Revista Nro. 4… CIENCIAS Y PSEUDOCIENCIAS por Dora Mabel Eulalia


Frecuentemente cualquiera que se aleje de la corriente científica, tales como los que niegan el cambio climático, los astrólogos, los que practican medicina alternativa, los numerólogos, los creadores del diseño inteligente, etc. (la lista es muy larga), son acusados de practicar la pseudociencia. Pero, cuáles son los límites entre la ciencia y la pseudociencia.
El filósofo austríaco Karl Popper habla del “problema de la demarcación” para definir límites que deben configurar el concepto “ciencia”.  Así propuso el falsacionismo como una forma de determinar si una teoría es científica o no. En síntesis, se podría decir que si una teoría es falsable, es científica; si no lo es, entonces no es ciencia.
La ciencia es un conjunto de métodos destinados a probar hipótesis y construir teorías. Si los científicos adoptan una nueva idea y ésta se extiende a otros campos,  se somete a pruebas, se incorpora a la investigación que produce conocimiento útil, conduce a nuevos descubrimientos, influye en las hipótesis, modelos o visiones del mundo existentes y especialmente promueve nuevas líneas de investigación, entonces es muy probable que sea ciencia; caso contrario, podemos estar frente a una pseudociencia.
Determinar qué es pseudociencia no es arbitrario ni prejuicioso, sino que no hacerlo es perjudicial para la sociedad. Para poder determinar si algo que “aparece” es una pseudociencia podemos considerar los siguientes puntos:

El propósito: La ciencia trata de ayudar a desarrollar una comprensión más profunda y completa del mundo; la pseudociencia generalmente trata de promover algín tipo de ideología.

Forma de enfrentar los desafíos: La ciencia acepta los desafíos y las refutaciones; la pseudociencia toma los desafíos y refutaciones a su dogma con hostilidad.

Observar la investigación. La ciencia está respaldada por un cuerpo de conocimientos e investigaciones cada vez mayor. La pseudociencia a menudo es estática.

La falsabilidad: Si algo es falso, la ciencia puede probarlo. Los reclamos pseudocientíficos no son comprobables.

No encuentro mejor manera para finalizar este humilde texto que hacerlo con nuestro amigo Popper, el padre del racionalismo crítico, con el ingenio de la falsación. El más destacado pensador humanista del liberalismo del siglo pasado sentenció: “La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos sino el hecho de rehusarse a adquirirlos. La crítica constituye el instrumento del progreso y, por lo tanto, significa lo mismo que eliminar el error”. Cuando Popper dice de algo que “merece la crítica” hace exactamente un elogio: sólo por la crítica progresa la ciencia. A diferencia del uso vulgar del concepto, sinónimo de “destruir” o “rechazar” (o de la idea kantiana de crítica como construcción de un edificio para la razón), Popper concibe la crítica como un instrumento de selección y de mejora de las teorías, con valor provisional y con un trasfondo moral.



* Dora Mabel Eulalia, Profesora de Física y Química, Analista de Sistemas y Editora

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