En plena conferencia
de prensa, allá por 1972, Perón brindó un detalle sobre las fuerzas políticas
que trataban de contar con el favor del pueblo. Habló de todos, habló de los
radicales, de las fuerzas conservadoras y liberales, de los socialistas en
todas sus vertientes dogmáticas y hasta incluyó las agrupaciones menores. Aún
así no mencionó al peronismo. Ante el cuestionamiento de un periodista por dicha
omisión el General simplemente respondió “No vea, peronistas somos todos”.
El aserto del viejo
caudillo nunca se vio tan claramente como en el presente. Casi todas las
fuerzas políticas encuentran a sus líderes coqueteando con algunas de las
líneas que se autodefinen como embanderadas con los paradigmas peronistas,
hasta los más acérrimos denostadores del movimiento hoy lo ven como el puente
necesario para acceder a la toma de decisiones. Evidentemente se han rendido ante
la inescrutable vocación de poder que tienen el relato y la praxis del
justicialismo, tanto en la individualidad de sus referentes como en su colectivo
militante.
Da la sensación que
nuestra mass media política apunta a un sistema de partido único en donde la
puja interna radica en quién es el que mejor interpreta el histórico mensaje y
es allí en donde encontramos las diferencias ideológicas. Cada cual toma aquel capítulo
del peronismo que más se acerca a sus definiciones subjetivas.
¿Se equivoca Macri
al definirse como peronista? Lamentablemente no, a pesar de la ridiculización,
las bromas y los enojos. ¿Pero eso es responsabilidad de Macri o de la propia
laxitud ideológica que tiene el movimiento, pragmatismo de lo cual se ufana?. Los
diez años de Menemismo lo avalan. Macri, durante esa década, fue militante de
ese gobierno, levantó sus banderas neoliberales
como la gran mayoría de los peronistas, de manera que lo primero que debemos
hacer es no engañarnos con falacias. La historia generalmente nos devuelve con
certezas las pequeñas trampas que queremos hacer en el presente.
Sigo pensando que
los antagonismos políticos entre las personas, las sanas divergencias, no están
en los rótulos sino en el campo de las ideas. Claro, para que esas diferencias se
observen será necesario que las ideas estén por encima de los rótulos, cuestión
que en el presente solo veo con claridad dentro del kirchnerismo, acaso sea esta
la razón por la cual el oficialismo pueda ser considerado como algo no pensado
dentro del movimiento, como un ente extraño y extranjero, como algo que se coló
casualmente dentro de una estructura política que bajo ningún concepto tiene
como paradigma poner en tela de juicio al establishment dominante. Como nos suele recordar nuestro amigo El Mayolero, algo similar le ocurrió a Raúl Alfonsín dentro de la Unión Cívica Radical.
Te salió el gorila de adentro
ResponderEliminarRegorila. Se ve que me lee seguido
EliminarNo se olvide Gustavo que en 1929/1930 eramos todos "la chusma radical"... Hay un tema que permanentemente se escamotea hábilmente, y es la existencia de un pensamiento nacional, popular, revolucionario y lationoamericanista, que para no arrancar demasiado lejos, viene desde Leandro N. Alem, y ha tenido distintas expresiones a traves de movimientos, mas que partidos, como la Union Civica Radical, o el Peronismo. Ambos expresiones circunstanciales de algo que sobrevuela el simple partidismo, pero suficientemente amplios y abarcativos en cuanto de movimientos se trata. Por ello mismo (su amplitud) ambos, puestos en función de Gobierno empiezan a mostrar contradicciones propias de lo heterogéneo de los intereses propios de sus grupos componentes. Así Alvear no era lo mismo que Yrigoyen, o Roberto M. Ortiz (por nombrar a tres presidentes Radicales) o Alfonsin y De la Rúa. El mismo Peron en sus distintos tiempos presidenciales, o Menem y Kirchner o Fernandez.
ResponderEliminarEn el fondo los que se soslaya con estas discusiones "vicentinas" (como decía uno de mi pueblo que la iba de ilustrado) es la cuestión de fondo, que siempre es la misma. Liberacion o Dependencia.
Ciertamente Antonio. Por eso reafirmo que en nuestros 205 años de vida los paradigmas de la liberación, traducida en poder, siempre fueron islotes aislados que la mass media, una vez acomodada, se encargó de combatir para volver a responder al poder real.
EliminarCómo encaja Menem en esta historia del peronismo nacional y popular?
ResponderEliminarLa respuesta la tenés en texto
Eliminar"¿Se equivoca Macri al definirse como peronista? Lamentablemente no, a pesar de la ridiculización, las bromas y los enojos. ¿Pero eso es responsabilidad de Macri o de la propia laxitud ideológica que tiene el movimiento, pragmatismo de lo cual se ufana?. Los diez años de Menemismo lo avalan. Macri, durante esa década, fue militante de ese gobierno, levantó sus banderas neoliberales como la gran mayoría de los peronistas, de manera que lo primero que debemos hacer es no engañarnos con falacias. La historia generalmente nos devuelve con certezas las pequeñas trampas que queremos hacer en el presente".
Vale decir, no siempre el peronismo fue nacional y popular. Cosa que a los peronistas no les gusta admitir, sobre todo cuando se habla de hacerle el juego a la derecha. Varias veces los peronistas y los radicales jugaron para ese equipo.
Mirá cuando unos que yo sé empiecen a ver a Macri negro y de ojos marrones...
ResponderEliminarA algunos cualquier bus los deja bien en las puertas del ridículo.
Allí los tenés a Niembro, Toma, Santilli, Ritondo, Reutemann, Juez,
EliminarEl problema histórico de ser un movimiento y no un partido es que una gran parte del electorado no se siente representado al poco tiempo de las elecciones
ResponderEliminarCuando uno va a un Restaurant y pide algo como digamos una parrillada , uno sabe que los contenidos pueden variar de una parrilla a otra por ejemplo con o sin tripa gorda o riñoncitos pero en general sabe que va a encontrar asado de tira ,chorizo, morcilla. El Peronismo sale a veces con cualquier cosa la parrillada Justicialista puede ser vegetariana o de pescado.
Si bien la participación democrática interna y el disenso le brindan competencia ,nuevas ideas y flexibilidad a los cambios de las épocas ,cuando algo sale mal o cuando los políticos del partido traicionan hasta los mas básicos principios el movimiento se auto protege bajo el argumento “esos no son Peronistas”
Pueden elegir ustedes la figura del Peronismo que menos los represente pero la frase la he escuchado acerca de figuras como Isabel,Lopez Rega,Campora,Macri,Menem,Saadi, etc etc
Por otra parte sin dentro del Peronismo todo fuera del Peronismo nada la oposición son meros payasos asfixiados sin espacio ideológico para crecer y la sociedad se pierde del juego del debate de ideas .
PACO MIRO
Un amigo me deja este comentario a este post que compartí en facebook: como me parece interesante copio y pego.Alejandro Schiantarelli Tomando la línea de Marcos Aguinis en su nota de La Nación de hoy (25/2) titulada "Una oportunidad para frenar al populismo" donde en uno de sus párrafos dice: "El populismo es oportunista y puede cambiar la piel de su ideología cuantas veces le convenga. Sólo le interesa el poder." Diría sobre ello que la intelectualidad liberal-conservadora ante esta declaración de Macri rechazaría la estrategia del PRO de vincularse al peronismo, pues según Aguinis, le cabría a Macri estar cambiando la piel de su ideología.
ResponderEliminarAguinis en su mismo escrito dice del peronismo: "Otro golpe de Estado, el 4 de junio de 1943 ..., abrió las compuertas de otra opción: el populismo. Por ella votó la sociedad argentina el 24 de febrero de 1946. Se nutría con las consignas de justicia, revolución, nacionalismo y disciplina que Perón aprendió de Mussolini durante su permanencia en Italia. Junto a ellas se impuso el culto a la personalidad, el nepotismo, la corrupción, la lealtad por sobre el mérito y el debilitamiento de los límites que exige una república auténtica."
Para finalizar, el líder y creador del partido Propuesta Republicana de tendencia liberal-conservadora y que supuestamente arrastra a un caudal electoral antipopulista (como les gusta llamar a ellos a este tipo de fuerzas), está vistiéndose con ropaje de cuño populista como el justicialismo y sus banderas.
Sería bueno desafiarlo a Macri a que desestime al peronismo de ser un populismo, adjetivo despreciativo de lo popular o marcarle a su electorado esa contradicción ideológica, y además hacerle recordar que el peronismo es anhelado por la oposición como fuerza traccionadora, fuerza que permitió al único radical en la historia pudiera cumplir un mandato democrático (Cobos).
En Quilmes estamos salvados. Cristina U va de concejal por el Massismo
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