Reforma
Constitucional
y ciertas
cuestiones a discutir
La necesidad de una reforma constitucional luego de
diez años de haber incorporado derechos novedosos dentro de nuestra sociedad
cae de maduro. Lo cierto es que resulta imprescindible que los pasos dados a
favor de la evolución social encuentren un sujeto legal superior que impida
cualquier retroceso en la materia. La explicación es breve, concisa y
determinante. Las cuestiones sobre género, protección a la niñez, el sistema de
asignaciones, rol de Estado y demás incisos poseen, a mi entender, un rango
republicano fundacional, de modo que dejar establecido en nuestra carta magna
dichos tópicos constituye completar definitivamente el rediseño que buenamente
nuestra Patria ha logrado construir en estos últimos años.
Ensombrecer dicho avance social con un tema
políticamente urticante como la reelección me parece poco edificante. En la
coyuntura a los kirchneristas nos place la idea debido a que nuestra Líder y
las políticas que lleva a cabo no reconfortan. Cuestión que no nos debe
enceguecer. Si el proyecto es mayoritariamente avalado dentro de la reglas
democráticas debemos sobreponernos a su propia presencia de lo contrario
estaríamos admitiendo sutiles fragilidades militantes y que a la vez nuestras ideas
y logros comienzan y terminan con una sola persona. Me parece que debemos
asentar constitucionalmente lo realizado quitando de plano el intento
reeleccionista, inciso que inevitablemente debilitará la pretensión política de
máxima.
Cristina continuará estando tras el modelo de modo
necesario e inevitable por lo cual no me parece prudente ni políticamente
potable incorporar el asunto dentro de la discusión.
En lo personal no dudo que existen cuadros a la
altura de las circunstancias, sucede que la enorme figura de nuestra primera
mandataria nubla y eclipsa a todo el espectro, tremenda personalidad política
que minimiza a cualquiera, tanto a propios como a extraños, no sólo desde la
praxis sino también desde la dialéctica. Como colectivo debemos sobreponernos y
observar el bosque por sobre el árbol, aunque en este caso, el árbol sea
determinante para llegar a entender la dimensión del bosque en su imponente
totalidad.
Además imaginemos solamente y por un rato una
herramienta política de tenor reeleccionista mediando otros actores políticos,
con otras alianzas, alineados con los poderes fácticos y corporativos. Es bueno
detenernos algunos minutos en el asunto. A mi entender sería como abrir la caja
de Pandora en donde podemos hallar como ejemplos tangibles lo peor del
feudalismo provincial.
Desde lo humano me caben las generales de la ley y
albergo cuestiones que no puedo soslayar. Históricamente nuestra sociedad se ha
comido a sus mejores hombres y mujeres. Ese canibalismo ha sido sufrido
mayoritariamente por individuos políticos del campo popular debido a que sus
caminos ideológicos siempre se cruzaron con la impune discrecionalidad de un
poder tan oculto como real. Yrigoyen, Perón, Evita, Frondizi, Illía, Alfonsín,
todos en su momento fueron humillados, desprotegidos, acusados y sentenciados
por delitos nunca cometidos, fueron burlados y estafados.
Antes de las primarias abiertas y obligatorias del
año pasado no veía con entusiasmo un nuevo mandato de Cristina a propósito de
estas cuestiones. Argumento que en la coyuntura se está exhibiendo con enorme
crudeza. Nuestro comportamiento social es sumamente previsible. Sé que mi
debilidad afectiva por nuestra Presidenta, cuestión de marcado tono
antipolítico si se quiere, hace que exprese sesgadamente mi visiones deseándole
desde lo más profundo de mi inteligencia un merecido y reparador descanso, algo
de respiro y alivio ante sus insustituibles pérdidas personales, ante la
incansable envergadura de la tarea realizada, ante su descomunal belleza,
párrafo que sin dudas merece disfrutar. Nosotros debemos continuar con su
tarea, honrando su legado, reafirmando el camino, entendiendo que a pesar de
nuestros egoísmos estamos dispuestos a tomar la posta política sin torcer
paradigma alguno.
Desconozco sus íntimos deseos. Aún en disidencia los
respeto. Difícilmente un animal político sienta que la vida vale la pena fuera
de su pasión, pero no es menos cierto entender que es una joven mujer y que
tranquilamente puede retornar a la primera magistratura luego de un período de
licencia o erigirse como lo que verdaderamente es, un cuadro político de
excepción al servicio de un pueblo que mayoritariamente la aprecia y la
respeta.
Adhiero totalmente,y,de ser necesario firmo con las dos manos e impresiones digitales fuese menester.
ResponderEliminarAntonio:
ResponderEliminarNo sé por qué pero siento que lo escrito y pensado en conjunto va a contramano del deseo de la mayoría de los compañeros. Hablo de los cuadros intelectuales y políticos más importantes del kirchnerismo. Recuerdo que tiempo atrás, en un par de ocasiones, intercambiamos contigo estos mismos conceptos. Sería una pena que tantos cambios esenciales a escala social sigan a estando a expensas del humor del gobernante coyuntural y que no tengan rango constitucional