Samuel
Maghett
“Magic
Sam”
Fue el creador
de un estilo de blues urbano muy particular, ideal para ser interpretado en
tugurios y lugares pequeños. Murió muy joven, a los 32 años, perdiendo el mundo
del blues uno de los músicos de mayor talento. Fue la antítesis del músico
comercial. Entre sus discípulos más notables encontramos a Steve Ray Vaughan,
Robert Cray, Albert Collins entre los más destacados.
Leo con cierta
modorra y escaso entusiasmo, en el marco de la “blogósfera” kirchnerista, que
han proliferado los militantes desencantados. De inmediato me puse a pensar qué
cosa, en términos eminentemente políticos, había cambiado para que tal
desencanto viera la luz. Sinceramente me resulta penoso no poder encontrar la
respuesta puesto que mi intención es comprender. A pesar de resistirme a caer
en el facilismo que implica sospechar de las canteras del ombligo propio es
indudable percibir que muchos escribas lo hacen desde lugares cuando menos llamativamente
individualistas. Me da la sensación que el colectivo se va vaciando a medida que
avanza en su recorrido, cuestión que a los que pintamos canas no nos debería asombrar teniendo en cuenta que
la memoria no forma parte de nuestras virtudes sociales más destacadas. Es
curioso que ante una instancia electoral tan determinante para el proyecto
hayan proliferado cuantiosas voces que so pretexto de un pensamiento crítico, a
mi entender inexistente, intentan menoscabar o en todo caso “sobrar” lo realizado
en estos diez años de duro y complejo trabajo político. Observo a muchos
Gianola asumiéndose peritos para vicegobernar a la Patria bajo una percepción
de capacidad propia cuanto menos discutible. Asumo mi orfandad al respecto;
para quien nunca tuvo pretensiones personales es probable que resulte
incomprensible tal desencanto. Lo cierto es que como adherente al oficialismo
me entristece notablemente cierto discurso mediopelo y tilingo muy cercano a la
soberbia. Mucho tipo que está de vuelta, que se las sabe todas, que tienen
“gentes” en lugares estratégicos, acaso contagiados por ciertos advenedizos
caceroleros de la red que tiran influencias al bulto sin que se observen
perdices en el horizonte. Así las cosas. Me tienen harto con la militancia
deben pensar a caballo de la modernidad mediática. Es probable que ante un
supuesto y anhelado ascenso, luego de tantos años de caracteres y derroche de
ingenio, no se hayan percatado que la militancia política en nada se relaciona
con determinados movimientos ejecutivos muy propios de ámbitos en donde el
turno y la antigüedad encierran per-se credencial de éxito y permanencia.
Nunca menos, ni un paso atrás...
Comentarios
Publicar un comentario