CUMPLIDOS 5 AÑOS DE LA MUERTE DEL DOCTOR RAÚL ALFONSIN ME TOPO CON ESTE REPORTAJE. ANALIZO SUS LINEAS, ME INVOLUCRO EN SUS ENTRELINEAS Y PIENSO: POBRE EL RADICALISMO Y POBRE LA PATRIA SI ESTE ES EL DISCURSO DEL RADICALISMO. Y POBRE ALFONSIN SI ESTE RADICALISMO DICE TENERLO COMO DOLMEN POLÍTICO.
“ESTAMOS
CONSTRUYENDO UNA ALTERNATIVA AL PODER
DESEQUILIBRADO QUE GOBIERNA” ERNESTO SANZ, PRESIDENTE DE LA UNIÓN CÍVICA RADICAL..
Reportaje Revista Debate
¿Cuál es a
su juicio la principal promesa no cumplida de la democracia argentina, la que
hace que otras promesas no se cumplan?
El gran déficit de la democracia en estos 30 años
es la brecha en la credibilidad de la sociedad respecto a la política. El mío
no es un discurso moralista o de coyuntura para caer bien a una sociedad a la
que ahora le gusta Lanata. Aquí hay algo mucho más profundo: Argentina tiene
que recomponer su tejido social y tiene que recomponer el vínculo virtuoso de
la sociedad con la política a partir de un esquema de confianza y de
ejemplaridad, y en el futuro ningún gobernante va a poder mirar para otro lado
respecto a muchos casos emblemáticos. Y sin esa confianza ganada en la
ejemplaridad, ¿cómo va a poder hacer cumplir la ley en la calle, en la cancha
de fútbol, en los negocios, si es el mismo Gobierno el que no hace cumplir la
ley?
¿Usted
asume un discurso de ley y orden?
Mire, yo le hablo de la necesidad de un orden
democrático, en donde todos podamos disfrutar de la libertad que surge a partir
de que todos reconozcamos nuestras responsabilidades y deberes. Si hago lo que
quiero cerceno libertades y derechos de otros; en general, de los más débiles
que no tienen cómo defenderse. En un orden democrático, cada uno hace lo que
tiene que hacer. El gobierno y los actores de la sociedad civil. Si cada uno
hace lo que quiere, lo que hay es una democracia amenazada por el desorden
autoritario. Éste es el negocio que el kirchnerismo le propuso a la sociedad:
ustedes hagan lo que quieran y yo hago lo que quiero. Afortunadamente, y demos
gracias a Dios, los argentinos no admitimos ya los golpes que con la excusa de
terminar con el caos lo único que hacían era matar y destruir. Pero tenemos que
darnos un orden democrático en el que el Gobierno haga lo que tenga que hacer,
y no avance sobre lo que no es de él, sobre libertades y derechos. Y lo mismo
la sociedad. Por ejemplo, en educación, que los maestros enseñen, que los
estudiantes estudien, que los padres quieran que los chicos vayan al colegio y
estudien. Esa es la verdadera gobernabilidad democrática, la conducción de un
gobierno democrático.
Usted
no puede negar la capacidad de conducción que ha exhibido el kirchnerismo.
Sí, pero conducción, ¿hacia dónde y para qué? El
kirchnerismo ha conducido a su propio núcleo duro hacia un esquema de
generación y conservación de poder pero no logró conducir a la sociedad detrás
de un proyecto mayoritario de progreso, de desarrollo. Porque no puede
conducirse a una sociedad cuando no se tienen ideas claras sobre hacia dónde
tiene que ir la Argentina. En la única área en la que yo advierto un plan
sistemático y digamos hasta inteligente es en el plan de copar y cooptar la
Justicia. Ésa es la única área de gestión de gobierno en donde ha habido
planificación y lamentablemente hasta han alcanzado cierto éxito. O sea, han
logrado por bastante tiempo domesticar a la Justicia, salvo a la Corte y la
justicia civil y comercial. Se han preocupado y esmerado en garantizarse
impunidad al estar en el poder, y garantizarse impunidad para cuando no estén
más en el poder.
Si llegara
a ser presidente, ¿va a impulsar investigaciones sobre los hechos de corrupción
pasados?
En materia de Justicia, aquí hace falta un gobierno
con mucho coraje. De ser presidente voy a crear una suerte de Conadep de la
Corrupción, para que se aporten pruebas, para que se investigue, y que sean los
jueces los que determinen las responsabilidades. No puede ser posible que en
una década se haya robado lo que se ha robado y que alguien haga como que “acá
no ha pasado nada”, como uno supone que va a pasar si gana alguna de las
opciones peronistas que andan ya dando vueltas. No quiero mezclar las cosas y
cometer un verdadero sacrilegio, pero el kirchnerismo acertó cuando avanzó con
memoria, verdad, justicia para castigar a los que violaron derechos humanos. El
próximo gobierno tiene que repetir ese acierto y garantizar memoria, verdad y
justicia para terminar con la impunidad de los corruptos. Por eso, esa Conadep
de la Corrupción tiene que revisar todo, blanqueos, sobreprecios, subsidios, la
pauta oficial, el Fútbol para Todos, revisar los fallos absolutorios de
enriquecimiento ilícito. Todos los argentinos debemos tener el derecho de
preguntar.
Volvamos
al tema de la gobernabilidad democrática. ¿Dónde se para usted frente a los hechos
de inestabilidad política que han aparecido en este fin de año?
Quiero en esto ser completamente claro y fuerte. Me
paro primero apostando a la gobernabilidad de este gobierno y de esta
Presidenta hasta 2015, y ofreciéndole al Gobierno todo lo que necesite de
nosotros para garantizar esa gobernabilidad. Lo digo con este énfasis porque no
todos los actores políticos en la Argentina se paran hoy frente a los problemas
de la misma manera. Algunos están mirando el 2014 y no el 2015. En términos de
recambio de gobierno, no miro el 2014, miro el 2015. Pero para que esto suceda,
hay que hacerse cargo en este año de los problemas, parar la dinámica de la
aceleración de los conflictos que está sucediendo. Es responsabilidad del
Gobierno, pero tiene nuestro total apoyo a políticas que busquen racionalidad,
y no las que pretendan seguir tirando manteca al techo y apagar el fuego con
nafta.
¿Qué
dice de quienes afirman que es mejor que,si hay crisis, que ésta le estalle al kirchnerismo
y no al próximo gobierno?
El negocio de la democracia argentina no es que se
aceleren los conflictos para que estallen antes de que llegue el próximo
gobierno; si no, es hacer que el Gobierno recupere cordura, recupere presencia
y se haga cargo de por lo menos administrar hasta 2015 sin deteriorar más la
situación. Esta cuestión es hoy tremendamente importante. No llega a los
diarios, no llega a las revistas, pero todos sabemos que hay quienes dicen que
es conveniente que todo estalle hoy, así el peronismo, como siempre, después de
incendiarlo todo puede presentarse como el bombero. Una nueva crisis puede ser
tremenda para el país, y necesitamos, no que se desaten los grandes nudos, pero
al menos que el oficialismo deje de apostar a la explosión, como, consciente o
inconscientemente, parece que hace.
¿Usted
cree que hay que “despolitizar” la economía y darles su manejo a los “expertos”?
Yo soy fanático de una frase que le escuché decir a
Ricardo Lagos en un Coloquio de IDEA del año 2008: en el largo plazo, en la
economía influyen más aquellas variables que no tienen que ver directamente con
la economía que las propias variables económicas. Para tener una economía sana
hay que tener un sistema político equilibrado y que funcione, un sistema
judicial independiente, reglas de juego claras, hay que tener una sociedad que
salga de la anomia. Ésa es la base que hoy la Argentina no tiene; la Argentina
necesita imperiosamente de un orden democrático.
Pero
eso tiene que ver con decisiones que tendrán su efecto en el largo plazo. El próximo
gobierno deberá enfrentar urgencias que ya no podrán ser saldadas con una buena
cosecha de soja…
Un gobierno nuevo tendrá a su disposición
herramientas que el kirchnerismo, por ideología o por interés (para evitar
tener que mostrar las cuentas), se ha él mismo impedido de poder contar con
ellas. No soy de los que creen que el país puede cambiar en 24 horas y de un
día para el otro podés reformar cuestiones estructurales y de cultura política.
Pero sí estoy convencido de que todas las curvas ascendentes que hoy afectan la
sociedad, la curva ascendente de la inflación, la curva ascendente de la
inseguridad, la curva ascendente de la corrupción, con un gobierno nuevo que se
plante seriamente para luchar contra ellas, podés cortar la tendencia y
comenzar a transformarlas en curvas descendentes. Un gobierno serio, conformado
por funcionarios idóneos y experimentados, dará un shock de credibilidad, tal
vez el principal déficit de este Gobierno, sobre todo en esta etapa final, que
permitirá, por medio de un programa consistente, conformar un círculo virtuoso
que les dé impulso a la inversión y al trabajo formal.
¿Endeudarse
no es lo que pide la ortodoxia?
¡No me corra con el
“relato”! En el mundo toman deuda gobiernos conservadores y gobiernos
progresistas. La herramienta del endeudamiento es un activo que le queda al
próximo gobierno. Claro que tenemos que debatir cómo endeudarnos y para qué
endeudarnos. El kirchnerismo, entre otros mitos, ha generado el mito de que el
endeudamiento es malo per se, pero la
verdad es que lograr crédito público permite realizar las inversiones para
tener mayor capacidad productiva, mayor innovación, mayor competitividad en la
economía, y por lo tanto, descontando lo que se devuelve, puede convenirle y
mucho a un país para desarrollarse. No hay que endeudarse para pagar gastos
corrientes, no hay que endeudarse para que los corruptos sigan engordando.
Tanto como que no hay que emitir para seguir inflando el gasto público y como
que no hay que emitir para seguir alimentando los negociados del capitalismo de
amigos del kirchnerismo.
Pero
para dirigir dinero a la inversión y a la infraestructura primero hay que hacerse
cargo de los gastos corrientes. ¿Usted está a favor de un ajuste?
Tenemos que reestructurar los gastos del Estado
para recuperar el superávit fiscal nuevamente, que fue un valor que el
kirchnerismo consiguió al comienzo pero luego dilapidó de manera irresponsable.
Hay bolsones de ineficiencia tremendos en el Estado nacional y hay que
eliminarlos. Cosa que nos va a permitir reducir los gastos corrientes, y
aumentar y mejorar las prestaciones sociales, la asignación universal a la
niñez. Y ahí sí, planificando los gastos podemos planificar para el futuro las
inversiones y los préstamos, para crear infraestructura de energía, de
ferrocarriles.
¿Usted
no coincide con el Gobierno en que la inflación es en realidad producto de la especulación
de grupos concentrados de poder?
El otro día una discusión hasta surrealista sobre
el tomate dio lugar a un debate mucho más profundo sobre la cadena de valor y
todo lo que pesan el transporte y la logística en la comercialización de un
bien de primera necesidad. El tomate, que tiene 2 pesos de costo para el
productor, llegará a 11, 12 o más pesos. Y el transporte, al hacerse por
caminos, encarece muchísimo el precio final -sin desconocer la especulación que
un gobierno débil no puede evitar.
¿Lo ha
convencido Pino Solanas, ahora que está en su espacio, de volver al tren?
Fui el primer gobernante de la Argentina que,
después del desguace que el menemismo hizo de los trenes en los 90, volvió a
llevar el ferrocarril a su tierra. Cuando fui intendente de San Rafael llevé
hasta allí nuevamente el ferrocarril de carga en el año 2000. Claro, los
camioneros boicotearon la iniciativa y cerraron con los empresarios y
arreglaron para negrear las facturas, no pagar IVA y entonces bajar los costos
de transporte, que en el caso del tren tenían que ir en blanco. El gobierno
nacional miró para otro lado, porque en ese momento Moyano era su socio
político, y lo asoció al Belgrano Cargas, que fue como poner al lobo a cuidar
las ovejas. Son estas cosas las que, desde la presidencia de la nación, uno
tiene el poder y el deber de revertir. Tenemos que ir hacia una estructura
multimodal de transporte, como la que el empresario Eurnekian está diseñando
para el Tren Trasandino: el camión sube a una plataforma que corre por las
vías, pasa la Cordillera, y vuelve a la ruta, para llegar al puerto.
¿Cuál
es la contribución que la oposición hace hoy para revertir las cosas que están mal?
El camino hacia el poder que está hoy recorriendo
la oposición contribuye simultáneamente a dos fines. Uno tiene que ver con
llegar al poder para gobernar, pero, simultáneamente, la competencia genera
equilibrio, porque se recompuso el oficialismo pero no se pudo recomponer la
oposición. Recuperando la posibilidad de llegar la oposición al poder, también
se balancea para mejor el sistema político. Por eso es necesario que no sólo el
oficialismo tenga voluntad de poder, por eso es bueno que haya retornado la
voluntad de poder a los que aspiramos a reemplazar al peronismo en el gobierno.
¿Un sistema
político equilibrado no es lo mismo que decir un sistema político bloqueado?
Nuestro sistema político fue diseñado para alcanzar
consensos, y así dar previsibilidad de hacer acuerdos amplios y de control
mutuo. Y esto trasciende el sistema político. Que los jueces sepan que en la
Argentina que viene nadie va a ser dueño del poder y que nadie va a apretarlos,
chantajearlos, perseguirlos y echarlos impunemente. Los jueces de los 80 eran
tan malos o tan buenos como éstos, y sin embargo tenían una visión de que había
posibilidad de alternancia y de control y no de apriete y de hegemonía y esto
hacía que hubiera otra Justicia. No había un Oyarbide como ahora, quien creyó
tener la impunidad que brinda lo que parecía ser una fuerza hegemónica que iba
a gobernar para siempre.
¿No es
la suya una visión demasiado institucionalista?
Ya vemos adónde conduce un modelo político como el
del kirchnerismo, que se la ha pasado violando las instituciones. Un sistema
político equilibrado brinda señales claras también a la economía, a los
empresarios. Estuve hace poco en Mar del Plata con empresarios de la industria
naval y de la industria pesquera. Cómo será que se dan cuenta de todo lo que
pasó en esta década que, cuando empiezan a hablar de lo mal que les va ahora,
lo primero que dicen es: “nosotros somos también culpables, porque durante mucho
tiempo nos callamos”. ¿Y por qué el empresariado hizo eso? Porque no había
equilibrio y estaban entonces sometidos a la arbitrariedad y la
discrecionalidad del poder.
El Gobierno
dice que está en una lucha contra las corporaciones que buscan desestabilizarlo…
La única corporación que emergió en la Argentina de
estos últimos años, y que hoy se está agotando y comiéndose a sí misma, es la
corporación del Gobierno. El Gobierno construyó una épica de la lucha contra
las corporaciones, que más temprano que tarde tenía que caerse a pedazos, y ya
ni siquiera entusiasma a sus militantes, porque nunca hubo una lucha contra las
corporaciones. La obra pública en la Argentina estuvo en manos de la
corporación de la obra pública, socios del Gobierno. ¿Y por qué contra esa
corporación que infla cuantas veces quiere el gasto público con sobreprecios no
se hizo nada, sino todo lo contrario? Y contra la corporación del juego, ¿qué
se hizo? El sindicalismo, cuando fue amigo del Gobierno, no era una corporación.
Ahora, que está en la vereda de enfrente, sí.
El radicalismo,
¿va a ser el partido que va a guiar a la oposición en estos dos años que le restan
al kirchnerismo?
El radicalismo, más que un partido de oposición, es
el partido que hoy construye una alternativa al poder desequilibrado que hoy
gobierna la Argentina. La irrupción del peronismo disidente no hace a ese
equilibrio, ya que cuando llegue al gobierno, ¿quién tiene dudas de que ejerza
el poder de la misma manera y garantizará la impunidad de los muchos que se
queden en el gobierno y de los pocos que se vayan? La solución a los problemas
de hoy viene desde afuera del peronismo, aunque con votos que vengan también
del peronismo.
El peronismo
disidente está diciendo que es la solución y va por los dirigentes y los votos radicales…
La sociedad no se va a comer que son distintos.
Mire la foto, todos ellos han tenido que ver con el modelo y han disfrutado de
él en su momento. La experiencia de salir a cooptar dirigentes radicales ya la
ensayó Kirchner con la billetera llena, y me consta de cerca, porque también
pasó por mi provincia. Y fracasó, porque no estaba edificada sobre bases
institucionales, partidarias, programáticas, sino que era un sálvese quien
pueda personal y nada más. Y también fracasó un intento parecido de Mauricio Macri
en 2011, cuando era precandidato a la presidencia. Los pocos que pudo captar
son siempre los mismos: Gustavo Posse, Mario Meoni… A tal punto que ahora lo
han abandonado para irse con Massa. Así que es una práctica que no da nada y no
dura mucho. Pero la gran diferencia es que hoy el universo de dirigentes sobre
el que opera Massa tiene una enorme expectativa en que su propio espacio, el
radicalismo, llegue al poder.
¿No ha
logrado Massa atraer intendentes radicales a su espacio?
Han mentido
descaradamente cuando mostraron que Federico Sciurano, intendente radical de
Ushuaia y seguramente próximo gobernador de Tierra del Fuego, se había pasado
al massismo. Veinticuatro horas más tarde Federico sacó un comunicado negando
rotundamente la operación, confirmando su identidad radical, manifestando ser
el presidente de la UCR en Tierra del Fuego. Cuando salgan Macri y Massa a
disputarse la construcción nacional, les va a pasar lo que pasa en Mendoza. El
único intendente que se pasó al massismo fue el único intendente del viejo
Partido Demócrata. ¿Saben de dónde venía? Del macrismo. Se roban entre ellos.
Usted
ha venido pregonando la necesidad de construir una coalición amplia entre fuerzas
afines. No parecería ser un camino fácil de recorrer en virtud de los fracasos anteriores…
Nosotros venimos de una experiencia muy traumática
que fue tratar de consolidar el Acuerdo Cívico y Social, después de la elección
de 2009. ¿Por qué fracasó? Porque fue un espacio que tenía más que ver con las
personas, los personajes, las individualidades que con los partidos políticos.
Fue muy difícil llegar a un acuerdo con semejante afán de protagonismos
personalistas. Y nos fue mal. Muy mal. Y por eso, en 2011, hubo semejante
dispersión, ya que los protagonistas de ese acuerdo electoral fueron después
todos candidatos a presidente. Y quien ganó le sacó 40 puntos al segundo.
Primer error que hay que subsanar: hay que ir juntos en una elección
presidencial. Pero no hay que cometer un segundo error; la unión tiene que ser
entre partidos y no entre personajes. Y esto demanda evitar un tercer error: no
tener un programa.
Ahora
que es el presidente de la UCR, ¿cómo le va en esto de evitar estos errores que señala?
Asumí el 13 de diciembre. El 16 me encontré con el
GEN representado por Margarita Stolbizer para ir por acuerdos formales y el 29
tuvimos la reunión de Rosario con los presidentes del Partido Socialista, el
GEN, la Coalición Cívica, el Frente Cívico y Libres del Sur, con Hermes Binner,
Stolbizer, Pablo Javkin, Luis Juez y Humberto Tumini. Ésta es la manera de
construir: a través de los partidos políticos, y que cada tipo que está
firmando un acuerdo represente una fuerza política organizada que le da el aval
formal para hacerlo.
¿Ya tienen
el nombre de la coalición?
La misma pregunta me la hicieron en Mar del Plata.
El nombre que tengo en la cabeza no es muy marketinero que digamos, pero es el
de “Unión para el cambio hacia el progreso”. Porque las palabras “unión”,
“cambio” y “progreso” resumen lo que creo que el país necesita hoy. Unión
porque necesitamos la unión para vencer. Cambio porque hay un agotamiento del
modelo de hace una década. Las otras elecciones fueron de continuidad. Éstas
son de cambio. La gente quiere cambio. Y el progreso es la antítesis de la
decadencia, un Estado que sea capaz de generar oportunidades, una sociedad que
sea capaz de aprovechar esas oportunidades y generar por sí misma cada vez más
oportunidades.
Uno de
los desafíos más grandes que enfrentan es la baja performance de las fuerzas no
peronistas en el conurbano bonaerense…
Hablamos en Rosario con Binner y los otros
dirigentes de este espacio, que la provincia de Buenos Aires no es una sola y
tiene realidades muy diferentes en su interior, requiere una estrategia
conjunta y quizás diferente que en otros distritos. Una estrategia especial,
porque es el distrito más importante de la Argentina y que hoy se presenta
bastante complejo para nosotros. En el Gran Buenos Aires tenemos que
desembarcar todos juntos, y así, la militancia, sus dirigentes, apoyado por las
organizaciones partidarias nacionales y el acuerdo, entrarle tanto “por abajo”
como “por arriba”. Ahí tenemos que entrar como un scrum de rugby. Empujando
todos.
Por otra
parte, está el internismo radical, que es un clásico…
La presencia de más de un candidato en la UCR no sé
cómo puede verse como un problema, o una debilidad. Al haber primarias, cada
candidato relevante suma. Hoy los dirigentes no necesitan manifestarse
previamente si sos de uno o del otro, si sos de Cobos o de Sanz. Al final del
camino va a haber una interna abierta en la que además de Cobos y Sanz van a
ser quizás de la partida Binner, Elisa Carrió, Pino Solanas, y el que sea. Y
como en el caso de UNEN en la Ciudad de Buenos Aires, cuantos más candidatos haya,
mejor te va a ir en la primaria. Claro, después quedará el enorme desafío para
consolidar esos votos en la presidencial.
Y usted
tiene que enfrentar, dentro de su fuerza, a los que dicen que, siendo presidente
del partido, tiene que declararse prescindente de las primarias abiertas.
Mi desembarco es diferente, por eso piso callos,
porque mi presidencia no es inocua, compite por el protagonismo. Y todos
supieron que iba a ser así cuando me eligieron por unanimidad. Nadie puede
hacerse ahora la gallina encandilada. El presidente del partido ejerce un
liderazgo, fruto de un mandato interno, y que conduce a la fuerza política
hacia una construcción que nos va a servir a todos. Y después, si le hace bien,
va a tener, como todos los radicales, derecho a competir en la interna, y será
la sociedad la que lo elija o no. Soy un tipo que tiene vocación de poder,
quiero llegar a la Casa Rosada, quiero cambiar el país. El que cree que ahora,
por las dudas que alguien se enoje, yo voy a ocuparme del alumbrado, barrido y
limpieza del local del Comité Nacional en vez de instalar de nuevo el partido
en la sociedad y guiar a la UCR al triunfo, se equivoca bastante.
Fuente: Revista Debate
Que venga a Coronel Dorrego y haga una Conadep de la corrupción en vez de venir a comer un asado y hablar pelotudeses, o si quiere que empiece por hacer una Conadep que investigue los 39 asesinatos del 20 y 21 de diciembre del 2001. Es un caradura.
ResponderEliminarQué concepto raro que tiene el Senador sobre las corporaciones y los poderes fácticos. Ahora resulta que un gobierno popular que toma decisiones dentro de marco institucional es una corporación. Y después dice que no quiere plegarse a la moda Lanata.
ResponderEliminarUn Boina Blanca en serio
Hace un tiempo me paran unos pibes de la Juventud radical en una mesa de difusión.
ResponderEliminarLes digo que ante todo sería bueno superen esta conducción actual que es un mamarracho como pocas veces se ha visto en ese partido; Sanz, Morales, Aguad, Cobos... ! Una película de terror.
Lo dramático es que al menos en apariencia lo pasaron de largo como tal cosa y seguían hablando de cualquier otro tema no exento por supuesto de la crítica feroz al gobierno.
Muy lamentable que los pibes de ese partido no encuentren (ojalá que si) un margen de rebelión para patearle el tablero a estos asquerosos.
La JR de Coronel Dorrego es igual que Sanz. El año pasado, para el 24 de marzo, se mandaron un comunicado conmemorativo en donde afirmaban "un cuadro lo baja cualquiera" en clara alusión a Kirchner y su decisión política con relación a los DD.HH. Fueron destrozados intelectualmente, sin embargo siguen fieles a sus obtusas convicciones. Qué rebelión les pedís si son iguales.
ResponderEliminarLo más loco de todo es que los radicales, especialmente los "jóvenes", se hacen llamar socialdemócratas, cuando la socialdemocracia murió por la misma bala que mató al gran Olof Palme...
ResponderEliminarGustavo
ResponderEliminarMe hubiera gustado que este mensaje que te envié fuera publicado en la nota de la página de la radio. No hay drama, ellos eligen que va y que no va, son los dueños. Te lo aclaro porque es mi obligación que sepas que yo te banco. No soy K, pero te banco.
No podés solo Gustavo. Cuando te des cuenta que el kirchnerismo local está comprado con pelotudeses y pendejadas te vas a acordar de este mensaje. Para colmo los que te rodean le brindan loas a quienes desde la impunidad y el poder te tiran toscas. Y ni que hablar del peronismo. Tu inocencia me da ternura y bronca al mismo tiempo. ¿Todavía no entendiste que en Dorrego todos tienen un pato que pelar y que nadie nunca le va a poner el cascabel al gato? Te palmean, te palmeamos, decimos qué bien, qué huevos, eso que dice en cierto, pero cuando hay que poner sobre la mesa lo que hay que poner vas a estar siempre solo, como ahora. Decime, cuántos de los que ustedes llaman cumpas salieron a bancarte con nombre y apellido. Espero leas este mensaje. Decidí enviarlo hoy porque a esta altura del partido la nota ya está bastante perdida.
Tan perdida que no lo publicaron. Saludos
Le agradezco la intención, pero estamos en la misma. Su anonimato a favor cuenta tanto como esa supuesta falta de apoyo de los demás. Podemos coincidir en alguna cosas pero no comparto para nada que las personas que me rodean procedan como usted dice.
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