HAY QUE SER MUY HIJO DE PUTA PARA PERVERTIR CONCEPTOS, CUESTION QUE LOS MEDIOS DOMINANTES MANEJAN A LA PERFECCIÓN
ESO DE TOMAR A LA SANA PARTICIPAR POPULAR COMO PRETEXTO INQUISIDOR SOLAMENTE LE CABE A UNA MENTE DESQUICIADA
"Por temor al fraude, hay un récord de fiscales voluntarios"
(Nota de Clarín)
Se anotaron 38 mil en todo el país. Son siete veces más que en las elecciones de 2011. Y hay 50 mil inscriptos a presidente de mesa. Es producto de una campaña de las ONG. Igual, dicen que no alcanza.
Mientras
los candidatos revisan las últimas encuestas de cara a las primarias abiertas,
simultáneas y obligatorias (PASO), cerca de cien mil voluntarios se
preparan para participar del proceso de control electoral. La clave en esta
cifra, que constituye un récord, se encuentra en buena parte en el fuerte
incremento de personas apartidarias que se ofrecieron para fiscalizar las
90.500 mesas habilitadas. Aún así, pese a que el número es el más alto de la
historia, tanto los partidos políticos como organizaciones no gubernamentales
advierten que se necesitan más para cubrir todos los puestos.
¿Cómo se
explica este escenario de tanto interés en participar? Hay razones económicas:
tal como confirmó el director nacional electoral Alejandro Tullio, los 55 mil
ciudadanos inscriptos en el Registro Público de Postulantes a Autoridades de
Mesa cobrarán por el día de trabajo. Pero no se trata únicamente de dinero. El
malestar social –reflejado en las manifestaciones del 8N y del 18A– y la
desconfianza al Gobierno expresada en un temor al fraude parece haber
jugado un papel preponderante. “Más allá de que las PASO serán un anticipo de
las generales de octubre, la idea es no dejar arista sin cuidar.
Nuestro planteo
fue ‘si caceroleás y marchaste, ayudanos a fiscalizar para garantizar la
transparencia de la elección’. Y la gente respondió de una manera impactante”,
explicó a Clarín Claudio Bargach, coordinador de la Red Ser Fiscal, que
nuclea numerosas ONG y a través de la Web lanzó una exitosa convocatoria a
la que se sumaron 38.033 voluntarios que no cobrarán un peso por su tarea.
Ese
número supera ampliamente los cinco mil apartidarios que se postularon en
los comicios de 2011.
Este
dato se puede sustentar en que el contexto polarizado actual bien se diferencia
de la previa a aquellas presidenciales, a las que el oficialismo arribó como
claro favorito.
De
cualquier modo, la ingerencia de los partidos políticos en este abrupto cambio
fue escasa: “El 82% de los inscriptos nunca fiscalizó. Y el 95% no pertenece a
ningún partido”, detalló Bargach. No obstante, como los fiscales de mesa deben
ser designados por los partidos políticos, la red alcanzó un acuerdo con la
UCR, el PRO, la Coalición Cívica, Unión Celeste y Blanco y Libres del SUR,
entre otros. “Algunos, por una cuestión de estructura, precisaron fiscales de
todo el país. Otros, sólo en algunos distritos”, amplió.
Este
boom por fiscalizar la elección resultó fundamental para hacer frente al
crecimiento del padrón –pasó de 28.900.000 en 2011 a 30.450.000– , pero no
resuelve un tema que es ajeno a la voluntad de las personas: la inseguridad.
Quienes fiscalizan mesas lo hacen en la misma sección en la que votan. Por
ende, como se trata del mismo barrio en el que viven, en algunos casos se
exponen a diferentes presiones que exceden el día de las elecciones.
Principalmente en el Conurbano bonaerense, apuntado por los candidatos de la
oposición como la zona crítica en la que mañana deberán poner especial atención
para evitar maniobras fraudulentas.
Para
ello, además del trabajo que realicen los diferentes partidos políticos, la web
redserfiscal.com.ar también va a confeccionar durante el comicio u n “mapa
del delito electoral”, mediante el cual atenderá denuncias relacionadas a
inconvenientes que surjan a la hora de votar.
por Ignacio Ortelli. Clarín. com
Me encantó que Ortelli se salteara el cacerolazo 8A, ya que tuvo que metérselo en el Ortelli. Como los tantos cacerolazos que tuvieron que abortar en lo que va del año.
ResponderEliminarQue fiscalicen tranquilos y que sigan durmiendo como el Ortelli.