Justicia
por mano propia es un sofisma tristemente instalado, un oxímoron que no
necesita ser hurgado en demasía, la argumentación es clara y contundente. La
justicia es un estadio o valor que requiere de incisos probatorios, mientras
que el debido derecho de defensa contiene reglas institucionales y
constitucionales muy bien detalladas. Nunca olvidemos que el ariete judicial más
importante del oficialismo mató por la espalda. El sentido común suele ponerlo
en el mismo plano que la instancia de la legítima defensa propia. Y allí radica
la falacia mayor.
El estadio de defensa propia no es
justicia por mano propia, es justicia, ya que se encuentra legislado y tiene
claramente expuestos sus límites. La mano propia es una vulgar y facilista
interpretación subjetiva sobre un evento que abre la puerta a más de una resolución.
Defenderse de un peligro inminente no es lo mismo que matar porque a uno lo
robaron. Para el primer caso está la instancia de la legítima defensa, para el
segundo el debido proceso judicial, desde la denuncia hasta la definitiva
condena. Y lo digo desde el lugar de haber sido víctima de cinco robos a mano
armada en CABA, en donde tanto mis hijos como mi madre sufrieron eventos del
mismo tenor. Es demencial subjetivizar antojadizamente el contrato social,
hacer propias lecturas y proceder en consecuencia. Nadie me ha robado más que
el neoliberalismo anterior y actual, imaginemos por un rato si procedo igual
que estos héroes contemporáneos del tiro al banco (corrijo al negro)...
Es importante recordar que HOY, 16 DE SETIEMBRE DE 2016, se cumplen 61 AÑOS del triunfo de la REVOLUCION FUSILADORA, exactamente 3 MESES DESPUÉS de la MASACRE causada en los alrededores de la Casa de Gobierno por la aviación de la Marina Argentina en su "bautismo de fuego" en contra del pueblo argentino. Más de MIL VÍCTIMAS entre las cuales se contaron MÁS DE CUATROCIENTOS MUERTOS.
ResponderEliminarHoy, a 10 meses de haber sido VOTADOS, quienes GOBIERNAN a nuestro país y a todos nosotros, son los herederos y descendientes de aquella DERECHA DE MIERDA.
MEMORIA. SIEMPRE MEMORIA, ESPECIALMENTE PARA ENSEÑAR E ILUSTRAR A QUIENES AÚN NO HABÍAN NACIDO PERO QUE HOY PUEDEN VOTAR.