CUANDO GRACIANA PEÑAFORT EXPONE, LO MEJOR ES LEER CON ATENCIÓN Y LUEGO PENSAR. Tema: Sobre la reforma al Código Penal.. (Teléfono para Massa y sus medios "milito/dominantes")


Demagogias Punitivas

Graciana Peñafort. Directora de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Defensa, para Miradas al Sur

En 1994, Raúl Alfonsín dijo en la Convención Constituyente, a propósito del artículo 39: “No queremos consultas vinculadas con lo penal, porque en un arrebato de la opinión pública podemos llegar a establecer, por ejemplo, la pena de muerte por un delito. Tratada esta cuestión de manera particular por los medios de difusión, podría llevar de pronto, en una explosión de la sociedad, a tolerar o permitir una deformación de esta magnitud.”
Que el Sistema Penal en la Argentina no funciona como la sociedad lo requiere, no es ninguna afirmación reveladora que merezca un premio Nobel. Tampoco es una premisa que por su sola repetición, solucione el problema del Sistema Penal, aunque hay ciertos señores que dicen ser dirigentes políticos que insisten torpe o maliciosamente –vaya uno a saber–, en su repetición hasta el absurdo. Incluso los hay productores hollywoodenses que creativamente, ponen camaritas por todos lados, que después no funcionan o que sirven para llenar los minutos muertos de los noticieros. Mientras tanto, mientras la realidad es eso que a veces muestran –o no muestran– los noticieros, los diarios, las rondas de amigos que –repantigados en un cómodo bar– te advierten sobre la “inseguridad”, y ya que estamos, la “presión tributaria” e incluso, la “dictadura democrática”, sea lo que sea que eso signifique para el emisor –era dólar en el verano, ahora, realmente no lo sé– .
Para ordenar un poco tanto ruido, resulta prudente definir que los hombres y mujeres vivimos en sociedad y que dicha condición o circunstancia exige solidaridad, orden y una serie de reglas o pautas de conducta e instituciones que sostengan y actúen lo anterior. Control Social que le dicen.

El control social en cuanto valores, instituciones y pautas de conducta a las que se somete el individuo –y a las que se pretende someter a los individuo, también debe decirse– tiene por objeto básicamente regular la conducta individual y mantener enhebrada la trama social. Uno de sus subsistemas es el Sistema penal, que no sólo está constituido por las leyes penales, sino además por los sistemas penitenciarios, los operadores jurídicos de dichas leyes, las fuerzas policiales, los sistemas protectorios y reparatorios a las víctimas, entre otros aspectos o elementos a tener en cuenta.

Por ello, pretender que una ley penal por sí misma –o un Código Penal– en su caso, solucionen el completo funcionamiento del Sistema Penal, es cuanto menos un deseo ingenuo y cuanto mucho, una demagogia en materia penal inexcusable.
La actual reforma al Código Penal busca básicamente ordenar y otorgar racionalidad a una legislación penal caóticamente formulada, adecuar penas y sanciones, incorporar delitos no previstos y tal como señala el Decreto Nº 678/12 “… consolidar la institucionalización, la seguridad jurídica y la plena vigencia de los derechos y las garantías individuales, para la presente y las futuras generaciones de argentinos”. Una vez hecho, aún nos quedarán por resolver esas cárceles en las que no hay Dios ni amparo, esa policía que tememos, los malos jueces y los peores abogados. Todavía nos quedará ordenar el cinismo de un sistema de inocencias dudosas y culpabilidades tardías. Todavía nos quedara por ordenar un sistema penal que no funciona.

Frente a este objetivo, aparecen las agendas de la demagogia, que dicen que no hay que ordenar ni legislar, sino que hay que endurecer las penas, sancionar duramente a los pobres y por qué no, perseguir a los menores en conflicto con la ley, como si fuesen adultos, como si no fueran los eslabones más débiles de una cadena de complicidades y abandonos de quienes deben protegerlos, educarlos y mantenerlos a salvo.

Las agendas de la demagogia penal señalan airadas, que son necesarias mayores y más gravosas penas. Son los mismos que hablan de inseguridad en un robo seguido de muerte y llaman “drama familiar” a la muerte de una mujer por ser mujer. Son los mismos que justifican el delito de evasión de impuestos, basados en el loable objetivo de comprar el famoso dólar “blue”. Y siempre son penas para los otros. Penas para los que portan caras y no tarjetas vip y guantes blancos… los dueños de las vaquitas siempre ajenas. Creen en la dureza de las penas, como algunos creen en las pociones de amor. Y es tan poco honesto el planteo, que como ciertas magias, abundan supercherías y errores conceptuales. Por ejemplo, vociferar excarcelación y omitir siquiera considerar que ése es un instituto regulado por los códigos procesales, de competencia provincial.
Y hablan de consensos y diálogo, sólo buscado torpe e irresponsablemente a qué oponerse o cómo hacer prensa. Y, finalmente, algunos concluyen que tal vez no sea tiempo de tratarlo ahora. Porque no les importa la seguridad, mientras acumulen millas de sets de televisión.

Cuando se discuten estos temas, se comprueba que hay política con agenda de democracia y derechos, agendas de inclusión, de reparación y de prevención. También hay políticos que al Estado de Derecho los llaman “versos de la teoría del derecho”… y aunque no les guste la palabra ideología, la tienen. Como tienen agendas de derecha, muy televisivas, pero que poco tienen de democracia y mucho menos de poesía.

Comentarios

  1. Una lúcida; suele venir a las cenas de la Mesa de Autoayuda K.

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  2. Juan Carlos Giuliano: "Lo que tanto molesta del proyecto del Nuevo Código Penal, más que el verso de las penas a delincuentes y la tan mentada seguridad, no será la incorporación de los delitos económicos: como la especulación, el monopolio, el desabastecimiento, el aumento artificial de precios, la generación de corridas bancarias y otros delitos financieros, además de la figura penal de Persona Jurídica para las Empresas??? Pregunto, nada más, porque no sentí hablar a Massa ni a los Medios sobre qué piensan de esos artículos..."

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  3. Lo mejor que he leído, desde lo político, sobre le tema. Graciana es un cuadro intelectual notable que lamentablemente no ocupa el lugar que debería. Al igual que Horacio González es una de las imprescindibles para defender el proyecto nacional. Lástima que hay algunos backs centrales que no se llaman a retiro y siguen haciéndonos goles en contra.

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  4. 12.38
    Si lee el post "Massa en su laberinto y el pueblo de avecería" del 4 de marzo algo de eso decíamos

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