María O ´Donnell

En una sociedad en donde hay mentiras aceptables y otras que no,
hay cierto periodismo que miente cuando dice la verdad...

Maten a Moreno, él se lo buscó o que renuncie...



El Secretario de Comercio de la Nación, Guillermo Moreno, ha sido amenazado de muerte. Esto es verdad. El Secretario de Comercio de la Nación, Guillermo Moreno, no es un tipo de buenos modales. Esto también es verdad, como tantos otros actores políticos dialécticamente violentos que no cargan con similar sambenito. Por caso Carrió, Duhalde, Del Sel, Macri, Amadeo, De Narváez, periodistas como Caridi, Lanata, y algunos otros que la editorialista de Radio Continental ha decidido licenciar.

María O´Donnell afirmó en su programa, llamativamente comprensiva con las amenazas, que el Secretario de Comercio de la Nación, Guillermo Moreno, exhibió un arma en una reunión. Esto es verdad, pero me parece que es deshonesto por parte de la periodista si no aclara el contexto y la situación puntual del evento. Del mismo modo ocurrió con los guantes y los barbijos cuando uno de los cónclaves en Papel Prensa. Repasemos el vídeo y veremos que simplemente se trataba de una puesta en escena jocosa, si se quiere un sketch criticable, pero por lo escasamente risible.

Todo sirve cuando se trata de ensuciar a un funcionario que toca específicos intereses corporativos. Recordemos la estigmatizadora operación mediática Clarín-Cargill en contra de Mazzorín y la reciente Skanska.

María O´Donnell, en línea con la mass media dominante miente cuando dice la verdad. Recorta las desmesuras de Moreno; mientras esto sucede en el presente, pudo en el pasado mirar para otro lado cuando se arrojó a Néstor Kirchner por la ventana de un tren o cuando alguien se alegró, sintiendo mucha paz interior, por la muerte del expresidente. (Y dejo aquí la lista de brutalidades debido a que resulta demasiado extensa)

O´Donnell miente cuando dice la verdad, y esto sucede cuando su relato empieza y termina con Guillermo Moreno y no se continúa con los notorios gangsters a los cuales tiene que enfrentar. Como si Magnetto y Papel Prensa, los Saguier y sus negocios en Caimán, las manos ensangrentadas de Fontevecchia y el resto de la tropa corporativa fueran buenos muchachos al servicio de la comunidad. Como Moreno no tiene buenos modales, cosa que es verdad, es evidente que María O´Donnell no tiene ganas de escuchar el audio de la última reunión que tuvo el funcionario con las organizaciones de defensa del consumidor en donde se exhibe claramente la actitud provocativa de la Señora Sandra González a favor de cooperar, grabador mediante, con el diseño propagandístico que han decidido para el funcionario las corporaciones oligopólicas que ella representa a partir de una falsa neutralidad. (ni que hablar de su sospechosa objetividad)

O´Donnell contribuye a partir de su prejuicio, debido a que nunca tuvo la oportunidad de cruzar palabra con él, a la creación de un monstruo que es necesario solidificar a favor de fines determinados. Curiosamente su incorruptibilidad nunca es mencionada por la periodista, cuestión que ciertamente le preocupa por sobremanera en otros distritos del ejecutivo. En este caso no lo observa como algo relevante.

En consonancia adhiere a la nota presentada por los periodistas acreditados en Casa de Gobierno mientras muestra silencios sorprendentes cuando de comisiones internas de Clarín se trata. Huyendo hacia delante en su credibilidad (ya no digo veracidad) la Señora María O´Donnell, en paralelo con el impresentable operador Eduardo Feinmann y totalmente cegada en su odio contra el Gobierno, dejó entrever la posibilidad de que el “notero obrero” de Duro de Domar era quien exhibía y repartía los panfletos amenazantes contra Moreno. Pocos días atrás se lucía como vocera de los organizadores de las marchas asegurando una supuesta infiltración kirchnerista en ellas con el objeto de levantar consignas de modo desacreditar  el carácter espontáneo y democrático de las mismas.

Maten a Moreno, de lo contrario que renuncie, él se lo buscó, es lo que se logra escuchar entrelíneas en las afirmaciones de la editorialista de Radio Continental. Pero claro, como María O´Donnell es una fiel republicana liberal, siempre dice la verdad y decide prescindir de ese renglón tan engorroso para continuar exhibiendo lo poco de credibilidad que le queda.

Veinte patoteros (patotas que si son de su republicano agrado) aprietan a un juez para que no tome una causa. O´Donnell, la republicana liberal, nada dice.
Veinte patoteros escarchan a un funcionario en su propio domicilio y lo amenazan de muerte. O´Donnell justifica.
Decenas de miles de desmadrados insultan a las angustias, a los dolores y a la intimidad de nuestra Presidenta. O´Donnell minimiza.
Una tapa de una publicación exhibe a la primer mandataria de forma ciertamente desdorosa. O´Donnell se abstiene.
Un acto fallido, un quebranto, una declaración extemporánea de un adherente al kirchnerismo es visto como secuencia inevitable del pensamiento oficialista. Pagni no es visto como fiel representante del pensamiento opositor. O´Donnell generaliza cuando le conviene y especifica cuando la cuestión le propone algún rédito.

Para María O´Donnell, Cariglino ya no es un impresentable  y patotero Intendente del conurbano clientelista según su extinto libro, es un demócrata que bien publicita en el programa de sus amigos Tenembaum y Zloto por la señal  de cabe dominante. Sin embargo sigue detestando el manejo de la publicidad oficial del ejecutivo nacional.(Patota esta que le desagrada)

¿Qué le hubiese preguntado O´Donnell a Cristina en Harvard? No tengo dudas. Lo mismo que preguntaron esos pobres pibes. Como bien dijo el Negro Dolina: “Acabo de ver en Harvard una verdadera paliza. Sospecho que algunos de mis compañeros del Nicolás Avellaneda, y no de los más brillantes, hubieran hecho preguntas más interesantes” Me atrevo agregar que Cristina no le dio una paliza conceptual a esos tristes chicos que no podían permanecer de pie, que no podían enfrentar una mirada. Se la dio a los medios dominantes, a María O´Donnell, a Jorge Lanata, a Magdalena, a Majul, a Leuco, al batallón golpista de los TN boys, a los impresentables "Hijos de Magnetto", tipos incapaces de sostener un debate con alguien de la talla de Cristina y que necesitan parapetarse bajo las faldas del poder oligopólico sopretexto de una hermosa libertad de expresión que todavía no han alcanzado a valorar. El 7D se acerca, los velos se van corriendo. Cada día que pasa se torna más interesante y sorprendente el dilema, los supuestos republicanos van evidenciando, con el trascurrir de la horas, sus miserias e intenciones menos conocidas.


Comentarios

  1. Lo dicho. En su programa de hoy O´Donnell sentenció que las preguntas de los alumnos fueron muy pertinentes. Que la cuestión la vio muy espontanea y que encontraba lógico el tema de los papelitos. También esbozó que Cristina estuvo muy irascible e hizo mucho hincapié con sus dichos sobre La Matanza. Sobre esta cuestión ¿Por qué razón considerará que Cristina se excluyó de nuestras costumbres y folclore cotidiano? Eso sí, nada mencionó sobre el comentario del último alumno: "Voy a preguntar lo que quiero y no lo que me dijeron que pregunte"

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