Mismo día, con apenas un par de horas de
diferencia, dos libros, un sólo hombre, su nombre: Víctor Hugo Morales. ¿Lo
habrá querido la casualidad? Dudo. No se puede dejar librado a las
contingencias del azar semejante lucha.
Por un lado lo más nefasto del poder
corporativo y del periodismo vernáculo. Los lanata, los majul, los sirven, así
en minúscula. La mass media oligopólica con todo el poder del dinero atrás.
Todos juntos se pusieron de acuerdo para escribir y hablar mal de un tipo, al
que llaman relator. Que se entienda bien. Todos estos tipos poderosos se
juntaron solamente para hablar mal de un simple relator. Invirtieron tiempo y
esfuerzos para eso. Personas que hasta hace poco lo invitaban a prologar sus
textos, a decorar sus presentaciones, a engalanar sus programas. ¿Qué pasó en
el trayecto?. La ley de medios, nada más y nada menos. Para darle telón de
fondo al ridículo: La feria del Libro. Demasiado lugar para semejante porquería. Pensar que mañana se presenta allí Destripando lo Sagrado del compañero Aldo Ulises Jarma.
"¿Dónde desarrollar ideas y debatir si no es en estos boliches 2.0?" (Gerardo Fernández)
Por el otro lado un grupo de amigos, hombres
de la cultura y del deporte, ciudadanos intachables intentando sopesar
toneladas de embustes y falacias. Y público, mucho público; más los que
quedaron afuera, más los que no pudimos ir por cuestiones de distancia.
Personas que han decidido compartir contigo los toscazos, las piedras y los
agravios. Adrián, el Mariscal, el Chavo, Matías, Dolina, Estela, Hebe, Tati,
Zaffaroni, Braceli y un ND colmado, con ganas de estar, con ganas de
arropar, con ganas de ponerle el pecho a la ignominia.
En la feria del desprestigio: el odio. En el
ND: el cariño y el afecto. Postales del presente. Los lobos pretendiendo cuidar
a las ovejas y nosotros, las ovejas, que por ahora resistimos. Los hijos de
puta, las malas personas hablan de ética, señalan y condenan. Los hijos de puta,
las malas personas suelen hacer eso. Acusan, siempre acusan. La verdad no
importa. Necesitan que no existan discursos discordantes, operan, ensucian, delatan. De temas
éticos y morales hablan por la mitad y con los dientes apretados para que no se
entienda. ¿Cómo puede ser que todo lo malvado que ocurre en la sociedad salga siempre del mismo lado, de nuestro lado? Es como el
sistema penitenciario. El 95% de los presos son crotos y cabecitas. Los ricos y
blancos no afanan ni matan. lanata, majul, sirven (síguen en minúscula) están
salvados por mandato divino. Es una cuestión de clase.
Atrás del libro del desprestigio Cúspide,
que es decir magnetto, que es decir saguier, que es decir fontevecchia, que es
decir magdalena, castro, bonelli, morales solá, pagni, van der kooy, blanck,
winazky, alfano, biasatti, santillán, roa, kirschbaum, leuco, bravo, montenegro,
m. o´donnell, caparros, sarlo, sabsay, borensztein, maciel, ventura, salomone y
cientos de perversos que se empeñan en mantener limpios de sangre y picana los pasillos
de Clarín y La Nación. A todo esto la vieja hija de puta, socia de los milicos,
viaja, no vaya ser cosa que tenga que dar explicaciones ante la justicia sobre
las razones por las cuales fraguó los documentos de adopción de los hermanitos.
¿Alguien podía pensar que estos chicos tendrían historia viviente? Los adquirió
cero KM, full, sin papeles, sin posibilidades que nadie los reclame, tal cual
sucede con los autos de alta gama con destino a Paraguay. Muertos los dueños, limados los números del chasis y del motor.
En el ND hubo vida, se apostó por ella, se
intentó dignificarla; allí la vida fue cortejada, fue compromiso ético y estético. No había
opción. Era el cielo o el infierno (que no es el del Dante).
Amen que todos los ejemplares los compre saguier, magnetto y su grupete de abyectos el libro del desprestigio no tiene
otro destino que el fracaso. Nadie con cierto decoro puede comprar y menos aún
invertir su tiempo de lectura en un texto que lo único que pretende es
agraviar.
¿Existe acaso algún mortal que desearía tener un ejemplar de estos en su biblioteca?
En cambio estoy seguro que el libro
presentado en el ND Ateneo, cuyo autor es Julián Capasso, se agotará inmediatamente
y necesitará varias ediciones más. Algo así como tenerte con nosotros, en casa,
haciéndonos buena y sana compañía. Acaso serás de lectura necesaria ante el momento en
que algún quebranto ético nos invada...
Se juntaron muchos tipos poderosos para
destruirte. No desesperes Víctor Hugo, somos más, somos muchos más y tenemos
algo que ellos no tienen: Huevos futboleros, convicciones políticas y una
enorme admiración por tu persona.
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