Mateando con la Ciencia: Hoy ceba Charles Babbage
Hacia 1822 el matemático inglés Charles Babbage
empezó a concebir una maquina de calcular que funcionara con tarjetas
perforadas, al igual que el tela de Jacquard (1801) capaz de almacenar
respuestas parciales a fin de reservarlas para operaciones adicionales que se
efectuarían posteriormente y capaz asimismo de imprimir el resultado. Todo
cuanto imaginó era factible, pero no por medios meramente mecánicos, aplicando
las técnicas de la época. Babbage pasó casi el resto de su vida tratando de
construir la máquina, mientras sus planes eran cada vez más grandiosos. Babbage
había concebido el moderno ordenador, pero carecía de los necesarios
conmutadores eléctricos. Se precisará un siglo para desarrollarlos.
Se
considera que la máquina analítica de Babbage fue la primera computadora del
mundo.
Un diseño
inicial plenamente funcional de ella fue terminado en 1835.
Sin
embargo, debido a problemas similares a los de la máquina diferencial, la máquina analítica nunca
fue terminada por Charles.
En 1842,
para obtener la financiación necesaria para realizar su proyecto, Babbage
contactó con Sir Robert Peel.
Peel lo
rechazó, y ofreció a Babbage un título de caballero que fue rechazado por
Babbage.
Lady Ada
Lovelace, matemática e hija de Lord Byron, se enteró de los esfuerzos de
Babbage y se interesó en su máquina. Promovió activamente la máquina analítica,
y escribió varios programas para la máquina analítica. Los diferentes
historiadores concuerdan que esas instrucciones hacen de Ada Lovelace la
primera programadora de computadoras en el
mundo.
Charles
Babbage ha sido considerado por algunos como el padre de
las computadoras modernas, pero sin dudas también puede ser
considerado el padre de las impresoras modernas. Más de 150 años
después de sus planos y un trabajo minucioso del Museo de Ciencias de
Londres, dieron como resultado la construcción de la Máquina Analítica. Los
planos del matemático y científico incluían un componente de impresión, el cual
ha sido reconstruido por el Museo y es funcional.
Esta impresora consta de 8.000 piezas mecánicas y pesa aproximadamente 2,5 toneladas.
Fue tan innovadora para su época y podemos apreciarlo hoy, que es capaz
de imprimir automáticamente los resultados de un cálculo y
un usuario puede cambiar parámetros como espacio entre
líneas, elegir entre dos tipografías, número de columnas y otros. Su
sofisticación llega a tal punto que puede generar (fabricar) los moldes de las
impresiones que podrían ser usados por las imprentas aún hoy en día.
Esta impresora lamentablemente no lleva un nombre ya que
Babbage la incluyó en sus planos de la Máquina Analítica, pero basta con aludir
a ella como la impresora de Babbage para reconocer en este hombre un visionario.
Fuentes:
Asimov – Historia y Cronología de los Inventos y adictamente.blogspot.com
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