron al electorado y partieron la bancada del FPV con motivo de la 125, inclusos denostando e insultando a nuestra actual vicepresidenta, pasando por los tres últimos renunciamientos - ediles presentados como “las naves insignias electorales del proyecto” -, por diferentes y en algún caso vergonzantes motivos, se fueron sucediendo en el medio las agachadas más vejatorias en donde las explicaciones brillaron por su ausencia. A la par decenas de entusiastas y leales militantes fueron injuriados, calumniados y hasta agredidos por mostrase críticos con ciertos comportamientos que luego se dieron de manera inexorable. Es que hay personas que son tan previsibles que hasta uno deduce el año, el mes, el día y la hora en la cual te van a clavar el cuchillo. No es necesario aclarar que el sanchopancismo mediático siempre supo de qué lado ponerse... Como diría el antecesor paleontológico más cercano del “gordito lechoso”, del lado del más débil, y el más débil es el establishment. 

Ahora bien, para los sanchopancistas, monopolio mediático tácito, concluyente, dominante y comprometido con la lógica burguesa local, que otros objeten dichas conductas políticas no requiere el mínimo análisis, como tampoco requiere el mínimo análisis la sedimentación de eventos apañados por silencios y complicidades que permitieron que esos desdorosos sucesos no sean tratados con profundidad crítica tomándolas como decisiones nimias, casi naturales.

Lo reitero. El PJ medieval dorreguense llevó a la Sra Canavesi como nave insignia de la flota Nac & Pop. Muchos votaron a la lista por su prestigio. Fue en segundo lugar legislativo, detrás de la figura ejecutiva de Chuck Barcelona Norris, el otro insigne desaparecido de la no acción. Ambos ya no están más en el HCD local. Chuck es cadete en el Congreso con box privado y selfie alegórica por algo más que 70 mil mangos, Ana Lía, en plena época de sesiones vía Internet, plausible acreedora de una comprensible licencia coyuntural acaba de “renunciar” al organismo colegiado. Reitero el concepto político, no pidió licencia sin goce salarial a cuenta de una pronta y esperanzadora resolución del dilema sanitario, directamente se fue a casa a cocinar tortas fritas, andar en bata y lucir pantuflas. Quién la reemplaza es la esposa del Presidente del Partido, sombra que ingresó por la ventana militante de la mano de Chuck, actual titular de la Asociación de Industria y Comercio local gracias a la colaboración de la fachoburguesía pejotista, la cual le instaló un par de tanques de gas bien cargados como apoyatura política. Una changuita de 70 lucas para la patrona nunca viene mal y encima la mantiene entretenida. 
Esta es la irrespetuosa y por ende irrespetable oposición dorreguense. Marche un tango y una quebrada que sale a bailar Agatiello... Porque como alguna vez afirmó alguien por ahí... "quien depositó personas de la valía de Cortez o Canavesi, y muchos otros que fueron expulsados y ninguneados, tristemente recibió en su lugar Agatiellos, Barcelonas, Bernaules Urristis, Jalles, Legagnoas y a la última estrella del Paranso, la recientemente nombrada Directora del Anses local Micaela Hollender... 
Y así las cosas, pero claro… todo esto no es objetable ni discutible porque se sedimenta de manera natural, porque cada vez que sucedió algo, también fue inobjetable, porque son amigos, y pautan y hay familias enteras que viven de la lógica sanchopancista… Porque es amiga, y la conozco desde chica y tiene más de 70 años, por eso renuncia, y está en su derecho individual hacerlo…

El sistema de medios dorreguense tiene muchas similitudes con el sistema de medios nacional. Sus contenidos son universales, acríticos e inobjetables, son las aspiraciones dialécticas del establishment, este es el relato, que según ellos, debe recibir la sociedad. Tanto el oficial como el opositor tiene un mismo autor. Un séquito de inobjetadores vía pauta básica de subsistencia hace al resto, defendiendo lo indefendible, ocultando, silenciando y mintiendo, quebrados y camino al camposanto de sus mezquindades. En el mientras tanto Coronel Dorrego, cada día que pasa, va muriendo un poquito más, porque a buena parte de su pueblo le van matando sus aspiraciones, pero eso no les importa, el pecado en el distrito es objetar esa lógica, y sus nombres, y sus apellidos, si al fin de cuenta nos conocemos todos desde chicos, somos derechos y humanos…

*Gustavo Marcelo Sala – Escritor-Editor