Por Luis García Montero
para Diario Público de España
Saber lo que da miedo, lo que
produce pánico, ayuda a conocer el carácter de las personas.
Las encuestas sobre la
intención de voto de la ciudadanía han dado mucho que hablar en la última
semana. Y hablando se entiende la gente. Hasta el catastrofismo, las amenazas y
las profecías de epidemia electoral sirven para iluminar la realidad. Las convulsiones
que provoca el ascenso fulgurante de Podemos nos enseñan mucho sobre la
situación de la Democracia y la Prensa tradicional en España. A la luz de las
encuestas, se perfila también una idea de lo que se piensa de Europa entre los
padres y las madres de la Patria.
1.- La Democracia. La quiebra
del bipartidismo es presentada por políticos y periodistas como una amenaza
populista contra el Gobierno responsable. Se trata de un peligro para la
Democracia. Este miedo nos obliga a plantearnos de inmediato qué idea de
Democracia sostienen las personas asustadas.
Por lo visto hay muchos
políticos y comentaristas para los que una Democracia es una máscara perfecta,
el disfraz de la desigualdad. El rigor democrático significa para ellos que 16
familias con apellido de élite acumulen en España el mismo dinero que 14
millones de pobres. La seriedad supone aceptar que un Gobierno conceda obras
públicas por valor de 22 millones de euros para que en sus cajas B y C entren
más de 4 millones de monedas negras. La madurez implica que un presidente calle
o mienta por costumbre.
Más todavía. Según ellos
entienden, la profesionalidad es negociar con los bancos leyes hipotecarias
para el desahucio descarnado, injusto y sin amparo de las personas engañadas
por una gran estafa inmobiliaria. La responsabilidad económica es pactar con
las élites una liquidación vertiginosa de los derechos laborales. Es utilizar y
favorecer el paro como argumento para deteriorar los salarios y los contratos
laborales. Es llamarle demagogia a la verdad.
Esta es la idea de Democracia
que defienden todas las voces aterrorizadas por un posible cambio. Su miedo los
distingue de buena parte de la población que tiene otras preocupaciones. Está
asustada por el desempleo, la pobreza, la corrupción política y las mentiras
electorales.
2.- El Periodismo. La quiebra
del bipartidismo molesta a un amplio sector de la realidad mediática española.
Hay muchos matices. Repiten profecías catastróficas los periodistas y
tertulianos acostumbrados a llamar la atención con calumnias, insultos,
mentiras y disparates al servicio de los poderes más reaccionarios. Escriben
editoriales rotundos los medios que han confundido la información con las
especulaciones económicas. Pensaban, además, que ser importantes significaba
tener un partido o una familia política a su servicio. Ahora pierden las
cuentas de sus especulaciones, sus políticos y su clientela. Para ellos la
quiebra del bipartidismo es también la constatación de que nuevos modos de
información han roto su hegemonía.
La mentira o la manipulación de
la verdad: esta es la idea de Periodismo que defienden todas las voces
aterrorizadas por un posible cambio. Llama la atención la facilidad con la que
han cobrado protagonismo los tontos de baba en el panorama mediático. La producción
industrial de tontos es un síntoma tan indicativo como la facturación de
calumniadores. Sus ideas de España se distinguen por fortuna de una ciudadanía
que está cansada de una realidad llena de miserias y mentiras. Es una suerte
que las indignaciones no hayan alimentado aquí el fascismo, sino la ilusión de
un cambio democrático del sistema.
3.- Europa. Cada vez que se
utilizan los nombres de Venezuela o de Bolívar como amenaza de catástrofe
contra lo europeo, no sólo se simplifica el debate sobre Venezuela o el
bolivarismo, sino que se afirma una determinada idea de Europa. Hay gente
aterrada porque piensa que Europa, igual que la Democracia y el Periodismo, es
el ámbito perfecto para que la ley del más fuerte imponga sus corrupciones,
mentiras y abusos económicos. Por otra parte, algo muy frágil debe ser Europa
si no es capaz de equilibrar el voto libre de la ciudadanía y la seriedad
democrática.
¿Quién puede plantear la España
del PP o del bipartidismo como modelos de seriedad europea y democrática? Dime
a qué le tienes miedo y te diré quién eres. Vamos a ser serios, pero de verdad.
·
Luis García Montero (Granada, 4
de diciembre de 1958) es una de las principales figuras de la actual poesía
española. Autor de más de 25 poemarios, recibió el Premio Adonais en 1982 por
El jardín extranjero, el Premio Loewe en 1993 y el Premio Nacional de
Literatura en 1994 por Habitaciones separadas. En 2003, con La intimidad de la
serpiente, obtuvo el Premio Nacional de la Crítica.
A lo
largo de su vida, García Montero también ha publicado ensayos, es autor de
ediciones críticas de poetas como Federico García Lorca o Rafael Alberti y
tiene en su haber obras de prosa como la novela Impares, fila 13, escrita junto
a Felipe Benítez Reyes, además de haber colaborado en prensa de forma asidua.
FUENTE: Diario Público de España
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