Si
entendemos la Política como una herramienta de transformación de la sociedad
hacia el mejoramiento de la vida diaria de la mayoría de los habitantes, no
cabe duda que las Cooperativas son una herramienta política muy poderosa.
Desde
las primitivas cooperativas agrícolas que dignificaron y mejoraron la
vida de los viejos chacareros (que no eran viejos entonces...), hasta las de
Servicios Públicos (Eléctricas, Telefónicas, de Agua Potable y Gas) que
hicieron posible la prestación del servicio en lugares donde las Grandes
Empresas nunca irían por su baja rentabilidad.
A
lo que apunto (o quiero apuntar ahora) es que hay un amplio campo de acción
abierto al Cooperativismo en las actuales y futuras circunstancias. Es
necesario también entender que muchas cooperativas han desvirtuado sus
propósitos originales, y se han transformado en comunes sociedades manejadas
por unos pocos, sin beneficios concretos para sus asociados, cuando no en
órganos cuasi partidarios, utilizadas como soporte de otro tipo de proyecciones
políticas.
Y
creo sinceramente que se abre un campo de militancia (en lo político no
partidario) dentro de las instituciones. Los planes de crecimiento planteados
como parte del modelo y su profundización deben tener a las Cooperativas
locales como actores principales. Si la transformación de los commodities
agropecuarios debe, (y es indispensable que así sea) concretarse en sus lugares
de origen, es impensable que tal cosa suceda sin el concurso y colaboración de
la o las Cooperativas de Servicios locales.
Y
esto es un asunto que compete a todos los habitantes de esos lugares, que
"casualmente" por el hecho de tener su medidor de luz, son
copropietarios de la Cooperativa en igual medida que cualquier otro habitante
de ese lugar. Y esto no puede quedar librado a los intereses particulares de
nadie.
Y
no siempre debemos culpar a los que conducen las instituciones, sino que
debemos mirarnos entre nosotros y preguntarnos qué es lo que hemos hecho o
dejado de hacer, para que se produzca ese estado de cosas.
Debemos
entender en primer lugar que muchas de las transformaciones que planteamos y
votamos, pasan también por nuestro accionar diario, y que no debemos esperar
que las hagan los demás cuando están a nuestro alcance.
Esto no va a ser tan fácil, pero lo seguiremos conversando.
*Antonio Diez (El Mayolero), Periodista, Escritor, Ensayista, columnista
del programa Voces Cooperativas, autor del libro Formación y Transformación del
Sujeto Agrario, ex candidato a Intendente de Tres Arroyos por el Partido
Intransigente
Hola...
ResponderEliminarEs un enorme placer leer verdades y como simpre el amigo Antonio Diez (El Mayolero) nos va diciendo verdades de a poco nomas, "al tranco del matungo viejo", como dice la canción guachuesca. En fin.
Si, creo firmemente que las cooperativas podrían aser formidables herramientas para el progreso, ese fue su objetivo fundacional. La tarea es titánica,yo lo se, mis compañeros de TECNICOOP desde hace casi 30 años lo sabemos muy bien cuando aquel 1° de abril de 1992 nos pusimos esos objetivos en las espaldas.
Más que en ningún momento histórico la humanidad requiere de las cooperativas, de otro modo,los buitres vendrá y comprarán todo por 2 pesos.
En el noble cooperativismo y su Pedagogía reside el buen futuro que nos merecemos, karajo!!
Gracias
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