Mateando
con la Ciencia. Hoy ceba René Antoine Ferchault de Réaumur
A mediados del siglo XVIII existía la
controversia si la digestión era un acto físico (el resultado de un trabajo de
trituración a cargo del estómago) o un acto químico (el resultado de la
fermentación). El 1752 el físico francés Ferchault de Réaumur hizo tragar a un
halcón uno cilindros metálicos con ambos extremos cubiertos con tela metálica.
En el interior de cada cilindro había carne. Por lo general dicha especie se
traga el alimento en grandes trozos. Digiere lo que puede y regurgita los
restos indigeribles. Réaumur esperó que el ave regurgitara los cilindros y
halló la carne parcialmente disuelta. Estaba claro que la carne no había podido
ser afectada por un efecto de molturación o por otra acción mecánica
cualquiera, pues los cilindros metálicos la protegían. Por consiguiente los
jugos gástricos debían tener un efecto químico sobre la carne. Prosiguió sus
comprobaciones y logró que el halcón se tragara una pecunia esponja. Cuando
regurgitó la muestra estaba empapada de jugo gástrico, jugos que luego Réaumur
exprimió y recogió. Descubrió entonces que ese jugo disolvía lentamente la
carne sumergida en él. También experimentó con perros y obtuvo los mismos
resultados. Los músculos y los huesos podían actuar como sistemas mecánicos,
pero el cuerpo era también un dispositivo químico y, tal como los científicos
iban descubriendo, la química es aún más importante que la mecánica.
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