Fin de semana largo
La mentira no descansa mientras la sangre sigue siendo negocio



Un productor agropecuario utiliza como blanco a varios inspectores de la AFIP desarrollando una artillería ciertamente llamativa para un humilde trabajador de la tierra, al mismo tiempo un par de barrabravas coinciden, fotografía mediante, en la manifestación espontánea del 24 de Marzo con el funcionario del Gobierno más demonizado por el establishment. ¿Cómo fueron exhibidas ambas novedades por los medios dominantes? . Por un lado se trató de minimizar y acuarelizar la actitud del pobre hombre de alpargatas visto que fue colocado ante una situación límite producto de la voracidad estatal, por el otro, el miserable funcionario fotografiado, supuestamente paga con nuestros dineros (impuestos que el tirador evade) a un par de supuestos desquiciados que supuestamente están con él, portadores de supuestos prontuarios y prestos a realizar supuestas maldades.



Cientos de miles de personas que le otorgaron color e intención a la fiesta automovilística que les presentó el Gobierno de la Ciudad disfrutan, cuarenta y ocho horas después, de un deporte un tanto más complejo, acaso como protagonistas de sus propias cegueras e ignorancias. Qué lástima que la gente no es tan sabia decíamos hace poco. Recuerdo que no hace mucho tiempo Macri soslayó que eliminaría el Fútbol para Todos debido a que no se constituía como una prioridad de cara a la necesidades estructurales; qué dirá Antonia observando desde su ventanal la ciudad anegada luego de la fastuosa fiesta que su padre le regalara al CEO del multimedio. En más de una ocasión sentenciamos en este mismo foro que no solamente el pez por la boca muere. ¿Cómo fueron exhibidas ambas novedades por los medios dominantes?. Tan obvio como simple. Un fiesta incomparable, empañada prontamente por un meteoro inesperado y fortuito del cual el Gobierno de la Ciudad es tan víctima como sus pobres y dóciles ciudadanos. Acaso esto sirva para que muchos opositores, de todo signo, analicen que ciertos efectos devienen de causas históricas, estructurales, y que no siempre los que deben sobrellevar el dilema presente son responsables directos de esa coyuntura. Lo desdoroso para Macri fue que el problema lo agarró en pleno tie break en canchas brasileñas. A todo esto acaso el Negro Dolina haya sido el hombre más criterioso al afirmar que tuvo mucho más miedo viendo televisión que caminando por las calles o mirando por su ventana. Paremos la mano muchachos, afirmó, hacer política con la fatalidad es de miserables, venga de donde venga. Ni la Presidenta quiso que ese nefasto tren se estrellara en Once, ni Macri, ni Bruera, ni Scioli que sus ciudades se inundaran y mueran compatriotas. Colocar el dilema en esos términos no es discusión política, es simple y literalmente sórdido. Lo curioso es que a los medios de comunicación nunca les falta la luz ni se inundan, cuestión que les posibilita espiar y especular sobre las desgracias sociales sin omisiones...



Los sistemas de corte eléctrico de la estación De Los Incas no funcionaron debidamente terminando con la vida de un obrero del Subte. Otros murieron ahogados en sus autos, otros electrocutados, a otros se los llevó una boca de tormenta. En Buenos Aires, en La Plata. Seguramente ni Tenembaun, ni Caparros, ni Santillán, ni Biasatti irán a la marcha, porque la muerte no importa, lo único que importa es como podemos especular con la muerte. Vale decir, a quién se le puede tirar el cadáver y qué rédito político / mediático se obtiene a partir de la muerte.



Hace pocos meses decenas de víctimas fueron la resultante de un huracán en la ciudad de Nueva York a pesar de las prevenciones, mientras un ferry no pudo frenar en un muelle de Manhattan dejando un importante tendal de heridos. No se percibe que hayan existido disparos políticos cuando estas cuestiones indeseables suceden. Ni el alcalde de Nueva York ni el Presidente Obama fueron relacionados con ambas catástrofes. Todos concentraban su atención a favor de los damnificados. Considero que la sociedad estadounidense sabe perfectamente que este tipo de asuntos ingresan dentro de una lógica urbana que es necesario acotar pero que difícilmente se puedan evitar in eternum debido a la propia complejidad que encierra la vida en las grandes metrópolis.



2 de Abril. Malvinas. Escucho por Radio Continental viejos audios de ciertas personalidades notorias de entonces, periodistas e intelectuales, apoyando la recuperación de las Islas por medios bélicos. Curiosamente, algunos de ellos, aún con vida, son los mismos que en la actualidad, desde las páginas corporativas, se oponen para su recuperación mediante la utilización de la diplomacia. Para Víctor Hugo los pibes son los únicos y verdaderos protagonistas del dolor, para los demás los pibes nunca existieron.



El Banco Central compró cien millones de dólares a favor de las reservas, sin embargo el dólar ilegal, mercado que mueve diez o doce millones al día, sigue siendo noticia de tapa.



Se pide devaluación, y a los gritos. Marco del Pont la niega tajantemente. Los grupos sojeros, los medios y las corporaciones monopólicas presionan utilizando sus más variados artilugios de modo torcerle el brazo al Gobierno. El Presidente de la SRA afirma que los insumos cotizan a precio de dólar ilegal. Los comerciantes que se dedican a vender insumos agropecuarios niegan sus dichos. Los medios corporativos hacen caso omiso a las afirmaciones de los proveedores. Mientras Clarín, en el marco de su oposición a la tarjeta de crédito popular, afirma sobre aumentos y faltantes en las góndolas, ni los usuarios ni los supermercadistas, ni los distribuidores dan fe de dicha especulación mediática.



La Universidad Católica dice que hay once millones de pobres en el país. Cuestión que el monopolio amplifica. Si fuera cierto estamos hablando de un 25% de los compatriotas. Número que contrasta notablemente con el 50% del año 2003 más la consecuente progresión demográfica. Generalmente cuando se hacen estos estudios no se explicita cuál es la consideración que se tiene para evaluar la pobreza, menos aún el sistema científico aplicado para dicho estudio. Niveles de ingresos, ser o no ser propietario, tener bienes y servicios a disposición, cantidad de comidas diarias, niveles de ocio, capacidad de ahorro. Items fríos que responden a todas nuestras dudas. ¿Una familia tipo que tiene un ingreso mensual de $ 4.000 es pobre? Pues depende de sus hábitos y costumbres. Está claro que no está para tirar manteca al techo ni mucho menos. ¿Cuánto nos obnubila el mercado para hacernos creer que adolecemos de insumos que no necesitamos? ¿En cuánto colabora dicho mercado para victimizarnos? ¿Es pobre una familia que no posee sistema de cable, freezer y microondas? ¿Es pobre quién no cuenta con dos o tres celulares por familia, moto o auto? ¿Es pobre quién alquila? ¿Cuánto de nuestras decisiones personales impactan en nuestro presente económico y social? Nadie niega la existencia de segmentos a los cuales el modelo aún no les ha llegado. Pero existe algo innegable. El sistema posee una enorme voluntad de inclusión, acaso inédita para nuestra historia, cuestión que como vimos en el 13S y en el 8N encoleriza a los sectores más acomodados de la sociedad. El índice Gini – variable internacional escasamente difundida por los medios dominantes – es el registro más certero más analizar la pobreza y la distribución de la riqueza cotejando las franjas de mayores y menores ingresos. A vista de dicho índice ese 25% de la UCA resulta una soberana y manipulada exageración. Según Juan Carr estamos muy cerca del hambre cero a escala país – logró inédito -  y que ese resto pendiente es una cuestión de solidaridad social cuya responsabilidad descansa sobre el colectivo debido a que el Estado ha hecho todo lo que tenía que hacer al respecto. Parece que a la UCA y a los medios dominantes ese dato no las conmueve en lo más mínimo. Tampoco le importa a estas dos fuentes los informes de la CEPAL y del Banco Mundial sobre el crecimiento en la base de los sectores medios. 





La idea de instalar la falacia que Estela de Carloto reivindicó la lucha armada quedó instalada, más allá de que sus dichos y su propia historia muestran a las claras la historia de la Madres y las Abuelas. Estela reivindicó los ideales de una generación, cohorte que si tomó por un camino equivocado debió ser juzgada dentro del marco de la ley, nunca asesinada, nunca desaparecida, nunca robada, nunca violada. El arte de los medios corporativos y sus voceros: descontextualizar, generalizar fraudes, la parte por el todo de modo absolver a los abyectos, a los caníbales de entonces, civiles y militares, gestores dictatoriales que les otorgaron muy buenos negocios y ganancias.



De la ley de medios no se habla, de la democratización de la justicia, menos. Un Fiscal deja libre al “emotivo” tirador agropecuario. La mentira no se toma descanso porque tiene prioridad, al igual que nos se toman descanso los ejércitos de voceros que las corporaciones tienen en cada rincón de la Patria.



Así intentan los medios dominantes que se desarrolle el debate “apolítico”: La culpa, la responsabilidad, la censura ante cada evento, la inquisidora sospecha que nada nos puede suceder y que si nos sucede es porque hubo un culpable. Se anula la posibilidad de entendernos falibles, como lo es cualquier sociedad del mundo, se desecha el error, acaso porque dicha idea nos colocaría automáticamente más cerca de nuestras propias miserias humanas, más cerca de la política real. No rompe platos quién no lava dice el dicho. Jamás vamos a poder disfrutar y valorar nuestros aciertos si no medimos nuestras limitaciones. El periodismo construye su realidad a partir de una obligada perfección, cuestión que pretende imponerles a los demás actores sociales a modo de sentencia. La inmundicia vende porque existen quienes la compran. El problema sigue estando en nosotros, elegir cómo orientarnos forma parte de nuestra libertad.



Comentarios

  1. Una cuestión Gustavo: no confundir imponderable con imprevisible.
    Dentro de la cuestión semántica escudan su falta de estatura en la dinámica del hecho consumado,por mas meteoro que sea.

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  2. Es que así lo exhiben ellos: como inesperado. Tengo entendido que el alerta estaba desde el mismo Domingo

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