RETRO.. COSMOGONÍAS.. texto de noviembre del 2011



COSMOGONÍAS - Nota de Opinión



“Estas no son horas de perfeccionar cosmogonías ajenas, sino de crear las propias, horas de grandes yerros y de grandes aciertos, en que hay que jugarse por entero en cada momento” (Raúl Scalabrini Ortiz)







Se suele afirmar que en Democracia el que cuenta con mayor consenso popular gobierna, mientras que el que posee un menor apoyo, ayuda; y lo hace mediante la crítica constructiva (análisis y propuesta), presentando al mismo tiempo, para interés de la sociedad, una alternativa cívica de gestión.
Cuan lejos ha quedado, por estos tiempos, tal premisa institucional...
Los intereses corporativos han mellado de plano el acuerdo tácito que encierra, hasta el momento, la más aceptable de las fórmulas de organización política contemporánea. Demás está decir que tal conducta no es privativa de nuestras latitudes; en cada punto del globo vemos como la voluntad popular es sólo un eufemismo cuando de democratizar la riqueza se trata. Las últimas manifestaciones populares no reconocen climas, etnias, ni religión. Y así el sistema se va diluyendo en su esencia fundamental, aquello de suponer que todos formamos parte de una sociedad, sin privilegios individuales, en donde detrás de cada necesidad existe un derecho, en donde la palabra es un coro de diferencias a respetar y atender, en donde la tolerancia, de modo paulatino, dejará paso a la simple consideración del debate, producto que la intolerancia habrá desaparecido por ineficiencia conceptual.
Mientras el periodismo y la intelectualidad se tiran con gruesa munición en nuestro nombre y a favor de las libertades individuales (¿?), la dirigencia política asume el convite desde la concepción tribal que implica su grado de pertenencia. Esto es, la ley es válida en tanto y en cuenta no me mortifique. Unos y otros consideran que otros y unos son poco menos que mercenarios al servicio de terceros que entre bambalinas manejan la voluntad ajena a como de lugar. Irrespetar el mundo de las ideas es su claro objetivo. Allanar el camino a favor de la ausencia de pensamiento degradando ese mismo pensamiento so pretexto mercantil constituye el texto fundante de este tercer milenio que comenzamos a transitar. Los velos caerán pero las caras continuarán exhibiendo su marcada dureza. Al mismo tiempo los pensadores más comprometidos nadan contracorriente tratando de mostrar los relieves y meandros de nuestras modernas sociedades haciendo luz donde se ocultan las verdaderas lecturas e intencionalidades. La democracia no necesita de una carta intención diseñada por los esbirros de los monopolios como llamado de atención. La democracia necesita que nuestros dirigentes vuelvan a respetar el compromiso asumido, dejar de lado el ufano sofisma representativo cuando engloban al pueblo dentro de sus parámetros corporativos. Sincerar sus limitaciones sería un buen comienzo, abandonar en algún caso más saludable todavía. Pero que va... El espejo le miente al mentiroso.. Lo curioso es que éste le cree, aún sabiendo de su infamia. 

Comentarios

  1. Diógenes también buscaba un hombre con una linterna en pleno día.

    ResponderEliminar
  2. Scalabrini decía: Estas no son horas de perfeccionar cosmogonías ajenas, sino de crear las propias.
    Es hora de dejar de hablar de Lanata y, como usted bien dice Moscón, hacer la de Diógenes...

    ResponderEliminar

Publicar un comentario