Paseaba sus manos por los trastos de la
guitarra, de arriba hacia abajo y viceversa, mantenía el vibrato de las notas
como pocos sabiendo el momento preciso en que debía dejar que la guitarra de
explayara casi con naturalidad. La forma de pulsar las cuerdas era toda una
lección de armonía y afinación, además se constituyó como un maestro del
punteo, ligera cadena que descansaba entre nota y nota. Era zurdo, y como otros
notables guitarristas del género, no cambió el orden de las cuerdas a la hora
de aprender. Su Gibson Flying V, bautizada como Lucy forma parte de la historia
grande del blues. Nunca se sintió incómodo por ser el hermano del gran BB King,
acaso sea un rey sin corona, músico tremendamente apreciado por los amantes del
blues (Carlos Tena).
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