Revista Nos Dispara desde el Campanario Año III Nro. 50… Hasta que la muerte nos separe… por Gustavo Marcelo Sala
Crítica a la banalidad pura
Viajo desde lo banal hacia lo importante para que lo importante me enseñe las claridades de lo banal. No hay modo de imputar a la banalidad sin conocer el sendero de la complejidad. Mi objetivo es ser banal, racionalmente banal para no perderme detalle alguno. Para eso preciso conocer acabadamente cada meandro, cada recoveco, conocer la banalidad de lo banal es una tarea fatigosa que requiere de concentración, atención y cierta dosis de necedad.
No alcanza con los sentidos, embusteros por excelencia, no alcanza con los estados de ánimo, fantasmas poco creativos a la hora de vivirla. No hay que confundir la banalidad con la frivolidad, son dos categorías distintas. La banalidad requiere ser pensada debido a que expresa algo que subrepticiamente pretende exponerse como de nula importancia. Para arribar a esa conclusión entonces es necesario pensarla. En cambio la frivolidad no se piensa ya que se manifiesta superficial y sin peso específico.
La banalidad
posee perversiones y malevolencias maduradas, ignorancias predeterminadas,
mejor dicho sabidurías escondidas, ecuaciones y figuras que bien explican su
razón de ser, sus nefastos contenidos y su continente. No es inocente a pesar
de su morigerado disfraz, se trata de un enemigo extremadamente poderoso,
eficaz en sus estrategias, difícil de vencer con armas nobles. La banalidad
arropa con sus mantos durante el invierno y refresca con sus frutas en verano,
de allí su éxito en el campo del cotidiano sentido común. Si bien en el mundo de las
ciencias duras tiene algunas dificultades, sabe perfectamente que el científico
no lo es durante toda la jornada, justamente para capturar esos espacios diseña
mundos paralelos pensados para momentos lascivos. No hay manera de conocer el
poder de la banalidad sino mimetizándose dentro de su razón pura. Y esa razón
pura no está elaborada ni edificada por circuitos banales, todo lo
contrario, si bien abogan fervorosamente por el sentido común, este inciso está
cimentado doctamente desde un propósito dominante: dejar sin razón pura al
sentido inteligente. Y esto lo hacen atribuyéndole sospechosas incomodidades,
extremando sus agobios, exponiendo a la sencillez como la mayor virtud. La
banalidad, en nuestra contemporaneidad, ha logrado victorias dentro de
la filosofía, la religión, la historia, la antropología, la sociología y la
política, y no por sus valentías o gallardías, sino por la escasa capacidad de resistencia crítica. Las ciencias humanísticas han
cedido ante la opinión y la interpretación de modo que se han transformado en
materias discutibles en donde todo está sujeto a comicios, incluso las
probanzas taxativas, ergo incluso la memoria y la justicia como valor. La
banalidad necesita del individuo banal, SER que con el correr del tiempo ha
sido domesticado a favor de un exitoso proyecto de banalización global,
paradigma imprescindible para que la conciencia social y colectiva no tenga
nunca jamás la oportunidad de exhibir su humanista razón pura...
El vértigo de una bala
Era la primera vez que experimentaba
tal sensación. Viajar siempre estuvo entre sus planes y prioridades, de hecho
para eso había llegado a este mundo, incluso conocía que su diseño
antropométrico incluía dicho pretexto. Sus extremos sucios mediaban por sobre
distancias cortas de manera que hasta podían considerarse límites hermanos. El
ingreso al habitáculo, acomodar los sentidos, verificar que al comienzo nada se interponga ni obstruya, instruirse debidamente sobre su rol en tan breve espacio físico, se constituía como el visado preliminar.
A minutos de la salida estaba todo en
orden, a tal punto que tuvo tiempo para relajarse y disfrutar escuchando de
fondo la extraordinaria guitarra de Stevie Ray Vaughan interpretando Lenny, una
de sus melodías instrumentales más célebres.
Imprevistamente la pólvora estalló en
el rostro, su morro se oscureció, y un cansino aroma a quemado invadió su
atmósfera individual. El viaje había comenzado, casi al instante la sangre del
muerto estaba lavando esas impúdicas señales de cuna. A toda velocidad nació, y
como lo exigía su egoísmo viajó, y como su pretexto demandaba, mató. La bala
puede dar fe, para sí, de su vértigo y de sus extremos sucios, por ventura poco
nos puede informar sobre ellos y el sendero que recorre.
Réquiem del poeta a horas de ser guillotinado
Lyon, Octubre 20 de 1790
Estimado Christian Trouviller...
No se trata de un sentimiento
vacante. Tampoco de perezas ni de ausencias. Me he propuesto escribir el último
poema. Hay matrimonios que suelen dilatar sus destinos esperanzados que algún
día aquella imagen que descansa en la memoria recobre su color original. Y uno
intenta interpretarla de otro modo, se esfuerza por disimular sus sepias, se
inclina en dirección al contraste conveniente. La pasión literaria conlleva las
mismas reglas de juego, el mismo desgaste. Un fatigoso derrotero cuyas huellas
simbolizan fracasos, tanto no deseados como irremediables. La idea de
trascendencia va decreciendo en expectativa dando lugar a la finitud como
prodigio invulnerable. He decidido romper el vínculo; divorciarme sin protesto
de aquello que amé profundamente. Noches de graníticos encierros, recuerdos no
anhelados y penumbras persistentes; silencios partícipes, coautores de faenas
que nadie tendrá voluntad de leer. Y temo que no puede ser de otro modo. El
responso es una buena forma de despedida, momentos en los cuales se suelen
evocar las mejores obras y los mejores rasgos del flamante difunto. Le ruego
que el día 27 de Octubre concurra al penal de forma tal de poder confiarle, en
mano, mi último poema...
...Marcel Fernot
El recado le fue entregado a
Christian por el Teniente Diupernau, interino de la guarnición de Lyon. Hacía
dos meses que Marcel estaba detenido en dicha fortaleza por orden del propio
Saint Just, “el arcángel del terror”, en condición de traidor a los principios
revolucionarios, paradigmas por los cuales había luchado desde el campo de la
intelectualidad durante los últimos quince años. Fernot era autor de las
publicaciones más entusiastas a favor de las consignas libertarias. No sólo
aportaba su convencimiento ideológico, sino también ponía su formidable prosa
al servicio de la causa. Al igual que Aristóteles apreciaba la verdad por
encima de sus afectos personales de modo que las consecuencias no se hicieron
esperar. A poco de instalado el gobierno revolucionario se mostró en desacuerdo
con las persecuciones y los vejámenes que las autoridades constituidas
practicaban como sustento político. Sostenía que habían sido bastardeados
aquellos principios que dieron fin al despotismo monárquico. Alzó su voz contra
la política de la guillotina, manifestando que de ese modo se ejercía una
suerte de gatopardismo, cambiar para que nada cambie, teorizando que la
resultante de tales eventos sólo podía desembocar de manera siniestra. Su amigo
Dantón trató de convencerlo que en breve la racionalidad de los paradigmas libertarios
se instalaría definitivamente en Francia, sin saber que poco tiempo después él
mismo caería bajo la segadora inercia del cadalso.
Para Marcel Fernot, libertad,
igualdad y fraternidad, eran módulos imprescindibles, sustancia que corría por
sus venas al igual que la misericordia y la solidaridad ante el dolor ajeno.
Pensaba que la revolución se estaba comiendo a sus propios hijos a través del
destierro o el patíbulo y que nada se podía hacer al respecto. La fortaleza
estaba custodiada por cientos de pestilentes andrajos hambrientos de sangre y
venganza. Conforme se recorrían sus pasillos, la percepción de un incierto
futuro se hacía sentir; masas fanatizadas y permeables a la espera de un
discurso cómodo y malversado. Dentro de las mazmorras, decenas de viejos
luchadores por la libertad eran sometidos al insulto y al oprobio. Un tal
Bonaparte era el Comandante de la guarnición. Joven muy alejado de los
principios revolucionarios, era fiel amante de sus propias palabras y
discursos. Fernot soñaba con una Galia solidaria y participativa; Bonaparte con
una Europa imperial y determinante que tuviera a Francia como protagonista
exclusiva. Odio y admiración al mismo tiempo. El Comandante del presidio, en
sus momentos libres, solía bajar hasta la celda de Marcel para conversar sobre
filosofía y política, analizaban juntos textos de Rousseau, Montesquieu y
Voltaire; discutían sobre el valor de la opinión pública y cómo ésta debía
encauzarse a favor de objetivos concretos. No obstante la animadversión que sentía
por su ocasional antagonista, Fernot percibía en el pequeño militar un carisma
dominante. En varias oportunidades Bonaparte le insistió que haría todo lo
posible para salvarle la vida debido a que tenía demasiado respeto por su
inteligencia, cualidad que consideraba como un bien escaso. Lo cierto es que a
través de sendas cartas escritas, de propio puño y letra, pedía encarecidamente
tanto a Robespierre como a Marat por la vida del condenado, detallando que el
poeta detentaba atributos intelectuales por sobre la media, debiendo ser
aprovechada su capacidad para enfrentar la futura reorganización de la
República.
En el crepúsculo del día 26, el
Comandante de la guarnición le informó a Marcel Fernot que su sentencia se
llevaría a cabo al amanecer del día siguiente. Conforme a las normas
establecidas para antiguos militantes de la causa condenados a la pena capital,
se les permitía solicitar aquello que reconfortara sus almas. En la ocasión el
poeta fue simple y escueto...
-Por favor. Deseo tenga a bien le entregue al ciudadano Christian Trouviller el
presente manuscrito. Teníamos pendiente un encuentro, que por desgracia va a
quedar trunco por razones de fuerza mayor. -Confíe – aseguró Bonaparte- en
persona me encargaré de la encomienda.
La pena fue ejecutada ceñida a las
normas burocráticas en curso. Luego de llevada a cabo, el Comandante de la
guarnición elevó el informe a sus superiores tal cual observaban las formas
revolucionarias. El encargue nunca llegó a manos de Trouviller, quien arribó
tres horas después de efectivizarse la condena.
Pasados treinta y cinco años, y en
uno de los arcones que el viejo Emperador tenía en su dormitorio de la
fortaleza de Santa Elena, entre las hojas del Cándido de Voltaire,
más precisamente en el capítulo XII “La Separación”, se halló un poema cuya
autoría, en un principio, le fue adjudicada por error. A poco de comparar la
caligrafía los investigadores desestimaron que Bonaparte fuera el responsable
de tales versos. Quizás, una clandestina admiración; algún camarada tal vez, no
había posibilidad de precisiones... El título del soneto era ilegible; sus
estrofas expresaban las marcadas y encontradas sensaciones que propone el
crepúsculo como estado de espera, angustia y resurrección...
Crepúsculo de cumbres inasibles
cuéntame de tu miel y de tu espanto
no nos hieras con tu hiel y con tu llanto
por cuenta del amor y lo imposible...
crepúsculo y tu necia soledad
que invita a sostener una mirada
aquella que convierte en estocada
el celaje que arropa tu verdad.
Crepúsculo de turbias imprudencias
te advierto que me duele tu talante
fuiste juglar de indultos y clemencias
divulgando tan sólo en un instante
que el amor también vive de indecencias
y el dolor se atesora en el Levante.
- Relatos del libro El Sendero de los Extremos Sucios (2017 - Artes Gráficas Líber)
Tiempos violentos
I
Buena parte del calvario que está viviendo Cristina es
responsabilidad del peronismo, cuestiones que se potenciaron con el
advenimiento de la línea conservadora denominada Massismo, y más tarde con el
Randazzismo, ambos acompañados por algunos caudillos del interior, los cuales,
aliados a los medios de comunicación y al establishment atomizaron al
movimiento y le hicieron perder poder
legislativo y número dentro de las cámaras, por caso como para hacer una
reforma judicial y juzgar debidamente a este grupo de tareas plutocrático de
Comodoro Py, el cual domina la escena política del presente. Hasta ahora no
escuché auto-crítica al respecto y menos una línea que fundamente aquella
actitud. Esto se remonta a una década exactamente, comenzó en el año 2012 luego
de que el kirchnerismo obtuviera a fines del 2011 el 54% de la voluntad
popular. Siempre somos responsables de lo que no tratamos de evitar, aseguró
Sartre, pues buena parte del peronismo fue colaboracionista en tanto lo que por
este tiempo ocurre. Si Cristina es definitivamente condenada por un esquema
laudatorio para con la derecha que nadie de este Gobierno se atrevió a enfrentar,
o vuelve a sufrir otro atentado contra su vida la historia del campo popular y
la memoria colectiva darán cuenta, con el riesgo que ello implica, sobre
aquellos supuestos compañeros que colaboraron con el martirio o que nada
hicieron para evitarlo.
II
Pretender que en Argentina haya justicia es un delirio Pensemos cuántos argentinos notables de la historia fueron llevados a juicio por el establishment, algunos de ellos sufrieron condena carcelaria, otros se tuvieron que exiliar, en algún caso, y ante la debilidad probatoria fueron directamente fusilados, asesinados o desatendidos en sus enfermedades, calvario basado en falacias y mentiras, victimas algunas que incluso gozaron del arrepentimiento tardío de sus acusadores so color de presiones políticas o malas lecturas de la realidad, calumniadores que nadie recuerda, y eso es lo que los hace impunes, saben que nada de su mendacidad quedará de ellos, por eso los fiscales y jueces actuantes son solo gestores que se colocan al servicio del poder real para eliminar los notorios oponentes al orden establecido. Repaso y a primera vista me encuentro en el listado con Artigas, Belgrano, Castelli, San Martín, Dorrego, Rosas, Yrigoyen, Perón, Tosco, las misteriosas muertes de Moreno y Monteagudo, de manera que nada del presente nos puede sorprender. No se trata de la verdad o la mentira y menos de eventos dolosos, se trata de la eliminación de un ícono identitario, de una lectura, de una representación, de una idea. Por eso Cristina, a pesar de su excelente defensa y de su magistral refutación ante las falacias, igual será "detractada", porque el tema no está encuadrado dentro de lo jurídico sino dentro del marco de lo político. Por eso para nada estoy de acuerdo con el sacrificio que implica el acto altruista de rechazar un posible indulto o partir al exilio y “pretender que haya justicia”, porque dicho valor nunca aparecerá en el escenario de nuestra contemporaneidad. La plutocracia y el establishment han llegado hasta aquí y no darán un paso atrás.
La contracara lo demuestran los fallos absolutorios que gozan los funcionarios del establishment a pesar de las irrefutables probanzas en contrario, cuadros políticos y empresariales los cuales transitan sus días con absoluta impunidad e inmunidad por parte de los mismos gestores.
III
IV
La quieren muerta…. No es nuevo…
Porque es la única que no se quebró ante el poder real...
En el 2017 vandalizaron y atacaron su
casa de Río Gallegos estando ella con su nieta dentro mientras afuera los
medios hegemónicos se hacían un festín revisando su cesto de basura. Viven
vandalizando también todos los íconos relacionados al kirchnerismo, a lo largo
y a lo ancho del país, las imágenes amenazantes en cada marcha opositora eximen
de todo comentario. Horcas, féretros, bolsas, guillotinas. Hasta mediocres y
corruptos concejales de oprobiosas administraciones públicas se atreven a
insultarla en las sesiones deliberantes parroquianas. Semanas atrás le
revolearon cascotes en el Congreso a la par que la policía de Larreta protegía
al tirador, hace apenas unos pocos días alguien, un sábado por la tarde
“laboral”, acercó dos contendores de piedras a metros de su domicilio con fines
inconfesables, mientras que miembros del grupo de tareas que responde a Larreta
insultaban y golpeaban a funcionarios y militantes kirchneristas. Por estas
horas un conspicuo participante de las corrientes notas antik de los móviles
intentó un magnicidio contra su persona mediante un arma cargada. Hace un buen
tiempo escribimos que Cristina debía exiliarse porque Argentina se había
convertido en un territorio plagado de psicópatas potenciados por la violencia
de los medios hegemónicos mediante sus falacias y las fake news, y el poder
judicial mediante el lawfare y sus operaciones. Macri, Larreta, la Embajada y
la UCR han manifestado su solidaridad, no les creo, el tiempo responderá. Tal vez el miedo los heló ante las impredecibles consecuencias de una
reacción popular de haber tenido éxito la empresa.
Más de una década atrás afirmamos que había ofensas que no tenían retorno. Y nos tildaron de violentos a los que comenzamos a contrarrestar esas infamias e ignominias mediante la pluma. Lo he vivido en carne propia mediante amenazas e invitaciones a emigrar. Es hora de entender que a pesar de esto el enemigo no se detendrá. La causa está en manos de una jueza nombrada y que pervive dentro de la bolsa de pus judicial del establishment. No esperemos nada por allí más allá de la teoría que nos hable de un grupete de dementes. Mientras Cristina vive en Estado de Sitio permanente, coartados sus derechos individuales, aún inocente, Macri vive en Estado de Indulto Permanente, asegurada su impunidad e inmunidad de acción, omisión y delito. Ese es el formato de los bananeros republicanos argentos. Hablar de justicia en Argentina es de delirantes.
V
VI
Entre las PASO
2019 y la primera vuelta, y luego de una entrevista que Joaquín Morales Solá le
hiciera a Alberto Fernández en el programa Desde el Llano de la señal TN
aseguramos:
"En la
entrevista con Alberto, se vio a un Morales Solá sumamente interesado y o
preocupado en la, para él, relación contradictoria que el Candidato a
Presidente tuvo en el pasado con su compañera de fórmula. Es curioso que tal
razonamiento no sea traslativo a la fórmula del oficialismo en tanto su
candidato a vicepresidente fue una espada legislativa fundamental durante el
kirchnerismo, no solo cuando gobernó sino además cuando le tocó sostener el rol
opositor. Se nota que nuestra derecha intelectual, al contrario que Roma, no
solo prefiere pagar traidores, sino que los arropa, los comprende y los mima..
De todas maneras y más allá de las chicanas y bromas que siguieron a partir de
la entrevista considero que el establishment está más que tranquilo con Alberto.
Acaso ésta es la mejor noticia para "Joaquín".
En lo
personal muy poco me interesaron las pulseadas dialécticas que sostuvo con un
entrevistador con el cual nunca dejó de reunirse y en otros momentos operar, si
puse mucha atención en las afirmaciones de nuestro Candidato. Y me queda claro
que en caso de triunfar se viene una muy acuarelizada versión peronista, más
correctora de erratas neoliberales que revulsiva, en donde la confrontación con
los poderes fácticos no formará parte de la agenda, en donde los privilegios
obtenidos en estos años no serán motivo de revisión... Noté a un Alberto
escindiéndose de puntuales políticas del gobierno nacional y popular que
nosotros reafirmamos desde la ideología, pidiéndole perdón y confianza a la
sociedad por una Cristina del pasado que cambió para bien. Alberto fue a rendir
examen al núcleo duro del establishment, y considero que lo aprobó de manera
sobresaliente. (Pulsiones 2011-2019. Artes Gráficas Líber)
*Gustavo Marcelo Sala. Editor. Escritor.
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