Todo gobierno
necesita de un cierto nivel de aceptación de parte de sus gobernados para poder
cumplir con sus objetivos. Sea un gobierno democrático o no, si no cuenta con
ese apoyo, se debatirá en la impotencia nacida de una resistencia mayoritaria a
sus actos de gobierno.
Algunos le llaman
consenso, otros le solemos llamar "masa crítica" tomando un concepto
propio de la física nuclear, donde es imposible la reacción en cadena hasta no
alcanzar una masa crítica que permita que esa reacción se desencadene.
Obviamente que todo
gobierno, a través de sus actos tiende a acumular esa masa crítica, y aquí
entran a jugar los intereses de aquellos a quien esos actos o acciones
perjudicará en sus intereses.
La
aparición de la pandemia y su adecuado tratamiento social por parte del
Gobierno Nacional, fácilmente comprobable a través de la observación
comparativa con otros países, significó un poco común consenso social entre la
ciudadanía, que según algunas encuestas ha llegado a superar un 70% de
aceptación al Presidente Alberto Fernández.
Como al mismo
tiempo, hay que ocuparse de otros problemas preexistentes, (deuda externa,
especulación, fuga de capitales, desocupación, exclusión social etc.) al atender
a estos asuntos por parte de un gobierno con sensibilidad social, los afectados
tratan con sus armas ya conocidas de socavar ese nivel de aceptación.
Saben perfectamente
que las medidas económicas afectarán sus intereses (lo único que les importa),
ponen en marcha todos sus recursos de manipulación de la opinión pública,
usando sus medios de comunicación, medios que pacientemente fueron acumulando
por años, al "pasar de moda" los gobiernos dictatoriales de origen
militar.
Así
pergeñaron el llamado "lawfare" o sea la persecución judicial a
las figuras que consideran peligrosas para sus negocios, y campañas mediáticas
machacando día y noche sobre diversos temas que distraigan a la ciudadanía de
los objetivos principales.
Así, mediante
"fake news" o sea noticias falsas o tergiversadas, tratan de
enardecer y enajenar a los poco avisados ciudadanos minando así la formación de
esa "masa crítica" que puesta en marcha puede llegar a dar el
sustento y consenso popular necesario para emprender reformas de fondo, que
inevitablemente conducirán a que un montoncito de privilegiados deban, al decir
del recordado Pappo, "conseguirse un trabajo honesto", dejando de
lado la comodidad de comercializar granos en negro, contrabandear
exportaciones, la bicicleta financiera, la evasión y elusión impositiva y otras
actividades "non sanctas".
*Antonio Diez (El Mayolero), Periodista, Escritor, Ensayista, columnista
del programa Voces Cooperativas, autor del libro Formación y Transformación del
Sujeto Agrario, ex candidato a Intendente de Tres Arroyos por el Partido
Intransigente
Las fake news no son novedad, nacieron con la humanidad, forman parte una operatoria que tampoco termina en el Lawfare. Siempre ambas, en conjunto, fueron armas del poder real para el logro de sus objetivos, sucede que el tiempo las hizo mucho mas sofisticadas. ¿Qué fueron los tribunales del santo oficio de la inquisición? Fake News + Lawfare, o si venimos para la Patria, lo que tuvieron que soportar Castelli, Belgrano, Dorrego,Rosas, el propio San Martín, Yrigoyen, Perón
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