En procura de una muerte digna: Los paradigmas del kirchnerismo no se manchan... quien lo hace en pleno velatorio, cuando ninguna defensa es posible, es porque nunca los sintió como propios...




Sospecho que los lectores de este espacio no tendrán dudas sobre cuales son nuestras adhesiones políticas. A esta altura del partido no nos es necesario presentar credenciales que afirmen dichas posturas. El kirchnerismo, primero con Néstor y luego con Cristina, ha sabido cobijar buena parte de nuestras juveniles utopías, aspiraciones ciertamente complejas si leemos con detenimiento nuestra historia reciente. Eso de ampliar derechos, desarrollar políticas inclusivas, otorgarle entidad política a los DD.HH, darle un rol determinante al estado y cuando menos tratar de enfrentar con la mayor fuerza posible al poder real, al poder corporativo, a ese poder que jamás será respetuoso de las reglas democráticas. Sin embargo deseamos reflotar una vieja advertencia consignada antes de agosto del 2011 y que por vieja no deja de tener triste vigencia. Por entonces señalábamos que nuestro afecto por Cristina opacaba la alegría que podía significar un nuevo mandato presidencial. Nuestro innato e histórico canibalismo político, ese que se devora a nuestros mejores hombres y mujeres, iba dar cuenta de ella más temprano que tarde entendiendo la cuestión como inevitable en el marco de una sociedad muy entrenada en la necesidad de encontrar el chivo expiatorio conveniente que lave todos y cada uno de sus desdorosos comportamientos sociales. Ocurrió con el Doctor Rául Alfonsín, ocurre en la actualidad. Al mismo tiempo sabíamos que tanto su propia vocación política como el entusiasmo de la militancia no permitirían en aquel entonces que aquellas dudas humanas encuentren oídos dispuestos para su abrigo.



Rompe a los ojos que luego de haber triunfado pírricamente en las elecciones de medio término muy a pesar de haber perdido un enorme caudal de adherentes (esto concluye que no es responsabilidad del oficialismo las opacas expresiones opositoras contemporáneas) el gobierno ha modificado funcionarios y con ellos políticas y modos. A la par Cristina, acaso debido a la precariedad de su salud, se ha corrido de la arena política ubicándose como una suerte de figura simbólica delegando en gestores genéticamente peronistas el futuro político del kirchnerismo. Disiento con aquellos que afirman que el gobierno se ha derechizado, siempre sostuve que el kirchnerismo nunca se le presentó a la sociedad como una propuesta de izquierda, más allá que a su izquierda no existe nada con aspiraciones ciertas de poder dentro de los resortes de la democracia, quién lo interpretó de ese modo lo hizo a través de una expresión de deseos y no debido a una lectura concreta y correcta de sus dichos, paradigmas y postulados. Por eso mismo no comprendo la lógica de los desencantados que dicen estar parados en dicha vereda ideológica. Lo que sí observo es a un gobierno ciertamente lastimado por el paso del tiempo, acaso avejentado, como sucede con todo lo que es mortal, tratando de arroparse dentro de aquella vieja estructura en la cual encontró su génesis, estructura a la cual nunca le dio la espalda sino todo lo contrario. Recordemos por un momento en donde se rompe la relación intelectual y política del kirchnerismo con un pensador de la talla de José Pablo Feinmann. La fisura definitiva se produce cuando el filósofo progresista le exige públicamente a Néstor Kirchner dar el paso histórico y superador escindiéndose del pejotismo que según aquel representaban algunos gobernadores feudales y la mayoría de los barones del conurbano. Por fuera del acuerdo conceptual que guardo con Feinmann una cuestión compleja surge de inmediato: ¿Era posible desarrollar un proyecto inclusivo que toque intereses determinantes sin el apoyo político de aquellos que tienen una notoria incidencia territorial? Planteado en dichos términos considero que nuestro presente postelectoral nos disipa todas las dudas con relación a cómo el poder real logra disciplinar al poder político democrático cuando este ingresa por los campos de las colisiones individualistas procurando estrellar sin el menor talento y el menor prurito aquel incipiente colectivo transformador. 



Es muy interesante y atinado lo que planteaba Lucas Carrasco hace algunos años atrás más allá de sus actuales fundamentos críticos. Cito textual: “.. van a aparecer como siempre, cuando la historia se pone densa, personajes que creíamos de este lado, y también, algunos que contra todo el bombardeo todavía tendrán algo de dignidad, con perdón de la palabra...” Pues el presente se puso denso, y sabemos lo qué sucede en nuestra patria cuando esa densidad política se transforma en antipolítica; son tiempos de renovar y crear cosmogonías diría Scalabrini, tiempos en donde debemos reencontrarnos con aquellos paradigmas tangibles que nos emocionaron, que nos movilizaron, que provocaron que nuestro pecho se infle cuando ciertas adversidades, críticas y derrotas eran sinónimo de triunfo, ya que teníamos claro en dónde estaba parado el “enemigo”. Hoy muchos de los que estaban de nuestro lado han cambiado de “dignidad” y brindan con los expertos en bombardear a los gobiernos democráticos diría el propio Lucas, brindan con ellos, con los que nunca cambian de “indignidad”. Advierto, no soy de los políticamente panglossianos y comprendo. El rosquerío, los negocios, las prebendas y los retornos forman parte de los usos y costumbres del capitalismo y del no capitalismo (pido no hacerse los boludos) en todas las latitudes del planeta, en todos los niveles administrativos y en todos los poderes públicos y privados, de modo que nadie sueña imponer absurdos alegatos éticos. Además ¿desde qué lugar hacerlos?.. Resulta bizarro que desde el holding América sus periodistas nos hablen de corrupción estructural siendo que les paga el sueldo el autor de una famosa frase que hizo época: “Robo para la Corona”.



Si el kirchnerismo ha muerto, como acuerdan los vaticinios de nuestros adversarios y de nuestros ex compañeros, pues mi deseo es que tenga una muerte digna, y este augurio político no cuenta para los primeros, implacables y despiadados, sino para los segundos. Acaso a estos últimos es lo único que les quede para tratar de pensarse y mostrarse dignos, si es que a esta altura del presente les importa algo del asunto. Uno se imagina dentro de una década recordando aquellos años felices kirchneristas escuchando El Necio de Silvio Rodríguez, a la par que seguirá siendo juzgado como indigno por mantener la dignidad, continuará siendo acusado de corrupto por latrocinios nunca probados y menos aún cometidos (cosa que en nuestra sociedad sucede muy a menudo, me refiero a eso de la condena mediática previa cuando con la política no alcanza), y se sentirá sordo ante la ausencia retórica de aquellos paradigmas inclusivos en bocas aprendices. Sólo se atreverá a recordar en la privacidad de su vejez que a pesar de los errores y los desacuerdos, los nobles paradigmas y las buenas intenciones no se manchan...






En lo personal y por una cuestión etaria el kirchnerismo me llegó tarde. Mi vida productiva, mi evolución instructiva, artística y cultural se desarrolló entre dictaduras, desocupación, inflaciones descontroladas, flexibilización laboral, censuras, represión, destrucción de aparato productivo y regímenes en donde el factor financiero y el dólar eran la base y el sustento de la economía nacional. Mis amigos arquitectos, ingenieros, abogados, oficiales obreros y artistas de todas las asignaturas manejaban taxis, repartían diarios, eran meseros, a la par que muchos choferes, repartidores de diarios y mozos estaban desocupados, por suerte eso ahora no sucede. Me da sana envidia Nicolás, mi hijo mayor. Se va de un trabajo por mejoras, nosotros, cuando lo teníamos, nos quedábamos por temor y aceptando todas y cada una de las condiciones de explotación. Aún recuerdo haber compartido colas de casi una cuadra a las siete de la mañana con otros muchachos en pos de un puesto administrativo por el básico y en negro. Y digo colas de casi una cuadra y me cae la ficha cuando no había departamentos para alquilar dentro del mercado inmobiliario lo que ponía a la especulación del mejor postor como variable de mercado. Para ingresar a la Universidad había cupo. Vale decir, no era suficiente con aprobar el examen, había que pagar el curso introductorio de ciertos institutos privados (muy caros por cierto) cuyos directores eran catedráticos de la propia universidad y que dentro del programa preparatorio incluían las certeras pautas del futuro examen. Hoy observo que un profesional recién recibido tiene varias propuestas a lo largo y a lo ancho del país con sólo enviar su currículum. Acaso los subtreinta como los subcuarenta y algunos subcincuenta no comprendan sobre estas historias, pensarán en exageraciones. Para los que pasamos hace un buen rato “la brecha” de los cincuenta nos es imposible olvidar lo que no pudo ser habiendo hecho todo lo posible para lograr el objetivo; algo tan simple y sencillo como proyectar una vida sin mayores sobresaltos. En el 2002 la pesificación asimétrica dio de plano con mi indemnización y quedé al margen del sistema. Hace muy pocos años me incorporé a él y recién hace unos cuantos meses podría decirse que logré cierto equilibrio gracias a la modesta colaboración contable que presto en el desarrollo de una entusiasta y eficiente Pyme familiar que se dedica a puntuales servicios agropecuarios. Mucho tiempo antes de estas buenas nuevas personales adherí al proyecto nacional y popular, aún cuando la taba me mostraba el culo en cada tirada. Mi adhesión comenzó hace mucho tiempo; ante la percepción de los rostros de mis cercanos, vecinos, amigos, conocidos, con los que me llevo y con lo que no me llevo, ante sus progresos, ante sus mejoras, ante sus satisfacciones individuales y familiares, ante sus novedosas y rebuscadas disconformidades. Confieso que aún me causan gracia.



Cuando el kirchnerismo muera mucho lo lamentaré. Pero no lo haré por mí, lo haré por la muerte de sus paradigmas de cara a las generaciones futuras, me dolerá el regreso del individualismo caníbal y sentiré pena por aquellos que siendo contemporáneos a él no lo supieron leer. Y no hablo de entendimiento o de falta de capacidad, hablo de odio y de prejuicio, hablo de los egoísmos ilegítimos, esos que suelen perturbar a la política cuando se intenta transformarla en pura gestión aséptica.



A mi modo de ver el mayor déficit que tiene en la actualidad el Kirchnerismo es que se ha vulgarizado. Su diseño, su discurso actual y sus resoluciones tienen marcadas similitudes con las actitudes previsibles de los partidos de la oposición. Me refiero a que ha mutado hacia formatos pseudopolíticos en donde la política abandonó el escenario, y como dicho formato es el más recurrente de nuestro presente teórico y práctico resulta vulgar, anodino, desesperanzador para los que seguimos observando al kirchnerismo como la única salida posible y concreta hacia una sociedad más justa. Las revolucionarias políticas inclusivas del pasado kirchnerista son aquellas que solidificaron y cimentaron los odios aún vigentes de la burguesía mediopelo, sentimientos muy bien fogoneados por el establishment (he dejado de ganar para que parte de esa renta vaya a parar a manos de los negros de mierda), las políticas gestionalistas y meramente contables del presente, a contracara de la profundización declamada, son las que han disparado en la actualidad la dura crítica de los sectores más radicalizados del proyecto. Si bien considero que el kirchnerismo ha perdido rebeldía política también comprendo que vivir en estado de beligerancia permanente es sumamente desgastante para cualquier oficialismo que a la par debe contemplar el resguardo de sus responsabilidades democráticas e institucionales. Los kirchneristas duros (fieles) entendemos que lo bueno que sucedió durante esta década solamente pudo hacerse porque los proyectos inclusivos se transformaron en decisiones políticas concretas. Los kirchneristas duros (fieles) entendemos que lo malo que sucedió en esta década fue cuando el kirchnerismo dejó de serlo para mutar hacia la vulgaridad del resto de los partidos burgueses. Cuando en política intentás seducir a los que te odian por cuestiones electorales mediante medidas sectarias (subir ganancias o sostener el tema de la seguridad con discurso prestado por ejemplo) terminás maltratando a los que te arroparon (tener estancadas las asignaciones es un dato no menor) ganándote por añadidura el descrédito de los que alguna vez sostuvieron tus banderas. En el medio permanecerán los especuladores de siempre: Aquellos que mostraron su desencanto a partir de retornos que consideraron injustos. Volviendo al tema eso no es derechizarse, es haberse rendido antes de dar la última de las batallas culturales o en el mejor de los casos esperar el momento político conveniente para volver a las fuentes. Todos los procesos revolucionarios (que se entienda no estoy afirmando que el kirchnerismo lo sea) tuvieron momentos de amesetamiento incluso estancamiento, dudas y reconversión en función de ordenarse hasta que aclare. El llamado “período especial” cubano es un ejemplo de lo dicho. En la paciencia, en la tolerancia y en la comprensión política de la época por parte del militante kirchnerista, fundamentos que deberían tener íntima relación con su historia real y no con un supuesto “relato”, es en donde descansa esa muerte digna a la que me refería anteriormente.





PD: Luego de varios meses he vuelto a mi vieja Toshiba Satellite, añeja notebook de primera generación, máquina que me obsequiara hace varios años mi entrañable amigo Horacio Colombet. Y con ella volvieron las palabras propias. Acaso ellas se encontraban rigurosa y disciplinadamente escondidas dentro del aparato y en nada se relacionan con mi persona. Lo cierto es que apenas di con su teclado comenzaron a surgir pensamientos o desvaríos, llámele como mejor le parezca. Buen año 2014 para todos y todas... 





Comentarios

  1. Será buen año el 2014 Gustavo; tengamos fe, los "supra" 70 como yo hemos visto lo suficiente, como para perder las esperanzas, ahora que las vimos...

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  2. an a aparecer como siempre, cuando la historia se pone densa, personajes que creíamos de este lado, y también, algunos que contra todo el bombardeo todavía tendrán algo de dignidad, con perdón de la palabra....curioso y cruel como se auto diagnostico este pobre tipo ,En sus alucinaciones, con fuerte base real como todo delirio digno de llamarse tal, se pudo ver el mismo .

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  3. Me alegro que hayas vuelto de editorializar. Si bien tu blog es de lo más interesante que se encuentra en la redes hace bastante que lo estabas haciendo por medio de notas de terceros. Si bien con cada título bajabas línea no es lo mismo. Estoy muy de acuerdo con el desarrollo de la nota. Una sola objeción. Entiendo que los verdaderos procesos revolucionarios son aquellos que pueden plasmar en concreto los cambios que proponen en su lucha. Las revoluciones no sirven si no lo hacen para modificar en la práctica política la vida de buena parte de su sociedad. En ese sentido creo que tanto el Kirchnerismo como el Peronismo en su tiempo fueron revolucionarios en muchos aspectos. ¿Qué es un gobierno revolucionario? ¿Aquel qué solamente arriba mediante una asonada armada y popular? Por más romanticismo que dicha práctica incluya si eso no se transforma en medidas concretas ese gobierno nada tendrá de revolucionario. Buen 2014 y un gran abrazo.

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  4. Gustavo

    Quiero desearle lo mejor para usted y su familia. No me identifico políticamente como kirchnerista, pero tanto su blog como sus columnas y participaciones en Testigos de Privilegio han sido un enorme aporte a favor de pensar la política a partir de lo que vivimos y sentimos en nuestro Pago Chico.

    Ramiro
    Coronel Dorrego

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  5. Lo mejor lejos que pude haber leído para terminar este año reflexionando en un balance y para cobrar todas las fuerzas indispensables para afrontar lo que viene.

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    1. Gracias Daniel. Te cuento además que una de las cuestiones que más me interesa de nuestro intercambio personal es tu aprecio por mi sección preferida: Maestros del Blues. Acaso tu permanente respuesta positiva junto con la de Paco sean el motor para que la sección siga existiendo. Mi intención fue compartir con los compañeros y lectores una vieja colección enciclopédica y musical del género la cual compilamos, junto con mi hermano, durante más de dos años a fines de los ochenta. Abrazo Compañero, buen año y Gracias

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  6. Por lo menos Ramiro sabemos desde qué lugar político habla Sala. Eso se llama honestidad intelectual aún estando en desacuerdo. Y eso en Coronel Dorrego se paga muy caro

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  7. A mí me parece que pensar "la muerte del kirchnerismo", no es para hoy; vamos, que todavía no murió el peronismo - independientemente de en qué se haya convertido , pero, morir, todavía no murió y dificilmente el kirchnerismo muera - menos aún - tan fácil y en automático como lo pronostican.
    El kirchnerismo morirá, moriremos todos en verdad, solo que no adelantemos el velorio, nunca lo muerto muere del todo, si yo llevo puesto a mi viejo, tal vez, o casi seguro, mis hijos me llevarán puesto a mí, con virtudes, defectos, taras, mañas, de todo.
    Y al kirchnerismo le pasará algo parecido, se irá (para no irse) puesto en unos cuantos (y cuantas)
    Y a mí no se me da el lenguaje pausado de Gustavo, no, ni la paciencia, tampoco, y cuando resulta que la bendita muerte del kirchnerismo es el sueño húmedo, la masturbación constante y el deseo inconfesable de tanto hijo de puta tan hijo de puta como burro..... digamos un leuco. ¿Puede tomarse en serio a un idiota que "confiesa" que tuvo ganas de liquidar a manendez, que lo tenía servido al alcance del FAL.... y que, ay!, se arrepintió!!! - Vamos, ¿cómo lo pinta la anécdota?, como zurdito?, o como un malandra negociando pauta?, porque, no jodamos, si me hago el zurdo, me hago el K y facturo pauta oficial - si no me la dan, negocio la otra, me vendo como zurdito que supo pensar en el momento justo e hizo la transición hacia "la república". Ëso, la "república" madre que lo parió al infeliz.
    No me pidan que tome en serio, que me permita respetar el pronóstico de semejante idiota, acomodaticio y falaz, que emite cualquier porquería para facturar, y como él, hay un desfile así. Facturar, facturan, pero que les den bola, cada vez menos y habilitando el pensamiento de algunos K sueltos sobre otros velorios probables, están por el billete y nunca falta el descomedido que hace controles de calidad y auditorías, están jodidos y lo saben - mirémosle mejor la cara al otro prócer, a lanata, cuya "genialidad" está con olor a calas y a "no alcanzar los objetivos". Mi abuelo solía decir: "Que dios te ayude, de arriba para abajo". Y al gorduelo de rating insuficiente le cae perfecto.
    Lindas reflexiones, Gustavo, pero un tanto "pesimistas", los que venimos de las "afueras" del peronismo, tenemos otros modos de mirarlo y no es para nada sencillo asumir que justamente es el kircherismo, la clase de peronismo, que nos pasó, nos cambió. Y esas cosas no mueren tan fácil ni linealmente.
    Bueno, un buen 2014, cosas ricas, alcoholes buenos, que hay que seguir haciéndolos laburar, qué se creen ésos?:

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    1. Ponele la firma Ram. Por eso de manera irónica hablé de vaticinios, Cuántos van? Ya son incontabes. De todas formas buscar una muerte digna es también complejizarles el festejo. Si en estos dos años nos volvemos a acercar a aquellos paradigmas Quién dice? Por ahí, los muertos que estais velando gozan de buena salud.. Buen Año y abrazo

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