Son tan mediocres que copian y pegan sin saber. Grises como la arena del desierto tienen que volver a enriquecer a los ricos a costa de toda la población (Profesor Horacio Rovelli - La Tecl@ Eñe)





La fortaleza del gobierno de Macri es la debilidad del campo nacional y popular


Por Horacio Rovelli, Economista especializado en temas fiscales y monetarios. Profesor de Política Económica en la Universidad de Buenos Aires, para La Tecl@ Eñe


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La puesta en escena de los tres funcionarios principales en el área económica encabezados por el inefable Jefe de Gabinete de Macri, Marcos Peña, sosteniendo que iban a recalibrar los objetivos para hacerlos factibles y por ende moderar la política monetaria evitando subas de tasas muy por encima del crecimiento promedio de los precios y de la depreciación de nuestra moneda, demuestra que después de dos años basándose en el “carry trade” (bicicleta financiera que hace que las tasas en pesos sean mayores que la depreciación del dinero argentino) para que ingresen divisas, se dan cuenta que como iban rumbo a una corrida cambiara, por la simple razón que el capital financiero está dispuesto a cambiar divisas por pesos por las siderales tasas de interés que pagan los LEBAC (Letras del BCRA), pero que tiene un límite que es cuando se percibe que lo que faltan son lo dólares por el creciente déficit comercial y de cuenta corriente de la balanza de pagos, y que el total de LEBAC supera ampliamente el total de las Reservas Internacionales que posee la autoridad monetaria, necesitan restablecer los porcentajes de las diferentes tasas y recomponer el frente externo, lo que sí es cierto, que no saben cómo, más allá del endeudamiento y la intención de corregir el valor del dólar.

En efecto, según números preliminares del INDEC, las exportaciones de mercancías contabilizaron en el año 2017 (eso no significa que hayan ingresado las divisas al país porque el gobierno de Macri les permite a los exportadores no liquidar la operación hasta 10 –diez años de plazo) fueron por U$s 58.945 millones, mientras que las importaciones declaradas lo hicieron por U$s 67.500 millones, por ende el déficit comercial fue de U$s 8.555 millones, el mayor de la historia Argentina, que sumado al déficit de los servicios reales (turismo, comunicaciones, fletes, seguros, regalías, patentes y royalties, etc.) y financieros (intereses de la deuda y giro de utilidades de las casas extranjeras a sus casas matrices) hacen que en conjunto el déficit de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos ascienda a U$s 28.382 millones(también record de record), y las perspectivas son peores para este año 2018, con solo que se sepa el pago de turismo al exterior de este verano basta para cerciorarse que se tiene un retraso cambiario de proporciones y si algo está muy bajo, en algún momento sube, solo falta que grandes capitales apuesten al dólar.

Sumado a ello, el total de LEBAC colocados por el BCRA  al 10 de enero de 2018 asciende a $ 1.160.019 millones, que al tipo de cambio oficial de $ 19, significa en dólares el equivalente a U$s 61.053 millones, cuando el total de las reservas internacionales del BCRA declarada a esa fecha fue de U$s 55.022 millones.  Esta bomba de tiempo obliga al gobierno, por presión de los bancos y de los capitales especulativos,  a mantener alta la tasa de LEBAC, dado que si la misma se reduce se traduce inmediatamente en una suba del valor del dólar (el clásico del año va a ser cuando pagan las LEBAC –o los títulos públicos que la reemplacen- y cuanto va a subir el precio del dólar).

Esto es, no importa que el gobierno diga que las altas tasas son para frenar la inflación (concepción monetarista si las hay) o que el problema es el déficit fiscal (lo que no dicen que dicho déficit lo financian con deuda en divisas), cuando vemos en la realidad que la inflación en dos años de gestión de Macri, medido por el IPC del INDEC de Jorge Todesca, supera el 70%.   Que en diciembre 2017 fue del 3,1%  y en el año  2017 acumuló un  24,8% superando ampliamente la meta fijada por el gobierno

El gobierno de Mauricio Macri financió todo este descalabro irresponsablemente con fuerte endeudamiento externo, mientras que por su propia política baja la recaudación tributaria (por ejemplo eliminado las retenciones o disminuyendo la tasa del impuesto a las ganancias y de bienes personales) y por el mayor pago de los servicios de deuda (porque la misma se incrementa año tras año) se expande el déficit fiscal. Paralelamente se crean mecanismos para permitir la conversión de divisas en pesos y luego su retorno a la moneda de origen que parte y retroalimenta a su vez el atraso cambiario, con lo que es la cuenta de capital (basada en ingreso de capitales especulativos) de la Balanza de Pagos la que determina el tipo de cambio, lo que a su vez es causa de un creciente déficit comercial (Por el aumento de la oferta de divisas presente por endeudamiento que retrasa el valor del dólar).

Semejante dislate impacta negativamente sobre el trabajo y la producción local, a la vez que descienden todos los componentes de la demanda agregada (Consumo, Inversión, Gasto Público y Exportaciones) y se distribuye cada vez en forma más regresiva el ingreso (beneficiando principalmente al capital especulativo y a las grandes empresas formadoras de precios, por ejemplo las energéticas), con mayores niveles de pobreza y de exclusión (suben los precios por encima de los aumentos salariales, se incrementa la desocupación, se reduce el ajuste de los haberes  previsionales. etc.)

El gobierno de Cambiemos propicia el ingreso de capitales especulativos atraídos por tasas de interés que tiende a ser mayor que el crecimiento promedio de los precios (promedio, pero no el de las tarifas y de los combustibles que suben mucho más)  y de  la evolución cambiaria, a su vez que se encarece el crédito a las empresas y a las personas, siendo confiscatorio de su capital, generando una brutal transferencia de la producción y del consumo a favor del sector financiero, lo que explica las pingues ganancias de los bancos. Gran parte de la burguesía local en lugar de invertir para producir solicita (o hace figurar que obtiene) préstamos en el exterior (en divisas) a bajas tasas y compran títulos públicos o acciones en pesos, ganando la diferencia y luego, cuando el mecanismos no da para más, retoman la compra de moneda extranjera retirando la renta. Renta que se abona con más endeudamiento externo y cuando no se pueda ni pagar  los intereses de la deuda (default), se cederán los más preciados activos públicos, como fue en los 90 las privatizaciones de YPF, FFCC, SEGBA, Gas del Estado, Somisa, rutas, puertos y hasta el sistema previsional,  y ahora se sumarán tierras fiscales, agua, las acciones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSeS, etc.
La combinación del creciente déficit fiscal y comercial producen el estrangulamiento del sector externo y el derrape cambiario, pero el discurso del gobierno, que los especuladores dicen creer (porque los beneficia) sostiene que esto va a ser así hasta un punto en que los empresarios invierten (nunca dicen porque razón) y se revierte el cuadro y ponen como ejemplo Corea del Sur y Australia, quienes es cierto que se financiaron externamente, pero no dicen que eso fue así por determinadas razones geo estratégicas e históricas, y que  además ellos el grueso del capital que entraba lo invirtieron en producción y en generación de trabajo, en cambio en la Argentina  se lo emplea en el carry trade.

Todos, incluso grandes empresas productoras como Techint o Arcor, así como los comercializadores de granos, que los beneficiaría un tipo de cambio más alto, compran LEBAC y participan de la “fiesta financiera”, pero saben que no tiene futuro y que en algún momento ese presente griego implica dejar la timba y pasarse a moneda dura.  Ese cuando depende de que Macri no pueda seguir engañando a la población,  como lo demostró el mercado cambiario local ante la confrontación en la calle de la reforma previsional. El gobierno no tiene ningún plan, murió desde el primer día cuando esa lluvia de inversiones fue una tenue garua y no va a pasar más de eso, de allí en más fue deteriorando cada vez más las variables macro económicas y todos saben el final.



COPY PASTE


Son tan mediocres que copian y pegan sin saber, en el proyecto de reforma tributaria, que hicieron aprobar en diciembre pasado y en tiempo record en el Congreso de la Nación, además de ser reaccionario y regresivo (le disminuyó la alícuota del impuesto a las ganancias del 35 al 25% a las empresas y fijó un  creciente mínimo no imponible de cargas sociales, bajando significativamente los costos laborales para las empresas y desfinanciando el sistema de seguridad social), hay artículos enteros que  extrajeron de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) incluso con el vocablo que usan ellos, pero no nosotros.

Igual  volvieron a pegar y copiar en el Decreto N° 2/2018 por los que el Gobierno dispuso en la primera semana del año la ampliación de un permiso para emitir 15 mil millones de dólares de bonos con jurisdicción en EE.UU. e Inglaterra. Deuda que producirá una mayor oferta de divisas en el mercado local y con ello otra vuelta de tuerca de la puja entre el valor del dólar (presionado a la baja) y la tasa de interés. 


Pero el máximo fue el mega decreto que firmaron Macri y sus ministros con el objetivo de “desburocratizar el Estado” habilita –entre muchas otras cosas– al Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) de la Anses a operar en el mercado financiero; faculta a la Unidad de Investigación Financiera (UIF) a saltearse la competencia judicial de los fiscales; reduce las multas de infracciones laborales a las empresas; y facilita los embargos comerciales de la cuenta sueldos de los trabajadores”, pero los fundamentos y la forma la copiaron del Decreto 2284/91 del 31 de octubre de 1991 con el que Menem y Domingo Cavallo desregularon el comercio interior y exterior.

Grises como la arena del desierto tienen que volver a enriquecer a los ricos a costa de toda la población, por ende la única forma de satisfacer el insaciable apetito de riqueza y acumulación de los beneficiados de siempre, es a costa de expoliar al pueblo argentino, de allí la necesidad de la ley de reforma laboral para cercenar derechos adquiridos por los trabajadores. Lo que si deberían saber es que habrá un sector importante de “formateados” por los grandes medios acepten la lógica del capital, pero el que se quedó sin trabajo, el que el sueldo no le alcanza, el que ve que su hijo no tiene futuro, o que su padre jubilado la pasa muy mal,  el que percibe que paga más cara la luz y los cortes de la misma son reiterados, en algún momento se encontrará con la realidad  y allí no hay pos verdad que valga.

Falta quien o quienes organicen a la población y se pongan a la cabeza de los reclamos,  pero sabemos que la “historia no nos presenta problemas sin presentarnos a la vez la soluciones” y también sabemos “que el nivel de organización depende del nivel de consciencia”, fue la crisis del 2001 que dio lugar al Kirchnerismo y con ello 12 años de crecimiento y mejora en la distribución del ingreso, un enemigo menor (por formación e inteligencia) pero amparado por los grandes medios y el gran capital permitió que llegaran a las máximas administraciones del país, pero como De la Rúa (del cual tiene varios funcionarios) no tienen plan ni proyecto para todos y eso tarde o temprano se torna visible y concreto y allí no hay pos verdad que valga.



Comentarios

  1. Que capo que es Rovelli; lo escucho todos los domingos a la mañana en Radio Rebelde.

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    1. Nadie escribe mejor sobre economía política y políticas económicas. Sobran técnicos, falta lo que le sobre a Rovelli, la capacidad para interpretar políticamente a la ciencia. Lo veo más como un epistemólogo de la economía. Abrazo Daniel

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    2. Daniel, ¡qué alegría encontrarte después de tanto tiempo! Un abrazote, Esther

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    3. Gracias Esther. Te mando un abrazo también.

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