Revista Nro. 10 POLÍTICA DEMOGRÁFICA Y PANDEMIA. (Tercera parte) Por Antonio Diez (El Mayolero)


En las intervenciones anteriores hemos expuesto la problemática, la que todos conocíamos y que el COVID-19 vino a poner al desnudo. Ahora trataremos de ver cuáles pueden ser las soluciones. 
Soluciones que no serán fáciles, ni rápidas, ya que se trata de revertir situaciones que salvo algunos cortos períodos de nuestra historia como Nación, se remontan a nuestros orígenes.
A mi ver la cuestión pasa por anclar a la población del interior en sus lugares de origen, Ya establecimos que muy pocos se alejan de sus lugares para radicarse en las grandes aglomeraciones urbanas si no es con la esperanza de una vida mejor, ya sea en lo económico o en lo cultural.
Hubo una planificación, ya casi olvidada, que fue el PEA2020 (PEA= Plan Estratégico Agroalimentario) que establecía un parámetro por el cual ninguna "commodity" podía moverse más de 80 Km de su origen sin ser sometida a algún proceso industrial.
Eso requiere una infraestructura de servicios en un principio energéticos, de manera que las industrias puedan desarrollarse sin sobresaltos. La interconexión de las redes de energía eléctrica, en su mayor parte ya construida, debe ser complementada con las redes troncales de gas natural. A  partir de allí se pueden generar puestos de trabajo seguro y estable por todo el interior.
Ya no tendrían sus pobladores la pulsión de la mudanza en busca de mejores oportunidades. Personas con trabajo seguro y estable generan la capacidad de encarar planes de vivienda pagables a través del tiempo. Los convierten en "sujetos de crédito".
No me quiero meter en cuestiones educacionales, que tan bien viene abordando nuestro compañero de Redacción, el Prof. Horacio Pili, en este mismo medio, pero comparto plenamente sus conceptos, ya que estas cuestiones culturales deben ser parte inescindible de esta especie de "Refundación de la República" que creemos indispensable.
Esas poblaciones arraigadas en sus lugares de origen, formando centros urbanos medianos (de unos 50.000 habitantes) serán también creadoras de sus propios canales culturales y sociales que hagan atractivo a sus habitantes mantenerse en el lugar.
Esto también hace más manejable la atención sanitaria de esta población arraigada.
En fin, mi entender es que nos espera una larga tarea que requerirá una movilización de todas las fuerzas dormidas de nuestra sociedad, y que llevará un largo tiempo de esfuerzo continuado por lo menos de toda una generación.



*Antonio Diez (El Mayolero), Periodista, Escritor, Ensayista, columnista del programa Voces Cooperativas, autor del libro Formación y Transformación del Sujeto Agrario, ex candidato a Intendente de Tres Arroyos por el Partido Intransigente


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