Este modelo genocida requiere como prólogo exterminar a las conciencias (social y nacional)








“Cuando te sientas alineado al pensamiento de las mayorías, siéntate y detente a meditar”. Con variantes semánticas la frase en cuestión es adjudicada a varios de los más ilustres hurgadores del sentido inteligente. Twain, Ibsen, Groucho, desarrollaron la ocurrente idea de variada forma y tenor, dentro de un determinado contexto racional. El cinismo, la ironía y el sarcasmo tienen su correlato en la misma medida que nos esforzamos por analizar bajo qué circunstancias y debates se prohijaron dichos postulados. Así, lanzada en solitario, tomando la parte por el todo, posee un determinismo antipopular tan llamativo como despectivo.

En oportunidades noto que muchos intelectuales abrevan de sus canteras en solitario tomando dicho paradigma como esqueleto y estructura, construyendo y elaborando de ese modo sus análisis posteriores. Es decir, se parte que la popularidad o la masividad, per se, contiene elementos contaminantes debido a su misma condición, por fuera de la solidez o la endeblez de las argumentaciones. Visto a priori se deja de lado el análisis de políticas para pasar directamente a desandar comportamientos individuales escuetos, limitados y en algún caso, ciertamente criticables. Popular y vulgar parecen entonces términos con un mismo significado para una intelectualidad que no estima prudente ni se muestra deseosa por padecer y compartir los peligros que las hordas mayoritarias y marginales de la intelligentzia pueden ocasionar a su prestigio. 

Jauretche entendía que esa intelectualidad corrompida, a cargo del "aparato de colonización pedagógica", trabajaba para impedir la formación de una conciencia nacional.  
Es decir, poco importa que quienes se integren a las filas de la "intelligentzia" sean de derecha, izquierda o centro; lo importante es que defiendan la subsistencia de la vieja estructura cultura e impidan que ocupen el escenario los desconocidos que pueden expresar el país real.





Aquí un ejemplo, un tal José Natanson…



Los representantes del pensamiento liberar hallan este razonamiento como necesario, casi natural, fundante de sus creencias más firmes. El dilema se nos presenta sobre aquellos que se consideran pertenecer al espacio de las izquierdas (socialdemócratas, socialistas o mal llamados progresistas.) Aquí la contradicción se profundiza notablemente debido a que ese preconcepto determinante labora como obstructor de la misma idea a la cual se afirma adherir dogmáticamente. Una conceptualización equitativa de la sociedad, colectivista y comunitaria, contiene una intención popular que choca de frente con la idea sobre el prurito que nuestro disparador ostenta explícitamente. En este sentido la acción desplegada por estos intelectuales en pos de minar las acciones de las fuerzas del campo popular se transforma en una reacción ante un panorama que los mismos no conciben como virtuoso. De este modo y como sofisma se concibe a la corrupción como un evento político implícito dentro del populismo y no como un mal endémico de una sociedad que ha vivido desinteresada por el estricto cumplimiento de la ley durante más de dos centurias, sin distingos de clases sociales, ideologías, etnias o credos.
Surge entonces que lo analizable, esto es la marcada intencionalidad de construir niveles de inclusión perdurables y firmes en lo temporal a través de una mayor participación estatal, no es políticamente visible por el intelectual de la progresía, cuyo basamento ideológico fundamental curiosamente es la idea de una fuerte participación estatal para el logro de ese mismo fin que hoy, desde las páginas más ilustres, suelen menospreciar. Entonces me permito observar que el intelectual de derechas, sectario y elitista, no es un reaccionario como torpemente se lo califica sin elaboración previa. Es un hombre que, definida una ideología, piensa, dice y procede en consecuencia. No reacciona contra nada, acciona según su real saber y entender. Quien reacciona contra su propia ideología es el intelectual de izquierdas, absorto veedor de las impurezas populares, resultantes mediatos de aquellos postulados construidos, axiomas que decide abandonar por simple desconfianza que a fuerza del mencionado preconcepto detenta sobre las masas. Reacciona contra el riesgo que el propio colectivismo tiene: su humana y pública imperfección.
Desde ese punto de vista entonces ¿Cómo desarrollar un proyecto colectivista sin el pulmón popular, sin las contradicciones que tiene la multiplicidad, sin las impurezas sociales? El intelectual de izquierdas prefiere entonces huir hacia delante sustituyendo el debate dentro del campo de las ideas por los modos y las formas que, a su entender, la “barbarie” propone como necesario mecanismo para ejercer el poder.


Documento imperdible por su hipocresía y perversión presentado por la Coalición Cívica antes de los comicios del 2009 a la Embajada de los EE.UU



Hoy la fuerza más importante de capitalismo es la ilegalidad, se reproduce en base a ella, el capitalista está por encima de la ley, encima de la misma constitución. Soy pesimista, lo admito. Coincido con Horacio González, el pesimismo es una buena forma de medir fuerzas, no sólo las del antagonista sino las propias. El optimismo es la voluntad, el pesimismo la razón.


Yo veo al futuro repetir el pasado... pero no es casual, hay un empeño social y fervoroso para repetirlo, y aunque parezca tragicómico, acaso paradójico, nos ayudan a pensar Duran Barba (hombre elogiado pornográficamente por nuestro intendente Contador Raúl Reyes) y su admitido y confeso monitor, un tal Joseph Goebbels...



Evidentemente estamos ante un discurso único, ante una receta mediática global de oficialista tenor que mira a la sociedad desde un punto de vista determinado. Y a primera instancia está muy bien que dicha percepción sea emitida y defendida con sumo entusiasmo; justamente la posibilidad de hacerlo es el corazón que hace latir a la democrática. Lo que realmente llama la atención es que esa misma conducta con disímil percepción de la sociedad es vista por estos como un sacrilegio Goebbeliano. Como si la oposición y sus adherentes tuvieran un NO Derecho para defender sus posicionamientos políticos e informar a la población de sus visiones ideológicas y a la vez explicar el porqué de sus definiciones. Ante las cruzadas acusaciones uno trata de entender que no es la verdad la que está en juego sino la propiedad del relato de modo tal inclinar la balanza según sus propias percepciones, dándole certeza a la máxima de Nietzsche: quién tiene el poder real impondrá sus pensamientos y modos más allá de la verdad misma. No estoy discutiendo sobre la interpretación que cada uno hace de la realidad sino de la tendencia que tiene la mayoría del marco analítico en suponer que todo aquel ajeno a sus ideas se encuentra cooptado y por ende es un ruin y menesteroso mercenario.

Allá por junio del año 2011 afirmábamos “Sabemos positivamente que de ser derrotado el kirchnerismo en los próximos comicios desaparecerán todas las voces que adhirieron a sus principios. Y esto será muy bien recibido por los republicanistas de la libre expresión pero que detestan la diversidad, aborrecen ser criticados y menos aún escrutados”.

Mi tesis se basaba en un sencillo razonamiento: Si ya en aquel momento y en condiciones de plena libertad, esas voces eran silenciadas en los medios hegemónicos privados, no era dificultoso imaginar que ante un cambio de gobierno, directamente no tendrán oportunidad de expresión. Toda la oposición se hallaría alineada con el multimedio dominante, en consecuencia un importante porcentaje de la población, que adhiere al proyecto Nacional y Popular, no vería representada su opinión, debido a que el Estado actuará en sintonía con el monopolio. Algo similar ocurrió a partir de 1955.
Los Libertadores, los Republicanistas cercenaron las libertades individuales y colectivas instaurando la tristemente célebre proscripción que dejó sin palabras, sin protagonismo social, sin símbolos, a las mayorías que consideraban o percibían otra visión de la sociedad. Lo dicho...

Por eso les es necesario como línea argumentativa forzar la idea que “nada de lo que se dice que se ha realizado durante el gobierno anterior, se ha realizado, que nada de lo que se ve que se realizó es cierto, o en su defecto fue pretexto de robo y por cierto, que todo aquello de lo cual se sospecha, es verdad”.

Mientras esto sucede, y excepto por un sistemático saqueo de derechos,  operatoria tan vieja como la injusticia, los notables de nuestra sociedad establecen una suerte de ordenamiento inteligente llamado “Cambio” desde donde no se ha desprendido novedad alguna, cosa insistentemente reclamada por estos cuando sus tiempos opositores al anterior oficialismo. De todas formas se me ocurre que exigirle cierta eficiencia ejecutiva a esta caterva constituye un oxímoron, debido a que la marcada necedad e ignorancia expuesta resulta factor limitante para que tal demanda se vea complacida. Entonces... desde el campo de las ideas se peca más por estúpido que por deshonesto. Como manifestó una de sus destacas lumbreras cuando falleció Néstor Kirchner “desde que se murió este hombre vivo más tranquila
 “... “A Magneto habrá que hacerle un monumento porque es el último bastión democrático que nos queda”...
Durante el gobierno anterior se decía que si la inflación llegaba al 25% el país explotaba, y seguramente si hubiera llegado a ese porcentaje hubiera sucedido. En este gobierno llegó el 46%, continúa en altos niveles y nada ocurrió. Magnetto, para esta administración, merece más que un monumento. Acaso como afirma nuestro amigo Frank Underwood la democracia está sobrevalorada por decisión y para placer de los que manejan sus resortes cardinales...



Bases de la propaganda de Goebbels, dicho de otro modo el Manual de Durán Barba

Es momento de recordar estos once puntos, solo hay que mirar con detenimiento el manejo operativo mediático del oficialismo y la asociación será automática:


Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.


Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.


Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. (Pesada herencia, Nuestro máximo error fue no haberle explicado con claridad al pueblo el país que recibimos)


Principio de la exageración y desfiguración.  Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.


Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”. (El mico duranbarbeano- El Arte de Ganar)


Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. (zedobadontodo)

Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.


Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.


Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.


Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.


Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.


Ya lo afirmó en su momento el Doctor Zaffaroni:

“Justo es señalar que pocas veces esta hegemonización para la arbitrariedad enriquecedora, propia y de grupo, se ha visto tan clara como en el actual momento de nuestra pobre Nación. Tienen todo el poder: los medios monopólicos creando realidades ilusorias, repartiendo inmundicias, los votos del Congreso mediante la extorsión a los gobernadores, los carpetazos amenazantes contra cualquiera, los jueces propios dispuestos a cualquier antojo, los jueces impropios amenazados; tienen todo menos un programa económico sustentable, porque su ciega voracidad los ha llevado a destripar a la gallina de los huevos de oro. Sólo por eso el diluvio llegará y también pasará. Ya no tenemos Estado de derecho, sino la voluntad arbitraria del grupo de chief executive officers y sus empleados y amanuenses que se hicieron del poder engañando con globitos y repartiendo estiércol”…






Comentarios

  1. se concibe a la corrupción como un evento político implícito dentro del populismo y no como un mal endémico de una sociedad. No solo eso sino que se transponen las categorias como la tabla de posiciones de un campeonato dando como resultado una sociedad que nunca juzgo' , denuncio',indigno' por bombardeo de civiles, fusilamientos, torturas, desaparicion , asesinatos, etc coloca como blanco a desterrar Numero uno como prioridad moral el esclarecimiento ,juzgamiento y castigo de casos de coimas, cometas o adjudicacion no transparente de obras publicas. El hijo del carpintero diria , el que este libre de culpa que tire la primera piedra. Pero la sociedad se caracteriza tambien despegarse de las culpas impregnadose con un halo inmaculado(yo no sabia nada).De esta corrupcion que tiene mas de 100 años quien es puro ? nadie Tambien les impregnaron "alguna vez hay que empezar" por supuesto no es asi.Lo que concluye en la afirmacion de Nieztche "el que tiene el poder..."La democracia no esta sobrevalorada sino que ha sido reemplazada por esta torre de Babel .Cualquiera que este girando en este vortice inodoreano, flotanto entre teresos no es un intelectual de izquierda aunque se lo considere como tal , aunque se vea asi por si mismo , o por sus seguidores. Habra que empezar de nuevo desde los escombros

    ResponderEliminar

Publicar un comentario