Somos
la porción andrajosa del kirchnerismo
Somos
los colados, los bastardos, los negros, los judíos, los maricas; tipos que al
ver un hogar con leños crepitando y un plato de sopa humeante nos atrevimos a
entrar de forma tal compartir un buen rato de la historia. En el pasado las
traiciones y los quebrantos nos echaron de todos los lugares políticos, o mejor
dicho de todos los “no lugares políticos”. Somos populistas y nacionales, algún
tufillo siniestro nos ha quedado como rebelde compañía juvenil. Estamos
encuadrados en los gráficos de tortas como Kirchneristas no peronistas, algo
que aparece delgado y coloreado con tintes escasamente llamativos. No somos
mayoría, hasta es absurdo mencionarlo, con un dígito nos alcanza, aunque me
atrevo a sospechar que más allá de nuestra escasez es probable que seamos los
más fervientes suscriptores del modelo. Acaso no nos tientan las listas, los
cargos ni los ascensos personales, sabemos que dichos incisos son de exclusivo
orgullo peronista, y está bien, sería estúpido intentar competir por el amor de
una hermosa doncella que ni siquiera conoce de nuestra opaca existencia. Sólo
queremos que este modelo político inclusivo, imperfecto y contradictorio continúe,
con las necesarias correcciones, profundizando, (dejar de lado esa estupidez
mediopelo de la baja de la imputabilidad por ejemplo) planteando cada nuevo
conflicto con firmeza, movilizando, formando nuevos cuadros que desarrollen
pensamiento crítico. Desde hace algunas semanas hemos notado que nuestra
porción dentro del gráfico de tortas ha crecido notoriamente. Y esto no se debe
por un aumento de nuestra población, sino que ese sector privilegiado y de
primera, cuya pureza peronista nadie pone en discusión, ha decidido mudar sus internos
entusiasmos a favor de los victoriosos rostros que les garanticen sus perennes
obsesiones. Cada vez existen menos kirchneristas peronistas y esto hace que de
modo automático y sin intención engordemos en las estadísticas. Socialistas que
nunca bajaron banderas como Jorge Rivas, Radicales Alfonsinistas como Raimundi
o Gustavo López, Intransigentes que supieron militar en la patota del Doctor, Comunistas
como Barcesat o Sabbatella...Alguien del palo me decía por estos días que no
faltará mucho tiempo para que las partes se igualen y potencien su maridaje.
Cosa que me pareció interesante desde el punto de vista ideológico, pero escaso
desde lo político en función de una aspiración concreta de cara al 2019. Y dije
2019, no me equivoqué. Parece que nuestra sociedad necesita un poco de derecha
para recordar lo que ha olvidado.
Hace
pocos días un compañero de estos espacios especulaba, desde la metáfora, sobre
si era posible pensar el futuro sin el kirchnerismo. Pues a nosotros, a los
andrajosos, a los marginales políticos, no nos cabe otra. Por fin encontramos
nuestro lugar en el mundo. Ningún tipo realmente convencido sobre lo ocurrido
en esta década puede prestarles atención a los dirigentes que dicen representar
a las fuerzas progresistas; sus comportamientos, sus dichos, sus votaciones
parlamentarias, su compromiso con el campo popular, sus alianzas corporativas
impiden cualquier mirada positiva, diría que dan pena, imposible comprarles un
auto usado, menos confiarles los destinos políticos de la Patria.
Somos
la porción andrajosa del kirchnerismo, militantes deshilachados, se nos mira de
costado y entre paréntesis, nadie cuenta con nosotros, nadie piensa en nosotros
como potencia y estructura ideológica, estamos bien atrás, tanto en los actos como
en las fiestas populares. No somos peronistas. Cosa que constituye un enorme
pecado Nac & Pop si de tragar sapos se trata, aunque a
fuerza de ser sinceros nos observo mucho más tolerantes que lo evidenciado por
algunos compañeros extrañamente dogmáticos. Como si tragar sapos es
lo peor que a uno le puede suceder en la política y en la vida... Será que al
no estar identificados con el peronismo creemos que nunca volveremos a compartir
unos leños crepitando y un humilde plato de sopa humeante. Nos convenció Néstor
con eso de la transversalidad. Y a pesar de Cobos la cosa funcionó. Los
kirchneristas no peronistas seguimos estando allí, bancando nuestros
multicolores y difusos trapos, luchando por nuestras utopías truncas, escapando
de los gorilas, de los gorilas antiperonistas y de los gorilas peronistas.
Estamos en las encuestas de Artemio, de Giacobbe, de Mora y Araujo, y de
Poliarquía. Estamos allí, aunque quieran no nos pueden omitir. No pueden
esconder nuestros sudores, olemos a viejo, a laburo y a inclusión, olemos a un
autito de los ochenta que quema un litro de aceite cada mil y a un fin de
semana largo con aroma a achuras compradas en el Mercado Central. Y cuando digo
achuras hablo de mollejas, carajo.
Me dan ganas de darte un abrazo Gustavo.
ResponderEliminarEste post es una canción que cantamos muchos.
Porque el canto es un clamor de la sed, una demanda de dignidad, es la gana de vivir sin arrastrarse y que los arrastrados no nos condicionen, y también bronca contenida.
¡Ja! Y mi auto huele a pinitos que compro en la Esso.
Tamo rodeados, pero no me entrego.
como idebtidad politica el kirchnerismo es menos que el frepasismo. Por lo menos los susodichos se enfrentaron al menemismo. Uds solo tomaron "prestadas" algunas ideas de la izquierda para hacer leyes, y ahora que? nunca tuvieron analisis politico, no tienen cuadros, solo funcinarios figurones, estan liquidados. Solo falta que se deshilachen como el cachivache que son. Anda a enfrentar a Chevron en vez de hacer epica berreta!
ResponderEliminarAno:
ResponderEliminar¿Quién del Frepaso se enfrentó al Menemismo? Que yo sepa mantuvieron el mismo status económico social sin protesto. No limitaron el poder corporativo y hasta le rindieron pleiteasías al FMI.
Las ideas están, son tan viejas como la injusticia, nadie inventó nada. ¿O la izquierda inventó eso de repartir panes y peces o el asunto de distribuir la tierra? Si usted cree eso quiere decir que leyó muy poco sobre histórica política y ni que hablar de ficción. Lo que sí es original es el modo y la firmeza en implementarlas, y más cuando se hace a contracorriente de la mass media dominante.
Con relación a Chevrón, me guardo para cuando venga Pemex a explotar otra pequeña porción de Vaca Muerta o en todo caso para cuando Macri o Massa decidan volver a privatizarla. Bueno. Tipos como usted están en esa lucha. Cuanto pero mejor, verdad?
Excelente.
ResponderEliminarContale al anónimo la de Standard Oil a Perón. Ese que trae si que es discurso bien berreta.
suscribo Gustavo, somos los que no medimos en el peronometro.
ResponderEliminarPasa Edgardo que las escalas de ese Peronómetro se van modificando según la cara del triunfador. Hace poco un dirigente del partido afirmó que lo peor que le puede pasar a un aspirante peronista es perder. No importa si es bueno o es malo, si es honesto o corrupto, si es un ángel o un demonio. Lo único que importa es su propia capacidad de accesibilidad al poder y de ese modo poder arrastrar a otros hacia esferas superiores. Es como una máquina que se va nutriendo a si misma sin que importe mucho el alimento que utiliza..
ResponderEliminarabrazo
esa es la mejor definición de LARRABURISMO que he escuchado marcelo
ResponderEliminarun abrazo