Por
este tema de la cuarentena, que es lo más parecido a estar preso que me ha
pasado, el aburrimiento me llevó a usar una red social por medio de la cual uno
se pone en contacto con personas con las que tiene gustos en común, las reglas
del grupo son simples: no se habla de armas, de política, ni de religión. No se
toleran conductas discriminatorias de ningún tipo y por cortesía hay que
responder los mensajes siempre. Se usa el idioma inglés por convención, no por
imperialismo cultural, sino porque es el más simple para hacerse entender.
Nosotros no consideramos la complejidad de nuestro idioma porque nacemos
hablándolo, pero es uno de los más difíciles. En este caso, los intereses en
común con quien está del otro lado son: la Arqueología, el cine, los libros,
fumar en pipa y el diexismo (radioescucha). Las conversaciones van de Thor
Heyerdahl a la posibilidad de que el hombre prehistórico haya caminado por la Antártida.
De los radio-pastores apocalípticos delirantes que dicen que el CoVid 19 es una
conspiración homosexual que se va a consumar con las vacunas, a las estaciones
que le gustan a cada uno o las cosas más raras que hemos escuchado, como la
estación cubana de números. Intercambiamos fotos de lo que estábamos leyendo,
lo que fumamos, con qué pipas acompañar la lectura, o cual menú o tentempié es
el más adecuado para esos momentos. A medida que la conversación avanza cada
vez hay más puntos de acuerdo. En el cine y la música más que nada y en la
nostalgia por la bicicleta después de días de cuarentena.
Hasta
que en un momento los dos preguntamos a la vez….ustedes nos odian, no? Por un rato nadie escribió nada, hasta que yo
contesté: No
Del
otro lado me contestan, yo tampoco, pero mi abuelo si, él la pasó muy mal.
Los
dos somos descendientes de inmigrantes, con más de 100 años en el lugar donde
vivimos. Los dos vivimos en esos pueblos chiquitos donde “nunca pasa nada”. En
un momento comenzamos a preguntarnos situaciones al estilo de ese delirio al
que le dicen…Alt History…imaginar que algún hecho histórico se hubiese
desarrollado de otra forma. Imaginate que a tu pueblo llegan tropas de la
España franquista o del Portugal de Salazar. Te quitan tu radio de onda corta,
la única conexión con el exterior, estamos en los 70´s. Revisan tu biblioteca y
se llevan “prestados” los libros que consideran peligrosos.
Vos
sabés lo que esa gente hizo en su país, que mataron, secuestraron, violaron y
aunque la charla es en inglés usa la expresión “desaparecieron” a miles de
personas. ¿Cómo te sentirías vos? ¿Qué harías? Le pido tiempo para responder.
Paso medio día “creando” toda la situación en mi cabeza. Me cuesta una noche de
insomnio. Las respuestas son las que creo que daría cualquiera que lea esta
nota. La guerra puede ser hecha por los gobiernos, pero la paz puede ser
declarada por los pueblos.
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