Jimmy Reedon, más conocido bajo el nombre de Reed, fue un bluesman de mucha clase. Tanto Keith Richards como los Who le rindieron elevada devoción artística, cosa que se trasladó de manera inmediata en dirección a sus fans. A pesar de ser natural de Chicago, tuvo enorme penetración en el movimiento musical británico de los sesenta. Fue puente generacional entre los bluesman negros aferrados a las tradiciones y los jóvenes blancos que buscaban nuevas respuestas a nuevas preguntas. Acaso fue el mejor exponente del matrimonio musical entre la armónica y la guitarra.
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