Mateando con la Ciencia: Hoy ceba Ludolf Van Ceulen






Los antiguos griegos tenían sus problemas favoritos, y uno de ellos fue la cuadratura del círculo. O sea: dada una circunferencia de un determinado tamaño, construir un cuadrado de la misma superficie. Las reglas establecían que sólo se podía usar una regla y un compás debiendo seguir un número infinito de pasos. Desgraciadamente nunca lograron resolver el dilema.
Pero trabajando en él, se encontraron con la proporción entre la longitud de la circunferencia y su diámetro, proporción que ahora designamos como PI. Cualquiera puede medir el diámetro y luego reseguir con un cordel la circunferencia, tensarlo después y medirlo también. Se pone entonces de manifiesto que la longitud de la circunferencia es un poco más que el triple que la longitud del diámetro. Pero ¿Qué es esa proporción exactamente?
Existen procedimientos geométricos para tratar de obtener la proporción exacta, y Arquímedes calculó la cifra de 3,142 más o menos. Se consiguieron mejores valores en siglos sucesivos, hasta que en el año 1596 en matemático holandés Ludolf Van Ceulen obtuvo un valor de PI con veinte decimales, ampliándolo luego a treinta y cinco decimales. Ni siquiera esto dio un valor exacto, pero se aproximaba tanto a la exactitud que ya no se necesitaba ningún otro cálculo razonable relativo a PI. En Alemania el número PI se denomina número Ludolf. Desde entonces se ha obtenido ese número con una mayor cantidad de decimales, pero sigue siendo una cifra inexacta.

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