Democracia de baja intensidad



Acaso sea la mejor explicación sobre lo que Cristina expresó hace unos días. El actual proyecto político está cimentado sobre las bases de una democracia de baja intensidad. El análisis le pertenece al Dr. Raúl Alfonsín, y lo desarrolló el 1 de diciembre de 1985 durante la Convocatoria para la convergencia democrática.

La concepción del orden como imposición 
y del conflicto como desorden.

"En una sociedad culturalmente desarticulada, que no reconoce la existencia de espacios normativos comunes entre sus grupos componentes, el orden sólo resulta concebible como producto de una acción coercitiva - y por lo tanto básicamente represiva - del grupo dominante. A la luz de esta concepción, las situaciones de conflicto son vistas como una quiebra antinatural del orden, como algo que debe ser suprimido. De más está decir que todas estas propensiones y actitudes componen cabalmente el cuadro de una mentalidad colectiva poco receptiva para la democracia. De ahí también que la precedente debilidad de la democracia en la Argentina, y la precariedad y la fugacidad de los esfuerzos desplegados hasta ahora por consolidarla, radicaron menos en sus instituciones que en nuestro modo subjetivo de asumirlas. Puede decirse que todos los intentos de revivir la democracia habidos hasta ahora en el último medio siglo han fracasado, en gran medida, porque se encaraba la tarea simplemente como un modo de manipular situaciones objetivas, desatendiendo la mentalidad, la interioridad cultural de la gente. Se daba por sentado que las expectativas naturales de todos o la inmensa mayoría de los argentinos eran democráticas y que si resultaban frustradas por el devenir histórico concreto del país, era porque factores invariablemente exteriores a la mentalidad popular imponían por la fuerza soluciones antidemocráticas. Luchar por la democracia era siempre luchar contra otros. El enemigo estaba afuera y nunca dentro de nosotros. En diciembre de 1983 se inicia por primera vez un esfuerzo de democratización basado en la conciencia de que la clave de los pasados regímenes autoritarios residía menos en la fuerza intrínseca de los mismos que en las posibilidades que tenían de asentarse sobre una cultura política disponible para aceptarlos.

Para nosotros, defender y consolidar la democracia significa luchar no sólo contra fuerzas antidemocráticas objetivas, sino también contra las deformaciones culturales generadoras de aquella difundida disponibilidad subjetiva que les ha servido siempre de base de sustentación. En esta labor de democratización subjetiva, desempeñan un papel de enorme importancia los educadores, los periodistas, los dirigentes de las organizaciones sociales representativas y los responsables de todos los medios de comunicación masivos".

N de la R: Desde luego que somos nosotros, los ciudadanos, los responsables de tabular y darle dimensión participativa al concepto intensidad. 

Comentarios

  1. Claridad de conceptos, diagnostico adelantado en el tiempo ,tristemente aun vigente.La sociedad se comporta como en The GHOST IN THE MACHINE de Arthur Koestler.Las capas primitivas del cerebro son ese fantasma y pueden , dominar la actividad de la lógica racional. Esto explica el odio de una persona, la ira y en otros la angustia emocional

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