HISTORIAS OCULTAS DE CORONEL DORREGO: EL TESTIMONIO DE ADRIANA ARCHENTI


Von Wernich abrió la boca para embarrar la cancha.

El ex capellán de la policía pidió testimoniar antes de que declarara Luis Velasco, de quien dijo que pertenecía al Batallón de Inteligencia 601. No quiso responder preguntas, pero pidió permanecer en la sala. Velasco recordó cada pasaje de su cautiverio como si no hubiesen pasado más de 30 años. También testificaron Blanca Rossini y Adriana Archenti.

1. Luis Velasco Blake
El cura procesado sostuvo que Etchecolatz, condenado en tres oportunidades por delitos de lesa humanidad, le informó que Velasco “perteneció al batallón 601 de inteligencia del Ejército argentino” y sostuvo que “en su momento se lo tuvo para que recogiera información de las personas alojadas en distintas comisarías”. Luego de que ampliará su declaración no aceptó que se le realizaran preguntas y solicito permanecer presente en el recinto ante la declaración del testigo Velasco.Relató que el cura, Christian Von Wernich, hacía bromas sobre las secuelas dejadas por la picana: “Von Wernich me tocó los pelitos del pecho y empezó a hacer bromas, me decía que en la tortura me habían quemado todos los pelitos”.Velasco indicó que durante todo el tiempo que estuvo en cautiverio en la comisaría 5ª “el cura jamás le informó a mis padres sobre mi destino. Y cuando salí mis padres me contaron que nunca les dijeron si estaba vivo o muerto siendo que Von Wernich, era pariente de mi tía”.El testigo además indicó que en los sucesivos encuentros “que fueron varios” al cura le obsesionaba el tema de la tortura y en reiteradas oportunidades les dijo: “Ustedes no tienen que odiar cuando son torturados”.A lo que Velasco le respondió “me gustaría verlo a usted con cinco tipos encima suyo torturándolo a ver si no odia” y el cura replicó “tiene que pagar por lo que le hicieron a la patria”.El testigo también relató que Néstor Bozzi, otro detenido, se arrodilló y le pidió: “Padre yo no quiero morir” a lo que el cura contestó: “La vida de los hombres la decide Dios y tu colaboración”.En otra oportunidad Von Wernich le dijo a Velasco:

“Sos un boludo, porque te hacés quemar en ‘la parrilla’ y después resulta que hablás con tus compañeros en la celda, ya mandaste a muchos en cana”, yo dije: Nooo. Entonces Von Wernich contestó: ¡Ahh… ¿Entonces no dijiste todo en la tortura…?!
Velasco se dirigió al tribunal para solicitarle: “Pregúntenle a Von Wernich donde Están Gustavo Pérez Monsalve, Marcelino Pérez Roig” Y también reclamó por el paradero de Ana Libertad Baratti, la beba nacida en cautiverio. 

2. Blanca Rossini
Fue la segunda en declarar, relató como diez o quince personas armadas  invadieron su casa. Luego contó que “siguió una serie de interrogatorios en la Brigada” donde fue golpeada y torturada porque no daba nombres.
También destacó que “no nos dejaban dormir para que escucháramos la tortura de los otros prisioneros. Nos decían acá no tenés que dormir, acá tenés que sufrir”. Además en la Comisaría 5ª, contó que “una vuelta vinieron unos oficiales jóvenes nos hicieron poner contra la pared y se llevaron a una ‘¿Esta te gusta?’. Y se la llevaron toda la noche. Cuando volvió pidió por favor que no le pregunten nada. Estaba destruida”.

3. Adriana Archenti
Por último, le siguió el turno a Adriana Archenti quien señaló que estuvo todo el tiempo tabicada y con las manos atadas y que si bien nunca mientras estuvo en cautiverio vio ni supo el nombre del ex capellán señaló que “había un cura que era habitué del lugar al que todos los guardia cárceles le tenían respeto y miedo”.
“Lo escuché hablar con un lenguaje eclesial y mesiánico. Hablaba de las posibilidades de salvación, de las posibilidades de colaborar para obtener la salvación. Un discurso religioso absolutamente cínico” sentenció Archenti.
Además la testigo dijo que conoció a Liliana Galarza, que estaba a punto de dar a luz, y efectivamente, en abril comenzó con trabajo de parto. Posiblemente el parto se hubiera adelantado, ya que la madre había sido muy torturada. Fue cuando “se la llevaron fuertemente custodiada a un galpón, donde iluminada con las luces de un auto y en condiciones deplorables, nació una beba”.
Poco después, relató Archenti, “Liliana me paró en el pasillo que va al baño y me levantó el tabique para que viera a su beba. La vi y la sentí llorar. Fue terrible. Luego Liliana se descompuso, se llevaron a las dos y nunca más supe de ellas”.
Liliana Galarza vivió unos meses más y su hija, entregada más tarde a sus abuelos, es querellante en este juicio, representada por los abogados de APDH – CTA.
El jueves se llevará adelante la décimo cuarta audiencia, donde están citados a declarar Osvaldo Lovazzano, Alberto Canciani, ambos ex detenidos desaparecidos y Nidia Andreani madre del detenido-desaparecido Jorge Andreani.

Confirman que Patrault era  “el Tío” de la comisaría 5ª  
Un policía, que resultó ser su sobrino, dijo hoy ante la Cámara que ese era el apodo que tenía. De esta forma, se identifica a un oficial que tenía contacto con los detenidos ilegales.  
  



Ex detenida 

En otro orden, también testimonió hoy Adriana Archenti, una ex detenida que pasó casi tres meses en el centro clandestino que funcionó en la Brigada de Investigaciones de la Policía provincial. 
Archenti dijo que fue secuestrada el 3 de febrero de 1977 en su casa de Coronel Dorrego (sur de la provincia de Buenos Aires) y trasladada a un lugar cercano a Bahía Blanca. Allí permaneció cinco días detenida, “sin comida y sólo saliendo para ir la baño”, expresó. Luego fue trasladada a la Brigada de La Plata hasta que la liberaron el 29 de abril del mismo año. 
La testigo hizo una minuciosa descripción del centro clandestino y de las personas con las que compartió el cautiverio, aunque no supo dar el nombre de estas. Dijo que había una “Liliana” (se trataría de la desaparecida Galarza) que estaba embarazada, que fue llevada a otro lugar a dar luz y que, por problemas de salud, fue trasladada de la Brigada cuatro o cinco días después. 
“Hubo dos traslados masivos (de prisioneros), los individuales eran constantes”, manifestó Archenti en otro tramo de su declaración. “Una vez llegaron unos chicos que dijeron haber sido trasladados en avión desde Bahía Blanca, estaban en muy mal estado de salud”, agregó después. 
La mujer identificó al represor “El Francés”, del que dijo que “era reconocido por su mezcla de crueldad y sagacidad en la tortura”. Hasta hoy nadie había nombrado en el Juicio a “el Francés” como represor en la Brigada. Se lo conocía por su actuación en el centro “La Cacha”, y algunos ex detenidos dijeron que su nombre era Raúl Fierro. 
“Había tortura psicológica —dijo Archenti—. Una vez, a los dos meses de estar secuestrada, me llevó a torturar para decirme que mi padre me había denunciado”.
Adriana Archenti también dijo que a un represor le decían “cura”, y que podría tratarse del sacerdote Cristian von Wernich. Agregó que la noticia de su liberación “me fue dada por un oficial de alto rango, corpulento. Entiendo que podría ser el comisario Etchecolatz”, manifestó la testigo. 

Fuente: EFEME de la CALLE - Bahía Blanca AÑO 2007


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