PANDEMIA DE PSEUDOCIENCIAS por Dora Mabel Eulalia


    



Es preocupante el demencial acopio de falsos saberes y supersticiones revestidos de autoridad científica que prosperan sin cesar en nuestra sociedad, y junto a ellos los charlatanes y embaucadores de personas vulnerables que siempre tienen como objetivo sacar rédito de las situaciones de debilidad y/o carencia que padece gran parte de la sociedad. Da la impresión de que cada día surgen otra nuevas. 
Así nos invaden la homeopatía, astrología, numerología, medicina cuántica, reiki, terapias alternativas de distinta índoles, criptozoología, poligrafía, y muchas más, la lista parece interminable. Es una paradoja que nunca deja de darse: cuanto más avanza la ciencia más prolifera la pseudociencia como un remedio falsario. Sucede que la ignorancia es muy rentable.

"Los científicos y los filósofos — escribe Mario Bunge — tienden a tratar la superstición, la pseudociencia y hasta la anticiencia como basura inofensiva o, incluso, como algo adecuado al consumo de las masas; están demasiado ocupados con sus propias investigaciones como para molestarse por tales sinsentidos. Esta actitud, sin embargo, es de lo más desafortunada. Y ello por las siguientes razones. Primero, la superstición, la pseudociencia y la anticiencia no son basura que pueda ser reciclada con el fin de transformarla en algo útil: se trata de virus intelectuales que pueden atacar a cualquiera —lego o científico— hasta el extremo de hacer enfermar toda una cultura y volverla contra la investigación científica. Segundo, el surgimiento y la difusión de la superstición, la pseudociencia y la anticiencia son fenómenos psicosociales importantes, dignos de ser investigados de forma científica y, tal vez, hasta de ser utilizados como indicadores del estado de salud de una cultura".


* Dora Mabel Eulalia, Profesora de Física y Química, Analista de Sistemas y Editora


Comentarios

  1. Me mató lo del "podrer psiquico" Jajajajajaja

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  2. Colorado del Monte25 de marzo de 2020, 3:59

    Muy bueno el artículo.
    Para festejar, voy a cometer un suicidio homeopático tomándome un licuadito de arsénico en agua en dilución 30C de Hahnemann.
    Como todos sabemos, el arsénico es tóxico y como sostiene la homeopatía, mientras más diluido... MÁS POTENTE.
    (30C era el grado de dilución favorito de Hahnemann)
    Abrazo patagónico !!!
    ...

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  3. Me da pavura cuando la ciencia se vuelve dogma y se tecnifica su práctica.

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