CIFRAS OBJETIVAS DE LA POBREZA por Julián Blejmar para Miradas al Sur


Cristina con la inolvidable Mónica Carranza

La evolución de la tasa de pobreza muestra una fuerte y sistemática tendencia decreciente en los últimos diez años. De manera que pasó de afectar al 49,7% de las personas en 2003 al 27,2% en 2007, y en 2013 descendió nuevamente al 17,8% de la población. Lo propio cabe para el análisis de las tasas de indigencia. La proporción de personas cuyos ingresos no alcanzaron para adquirir la Canasta Alimentaria Básica era del 22,8% en 2003, pasó a ser del 8,4% en 2007, y del 4,2% de la población en 2013.”. A estas conclusiones llegaron Mariano Barrera y Pablo Manzanelli, investigadores del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), dirigido por el prestigioso economista Eduardo Basualdo, y cuyo último informe se puede ver en http://www.centrocifra.org.ar/ docs/IC%20Nro%2016.pdf .

Se trata de la CTA que mantiene una buena relación con el Gobierno y, de hecho, en la presentación pública del Informe el pasado martes, su titular Hugo Yasky remarcó la importancia de que desde 2003 a la fecha 10 millones de argentinos hayan salido de la pobreza, aunque también el hecho de que aún quedaban siete millones en esa condición. Cifra, de todas formas, descarta las mediciones que luego de su intervención en 2007 el Indec realiza sobre los índices de inflación, que modificaron los costos de la Canasta Básica Alimentaria, por debajo de las cuales los ciudadanos se encuentran en la indigencia, y de la Canasta Básica Total, que mide los montos necesarios para no quedar en la franja de pobreza. Sin constituirse así en un organismo opositor al Gobierno, pero tomando distancia de las cifras oficiales difundidas por el Indec –para lo cual se basó en el índice de precios minorista de nueve provincias desde 2007 en adelante–, los guarismos de este centro de estudio aparecen como los más precisos y objetivos para un debate que ocupó gran parte de las discusiones socioeconómicas durante los últimos tiempos, nada menos que sobre la deuda social que mantiene nuestro país.

Propiciando la discusión. En anteriores oportunidades, los inverosímiles datos que arrojaba el Indec eran, lógicos pero también convenientes, refutados por organismos y medios opositores. Este año, el Gobierno prefirió directamente evitar la difusión de estas devaluadas cifras, alegando "problemas metodológicos y de empalme" con el nuevo Índice de Precios Nacional Urbano (IPC-Nu), pese a que la medición era para el segundo semestre del 2013, cuando dicho Índice no se había implementado. Se eligió, claramente, el mal menor. Y, nuevamente, los medios opositores difundieron extensamente los datos presentados por el Observatorio de Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, que situaba, para el último trimestre del 2013, los niveles de pobreza en el 27,5% de la población y los de indigencia en el 5,5%. Reiteradas hasta el hartazgo las inconsistencias de los informes del Indec, en todos los casos se omitió mencionar las de este centro, que luego de ser denuncias por el sociólogo Artemio López, titular de la Consultora Equis, llevó a que Agustín Salvia, coordinador e investigador jefe del Observatorio, admitiera ante Horacio Verbitsky que el 34,9% de pobres "corresponde a la tasa de pobreza del cuarto trimestre del año 2010 para la región del Gran Buenos Aires, mientras que el 21,9% expresa la tasa de pobreza correspondiente al cuarto trimestre de 2011 para el total urbano relevado a nivel nacional". Una diferencia de 22 puntos porcentuales en solo un año, que aunque fueron realizadas sobre diferentes ámbitos geográficos, para López constituyen una diferencia que representa una "aberración metodológica". Estas distorsiones fueron también señaladas para 2012, ya que las cifras del Observatorio arrojaban un crecimiento de la pobreza de casi 5 puntos porcentuales en relación al año anterior, aunque otras estadísticas oficiales, no cuestionadas en ningún ámbito, no hacían referencia a cambios sustánciales en los niveles de empleo e ingresos reales.

De ahí la importancia de los guarismos arrojados por Cifra, cuyos resultados e investigadores gozan de una amplia reputación. De acuerdo al informe, fue "la elevada generación de puestos de trabajo, la reactivación de las paritarias y de los salarios reales, los aumentos en los haberes jubilatorios y las políticas expansivas de ingreso" las responsables de "importantes mejoras en las condiciones de vida de la población durante la última década". De todas formas, se señala también que los incrementos de precios en el último trimestre de 2013 hicieron que de un promedio de 17,5% a lo largo del año, la pobreza llegara al 18,2% (7.681.000 argentinos), –cifra que igualmente es menor al 18,5% del 2012– y que la tasa de indigencia subiera a 4,4% (1.815.000 argentinos) del 3,9% en el que estaba situada en el mismo período del 2012. También, que "probablemente la aceleración de los precios tras la devaluación de enero de 2014 provoque un incremento en las tasas de pobreza e indigencia".

Por eso, durante la presentación del Informe, Hugo Yasky recalcó que "en estos años la caída de la pobreza y la indigencia fue sistemática, no se interrumpió nunca" y que "estas cifras demuestran que si bien hay algunos problemas en la Argentina, esto no es la catástrofe que nos quieren hacer creer los que pujan por subir precios desvalorizando los salarios de los trabajadores". Justamente en relación a la suba de precios, finalizó diciendo que "acá no vamos a hablar de inflación como si fuera un fenómeno de la naturaleza porque no lo es", sino que "hay una puja de los formadores de precios que buscan mayores rentabilidades, y por otro lado, intentos desestabilizadores porque hay un gobierno que no puede ser manejado por esos mismos sectores, les molesta que no pueden manejar al Gobierno como un títere, y apuestan a desgastar y deshilachar a las autoridades actuales que han venido los últimos años defendiendo los intereses de los sectores populares".


Comentarios

  1. Querido bloguero, dentro de estos comentarios acerca de la opereta de la UCA, quiero llamar la atención del acuerdo, no se si inconsulto, que el actual rector de la UBA, hizo o quiere hacer con la iglesia católica, para las nuevas sedes de colegios universitarios. Salió en el reporte de la visita que este barbiere le hizo al jefe de dicha congregación religiosa. No he leido nada cuestionando este arrodillamiento y van...
    No alcanza con los miles y miles de colegios, pagados y subsidiados por todos nosotros?
    Nos disparan desde el campanario y nos siguen pegando abajo!

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  2. Le cuento una historia. Yo fui alumno durante el secundario del Colegio San José de Calasanz del barrio de Caballito. Instituto privado, digamos de los más baratos y obviamente religioso y subsidiado. Desde fines de los setenta y hasta bien entrados los noventa la Universidad Tecnológica Nacional hizo un convenio con el Colegio para utilizar sus instalaciones de lunes a viernes luego de las 18.00 horas. Esto era debido a que el edificio de la calle Medrano ya quedaba chico. Desde fines de los noventa la UTN tiene una nueva sede en Soldati y ese convenio se canceló.

    En la actualidad sabemos que ha crecido mucho la matrícula universitaria con el consecuente problema que trae la falta de comodidad. Estimo que debe ser mucho más económico y expeditivo alquilar dependencias existentes mientras se potencian nuevos centros de estudios.

    Si éstas son las razones, en lo personal, no lo vería mal.

    Ahora si tras de este acuerdo existe un trasfondo político en donde la prebenda económica juega su partido estoy de acuerdo con usted.

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