Nos Disparan desde el Campanario... Rebelión: Una aventura colectiva... por Gustavo Marcelo Sala

 

“A partir del movimiento de rebelión se tiene conciencia del ser colectivo, pues es la aventura de todos, sentenció Albert Camus. El primer progreso de un espíritu extrañado consiste, por lo tanto, continuaba con su alegato, en reconocer que comparte esa extrañeza con todos los hombres y que la realidad humana, en su totalidad, sufre a causa de esa distancia en relación con ella y con el mundo. El mal que experimentaba un solo hombre se convierte en una peste colectiva. En nuestra prueba cotidiana la rebelión desempeña el mismo papel que el “cogito” en el orden del pensamiento: es la primera evidencia. Pero esta evidencia saca al individuo de su soledad. Es un lazo común que funda en todos los hombres el primer valor. Yo me rebelo, luego nosotros somos”.
El modelo judicial que ha instalado la plutocracia en sociedad con el establishment comunicacional a partir de diciembre del año 2015 es muy similar al modelo judicial italiano que transcurrió desde la década del 70 hasta principios de la década de los noventa, periodo en donde gobernó en la península la Democracia Cristiana. Cuestión que el Clan Macri conoce a la perfección y del cual se benefició. El poder en bruto, desnudo, el puesto mayor del puesto menor. Es digna e indispensable la lectura de ese escenario histórico para entender el entramado del poder cuando la justicia abandona sus funciones éticas e institucionales y decide jugar políticamente a favor de una moral tan fáctica como su poder, período el cual termina definitivamente cuando la seguidilla de asesinatos de los altruistas e íntegros letrados instructores Chinicci, Falcone y Borsellino, los cuales actuaban en soledad e independencia, con escaso apoyo estatal, contra las mafias protegidas por los sótanos de la política y el poder real, las cuales eran dignatarias “de estrados especiales”, los padres putativos de Comodoro Pro, instancias que no solo eran utilizadas para proteger a la Cosa Nostra y sus negocios sino además para la persecución de opositores endilgándole el sayo político a las funcionales Brigadas Rojas.
En diciembre del año 2022 decíamos en este foro: “Temo que esta causa Lago Escondido, sobradamente probada por los chats y los audios, y prontamente diligenciada por la fiscal de Bariloche, el fiscal Delgado y testificada por la periodista de La Nación correrá la misma suerte que la de Papel Prensa, las 4040 cuentas sin declarar del Banco HSBC, la de los Panamá Papers, los Aportes Truchos, el Ara San Juan, la escuchas ilegales, las causas que involucran a Stornelli, la autoría intelectual y apoyo financiero del Magnicidio en perjuicio de Cristina, el vaciamiento del BP durante la gobernación Vidal, las responsabiblidades políticas del caso Vicentín, los negociados con las autopistas y los parques eólicos, el soterramiento, la deuda y el préstamo con el FMI, el contrabando de armas a Bolivia para colaborar con el golpe, el contrabando cerealero, la fuga de divisas, entre decenas… Nada se podrá hacer en tanto la parte superior de la pirámide judicial siga en manos de la mafia: Corte, Casación, Jueces Federales y Ministerio público Fiscal. Se llenarán kilómetros de tinta y nos indignaremos hasta el hartazgo, pero nada ocurrirá hasta que el pueblo en su conjunto determine con su participación directa modificar dicha inercia actuando formalmente y de hecho en los comicios y en las calles a través de la ocupación organizada y permanente, eso de rebelarse según Camus.
Continuemos en Italia. Luego de la reapertura del macrojuicio que había motorizado Falcone, osadía que le costara la vida, en donde cayeron más de 300 mafiosos debido al testimonio del Capo de la Cosa Nostra Tomasso Busceta, instancia que fue vergonzosamente anulada por el poder judicial dominante un par de meses después, y que luego de los homicidios tomó fuerza debido a la presión popular, (ergo, una inercia institucionalmente corrupta e imposible de perforar por el sistema se derrotó con movilización y política), cae el sanguinario mafioso Totó Riina, jefe de los Corleonesi, cogobernante de Sicilia, responsable absoluto de esas masacres y de otras tantas (periodo denominado “de los cadáveres excelentes” por la importancia de los ejecutados), como así también compartiendo negocios públicos con los más altos cuadros políticos y emprersariales de Italia. Como consecuencia, y luego de casi 15 años de dominio pleno, cae también la estructura política y judicial que los protegía implosionando el gobierno de la Democracia Cristiana de Giulio Andreotti, el responsable político de un laissez faire estructural y mafioso en donde estos clanes poseían los letrados más influyentes y todas las garantías constitucionales mientras que el cuerpo especial de juristas de instrucción no solo era perseguido, corrido de sus cargos y en algún caso amenazado desde dentro del propio poder judicial, sino además carecían de logística y seguridad para sí y los suyos.
Temo que luego del 1 de setiembre los argumentos políticos y periodísticos de odio, no solo no cesarán sino que se potenciarán, afirmamos en aquel diciembre del 2022. ¿Acaso el haber fracasado en el intento multiplicó la irá de los mafiosos psicópatas? Es muy probable. Esta cuestión está científicamente comprobada. Los psicópatas experimentan procesos de acumulación que están perfectamente descritos en sus deciles de conductas, tablas numeradas que exhiben sus peligrosidades.
Cuando por entonces afirmamos que el atentado contra la vida de Cristina en nada iba a cambiar las conductas de estos psicópatas es porque desde nuestra más remota historia jamás ocurrió que el inhumano poder real cediera, sino todo lo contrario, siempre huye hacia adelante, arrasando con sanguinaria decisión ante cualquier debilidad exhibida.
Es necesario entender que el poder real, Comodoro Py, las derechas filonazis, los medios dominantes, la Embajada de EE.UU y buena parte de la población no solo no desearon nunca que el atentado contra Cristina se esclarezca desde las responsabilidades materiales, logísticas e intelectuales, y no por vergüenza, sino como signo de impunidad, además aspira a que se repita, pero con éxito, y si es posible durante su detención.
Para quitar del medio a las políticas soberanas en algunos países de medio oriente el imperio inventó aquello de la Primavera Árabe destruyendo esas prósperas naciones so pretexto libertario de que se trataban de dictaduras, regímenes los cuales fueron suplantados por dictaduras afines con dicho imperio. Hoy están haciendo lo mismo en latinoamericana pero con el agravante que aquí estamos en democracia de manera que el bisturí conspirativo, en este caso para degradar a nuestro cuerpo social, debe ser algo más subrepticio... De todas maneras repasar lo que sucedió en aquel entonces sería un buen ejercicio, sobre todo cómo funcionó estratégicamente y desde la lobotomización global la fake news: ”armas de destrucción masiva que Saddam jamás tuvo. Algo similar a endilgarle a Venezuela ser un Estado narco, como hace Trump en la actualidad.
El ciudadano ética e intelectualmente honesto sabe que nuestro poder judicial es indigno a la hora de proveernos del servicio de justicia que necesita y requiere la república, debido a que no juega a favor de ella sino que previamente tabula los intereses de los poderes fácticos, ergo, hace pasar sus decisiones por un filtro que no figura en ningún código, en consecuencia todos sus fallos se encuentran viciados, incluso aquellos con los que hipotéticamente benefician nuestras creencias.
El argentino medio es amigo de la justicia futbolera, esa que lo coloca como un permanente solicitante de injustas que lo ampare y si es posible lo beneficie.
El poder judicial actual no es un partido político, es algo bastante peor, ya que gobierna fácticamente, por lo tanto se transformó en una dictadura de hecho la cual puede tranquilamente prescindir de dichas estructuras orgánicas porque representa los intereses del poder real a través de propios gestores.
Tristemente me afilio a pensar que como en los estadios futboleros, la cantidad de ciudadanos moral, éticos e intelectualmente honestos son una enorme minoría (valga el oxímoron), cuestión que se percibe no solo en la política, sino además dentro de las instituciones, en el ámbito estatal, más aún en el privado y sobre todo en los medios de comunicación…
Cristina ya no es una dirigente política con proyección electoral, es algo peor para el poder real, pues se trata de una epifanía, una idea en sí misma, una síntesis. Cristina es sinónimo de dicha popular, de felicidad tangible, la cual gozamos y tenemos memoria, por eso para la plutocracia es necesario ensuciarla, porque la plutocracia odia la felicidad del pueblo. El odio plutocrático es simétrico y proporcional a la potencia epifánica de Cristina. Esto desde luego, más allá de los errores políticos que pudo haber cometido en tanto su conducción.
Así como existió y aún existe un periodismo de guerra, también hay una justicia de guerra, un poder judicial castrense persecutorio que al igual que el mediático posee escalafones jerárquicos, mandos naturales y una estructura de obediencia piramidal. Pues entonces si los dictadores del sistema nos obligan a ser presas por lo menos tengamos el coraje para enfrentarlos, diría Camus.
Algunos admiradores de Robespierre, lectores de solapas y no de historia, deberían saber que solo cuatro meses después de haber guillotinado a quien fuera su amigo Dantón, líder de los moderados e indulgentes, y ex aliado jacobino, bajo las consignas libertad, igualdad, fraternidad y propiedad (nunca entendí por qué excluyen a esta última), creyendo Maximilien estar montado sobre la cresta política de la ola post-revolucionaria, maniobrando el terror con total impunidad cae bajo el mismo filo y bajo sus mismas reglas en las jornadas del Termidor, pidiendo clemencia, temblando, con sus muslos orinados y sus pantorillas defecadas, a su lado estaba esperando por su turno su arcángel de la muerte, el demente, Louis Antonine de Saint-Just...

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