y un poema
Sin
lugar a dudas es el mejor guitarrista en escena, aseveró Eric Clapton. Sobre el
escenario posee y transmite una energía y un espíritu envidiable. Sus ásperos
falsetes, sus fraseos breves y constantes con límites extensos o largos,
graves, acaso fortalecidos, provocan una sensación extraña, diversión y
sufrimiento se mezclan pintando un extraño fresco, boceto que nos propone pasar
del cielo al infierno por la sola invitación musical que nos hace su reflexiva
pasión.
Es
una de las grandes leyendas del Blues. Guitarrista fino, brillante, hiriente...
Buddy Guy en el Luna Park, Mayo del 2012
Disculpe la osadía
Le
cuento que mi autoestima
sobrevive
bastante castigada.
He
sido humillado
más
de lo deseado
por
sostener principios desgastados
y
valores en desuso.
Los
saldos contables
ponderan
pérdidas
que
el tiempo ha borrado
de
mis libros de balance,
sepias
agotados, acaso risibles,
signos
de ilegible lectura.
Es
probable
que
tales circunstancias
poco
la conmuevan
y
que nada sirvan
para
hacer repensar
o
por caso modificar
su
reciente decisión.
A
pesar de aceptarla
con
resignación,
le
sugiero considere
ausentar
de su memoria
los
ilusorios instantes
de
lucha compartida,
cuando
aquello del hombre nuevo
y
un mundo que incluyera
una
brizna de justicia.
Se
ha ido,
y
juro que jamás
me
atrevería censurarla
más
me cuesta imaginarla
sitiada
por la moderna vulgaridad,
esa
que por fuera
de
los logros mortales
sirve
solamente para ufanarse
y
prosperar tilinguería.
No
vaya a creer,
lejos
me encuentro
de renegar del presente,
sin
duda hoy
es
mucho mejor que ayer
pero
nobleza obliga la advertencia.
Disculpe
la osadía
por
el diseño de esta vaga idea,
le
deseo lo mejor
y
que la suerte le sonría...
autor:
Gustavo Marcelo Sala
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