IRALITA de Martín Iriarte Nicora (Cuento)



Iralita

                            ....de Martín Iriarte Nicora - 10 años 
                             José A. Guisasola - Coronel Dorrego
    Jugador de la 8va división del Club Atlético y Recreativo Progreso


El Rengo Irala debía tener diez años. Era cartonero Iralita. Con su Papá recorrían la ciudad con un modesto carro fabricado, por ellos mismos, con ruedas de bicicleta. Revolvían tarros de basura, bolsas y hasta contenedores; ahí sólo podían encontrar revistas viejas, cartones, latas y cajas de zapatillas. ¡Ah las cajas de zapatillas!... eran un tesoro para el Rengo Iralita como lo llamaban en la villa.
El apodo le venía desde el día que el Papá le pisó, sin querer, con la rueda del carro el pie zurdo;  al no poder llegar a tiempo al hospital la dificultad de su pie izquierdo se agravó, por lo que le quedó una renguera permanente.
Un día recorriendo un barrio cercano a la villa, encontró una caja de zapatillas que en su interior tenía un par de botines marca “Sacachispas” en buen estado. Los botines le quedaban grandes pero Iralita se las ingenió igual rellenándole la puntera con papel de diarios. 
Y llegó el día lunes, el día preferido de Irala. Los lunes eran los días que junto con su Viejo iban a limpiar el monumental del Club Atlético River Plate. Club del cual era hincha fanático.
El Presidente de River de entonces, un tipo llamado Luis Maria Aguilar, les pagaba con monedas al Rengo y a su Papá por el trabajo. Un día, terminada la tarea de recolección y limpieza se encontró un gorrito de River en la tribuna popular; la que tiene el cartel luminoso. Era un gorrito miserable estilo coya con agujeros y roturas de toda clase. Pero para el Rengo esos colores se sentían en el corazón. Ya no le faltaba nada a Iralita, era el pibe más feliz de la villa. Tenía un gorrito de su equipo favorito, tenía botines y estaba en el Monumental; ¿que más quería?. Un sueño. El Rengo se calzó el gorro hasta las orejas y con un rollo de papel se imaginaba jugando al fútbol en la primera de River en medio de un clásico contra Boca.

Entusiasmado relataba para sí mismo sus maravillosas jugadas...

Y la pelota va para Irala y su renga, a los cuarenta y cuatro minutos del segundo tiempo. River está a punto de perder la final del torneo Clausura. Toma la pelota Irala deja dos hombres en el camino, también deja atrás al arquero, le sale el último defensor, el rústico venezolano Oswaldo Vizcarrondo, al cual deja sin asunto mediante un brillante movimiento de cintura... El roce de la pelota en el defensor provoca que se abra un poco y le quede cerrado el ángulo de tiro para definir; sin embargo logra con su renga tocar suavemente haciendo que el balón acaricie suavemente las redes interiores. Gooooooooooooooooolllllllllllll de River..... Irala, Irala, Irala, el Rengo Irala pone a River a tiro de Campeonato ya que con el empate Boca no lograría alcanzarlo en la tabla de posiciones..... Los Borrachos del Tabón coreaban el apodo de Irala como un canto de guerra victorioso...”

Ese día fue espléndido.. El mejor que el Rengo Irala recuerde... había metido el gol de su vida...   el martes, ....el martes sería distinto..



Fin

Comentarios

  1. Hoy se me ocurrio buscar este cuento. Hace casi 18 años compre un libro de cuentos de futbol para leerles a mis cuatro hijos varones en un interminable viaje de Neuquen a Rosario mientras mi esposo manejaba. Nunca me olvidare de este cuento. Mis hijos hasta el dia de hoy se acuerdan. Ahora que lo encontre lo voy a grabar y lo compartire con mis hijos... se me pianta un lagrimon...que lindo recuerdo.

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