Nos estamos moviendo en los peligrosos límites del caos institucional, mejor no estirar más la soga, está al borde de la ruptura... E. Rául Zaffaroni, La Tecl@ Eñe



Metaforiza desde la plástica el pinto polaco Zdzislaw-Beksinski



Al borde de la ruptura: mejor no estirar más la soga – Por E. Raúl Zaffaroni, para La Tecl@ Eñe


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En nuestro país estamos viviendo desde hace tiempo una táctica de lo que ahora se llama “lawfare” bastante peligrosa. No sólo se persigue a opositores, sino incluso a empresarios argentinos. El gobierno nacional pretende acusar al juez federal Ramos Padilla ante el Consejo de la Magistratura para removerlo de su cargo y así frenar la causa que investiga la trama de espionaje y extorsión que involucra al fiscal Carlos Stornelli.


Toda interacción humana tiene algo de dramaturgia según los sociólogos interaccionistas. Esta afirmación es mucho más válida cuando se trata del proceso penal. Aunque quien observa un juicio oral nunca haya leído a un interaccionista, no puede dejar de observar que hay una distribución de roles muy cuidada y cada quien asume el suyo. Esta sensación es aun mucho más completa si los jueces visten togas y los abogados también. Cada uno ocupa su lugar, fiscal acusador y abogado defensor a los lados, los jueces en sus estrados, el acusado junto a su defensor. Cualquiera que se salga del rol asignado provoca lo que los interaccionistas llaman “una disrupción” y de inmediato el tribunal lo hace callar o lo excluye de la audiencia.
Pero hay una situación que provoca también “disrupción” y que no se resuelve tan fácilmente: es la que producen los jueces cuando se salen de su rol. En ese caso no hay nadie que los haga callar o los excluya. Por eso esas “disrupciones” de los jueces son mucho menos frecuentes e incluso diríamos que raras.
Los casos más extremos de “disrupciones judiciales” se dieron en las parodias de juicios llevadas a cabo en los regímenes totalitarios, tales como las purgas estalinistas –con el famoso fiscal servicial- o el llamado “tribunal del pueblo” nazi, con el no menos famoso payaso togado Ronald Freisler.
Cuando se llega a extremos de “disrupciones judiciales” se desarma directamente el escenario y la distribución de roles se quiebra definitivamente, pues ante la falta de autoridad que “ponga orden”, o sea, que preserve la distribución de los roles, cada quien no se siente obligado a mantener su rol. Adviene el caos y el drama corre por otros carriles.
En tales casos, en que cada quien pasa a elegir el libreto que quiere, suele plantearse un dilema a los acusados y a sus defensores: son conscientes de que las reglas del juego no funcionan y deben optar entre seguir un juego que ya no corresponde a la previa distribución de roles, o bien, proceder a lo que alguna vez se ha llamado el “juicio de ruptura”, que consiste en denunciar a los jueces y asumir un abierto rol de confrontación con éstos.
En esos casos se suelen escuchar expresiones tales como “veo el hacha del verdugo bajo la toga del juez” y similares, o sea, el proceso se acaba y lo que queda es una pura confrontación de poder que quiebra toda juridicidad y racionalidad. Es, cabe reiterarlo, el caos. 
Este caso se debe a que en esta última variable, el proceso se sale de cauce y termina siendo una confrontación política, en la que el acusado y su defensor desconocen la autoridad de los jueces “disruptores”. Como es obvio, cuando las cosas llegan a este punto, la situación es de extrema gravedad y, por ende, a toda costa deben agotarse los esfuerzos para evitar que se produzca.    
En nuestro país estamos viviendo desde hace tiempo una táctica de lo que ahora se llama “lawfare” bastante peligrosa. La persecución política a la oposición mediante un proceso en que se extorsiona a los imputados amenazándolos con un manejo arbitrario de la prisión preventiva es de conocimiento público. No sólo se persigue a opositores, sino incluso a los empresarios argentinos, lo que redunda en beneficio del capital financiero transnacional. Los propietarios del único canal televisivo que no responde al gobierno están presos. Las detenciones de ex– funcionarios se televisan, alguna vez con la persona en pijama. Las excarcelaciones se revocan en trámites procesalmente bastante objetables y por primera vez desde que se volvió a los cauces constitucionales tenemos presos políticos en nuestro país.
Las imputaciones pasan por alto la legalidad de los tipos a los que apelan : hubo “traiciones a la nación” sin guerra. Ante la obvia inadecuación de esta tipicidad, se apeló al encubrimiento y a una llamada “doctrina”, inaudita, porque no habría funcionario imputado de delito que pudiese beneficiarse con una excarcelación. Además, hay sentencias condenatorias que “estiran” los tipos penales como si fuesen de goma y hacen que actos debidos y legales de funcionarios pasen a ser criminales sólo porque se le ocurre a los jueces.
Se apela a la “asociación ilícita”, tipo penal que es inconstitucional, porque se consumaría con que tres o más personas, en una noche de medio borrachera, acordasen cometer delitos y pese a que al día siguiente hayan decidido que eso era absurdo y no hayan cometido ni intentado cometer ningún delito. Se sabe que este tipo penal, que proviene de la vieja criminalización de sindicalistas en tiempos en que la huelga era un delito, se usa en la instrucción para legitimar prisiones preventivas. También se sabe que es irracional, porque si quienes se ponen de acuerdo son tres “mecheras” de tienda, por el simple acuerdo serían más penadas que si cometiesen realmente los hurtos.
No vale la pena seguir recordando lo que todos sabemos, aunque no cabe olvidar la prisión política de Milagro Sala o la pretensión de que una adolescente casi niña sea amenazada con privación de libertad para acallar o debilitar a su madre. Si bien ambos casos son muy diferentes, tienen en común servir de muestra del grado de odio y crueldad extremos que mueven a quienes los impulsan.  
Pero en las últimas semanas la cuerda se va estirando con serio riesgo de que la “disrupción” termine descalabrando todo. Ante las denuncias contra el fiscal del famoso proceso de los cuadernos fotocopiados que habría redactado un empleado grafómano, como consecuencia de la aparición de un personaje extraño, de servicios de informaciones mezclados en la actividad judicial, de indicios de extorsiones y demás escándalos, se pretende sacar la causa de las manos del juez federal que la investiga y ahora, nada menos que acusar al juez federal ante el Consejo de la Magistratura para removerlo de su cargo.
Cualquiera sea la verdad de los hechos, lo cierto es que si se consigue apartar al juez y más aún si se lo remueve, eso no haría más que engendrar serias presunciones de que algo sucio se quiere ocultar.
Pero al margen de todo esto o, mejor dicho, como resultado de la acumulación de todo lo anterior, lo cierto es que la cuerda se va estirando demasiado y está tocando un límite peligroso, muy riesgoso. La cuerda puede romperse, la “disrupción” generar la “ruptura”, los procesos acabar en disputas políticas abiertas, los acusados y sus defensores desconociendo la autoridad judicial, o sea, el caos total.
No sabemos si vale la pena invocar la razón, tan extraña a nuestro tiempo, pero al menos, aunque más no sea para tener la conciencia tranquila, debemos intentarlo, advirtiendo el riesgo que se está corriendo: nos movemos en los peligrosos límites del caos institucional. Se ha estirado tanto la soga en estos últimos años que está a punto de romperse. Aún es tiempo de evitarlo. 




Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo.
    El problema de un gobierno de los Servicios (porque es claro que el actual Poder Ejecutivo ha delegado parte de su potestad en los Servicios de Inteligencia oficiales y para-oficiales, nacionales y extranjeros, encargandoles funciones ajenas a su especificidad tal como la elaboración de estrategia judicial y politica) , es que la Inteligencia vernacula, y también la extranjera, fascinadas con sus nuevos alcances continentales, no contemplan que es un oximoron pretender construir politica y deconstruir instituciones (en fin, que son descuartizadores consumados y no ensambladores de sistemas, lo de ellos es la disgregación, el tabicado, el extrañamiento de las partes ).
    Y la relacion pueblo-gobernantes, por más regresiva que sea la dominacion pretendida, precisa de un mínimo de colaboración e integracion. Y si el sistema ya no tiene garantía alguna para la totalidad de las partes (o sea, abomina de lo integrativo basico), como bien apunta Zaffaroni el caos , en medio del vacío institucional, se abrirá paso como una forma más de organización. Efímera, por supuesto.
    De ser relativamente instrumentales a la politica, los Servicios parecen haberse fascinado con el diseño de objetivos propios. Y de cortisimo plazo, agreguemos.
    Porque en verdad no tienen imaginación de largo plazo como sus habituales empleadores. Por eso no pueden ver la postal del desastre inminente. No tienen perspectiva. No la tendrán jamás. Es como pedirle a un clavo de obra que se conciba edificio terminado.
    No sólo los Servicios se embelesaron con la ruptura por los aires del sistema político. Un partido novel decidio olvidar las lejanas tradiciones institucionales de las que proviene su imaginario y apostó a dinamitar las bases del sistema que le dio vida.
    Esto parece Masacre en Texas, no queda un solo cuerpo entero.
    Y si el cuerpo social no sobrevive...¿sobre quienes van a reinar estos estúpidos?
    Saludos igual de preocupados.

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  2. Para mí, lo del CAOS, no es visto como riesgo sino que es un objetivo deseado, no podemos ser tan ingenuos de suponer que éso no tiene relación con la "inversión" en equipar policías, gendarmería y comprometer a las FF.AA. en el "control social" (que es el modo amable de nombrar la represión violenta al tendal de desocupados, suspendidos y precarizados que resultan de una política económica, bestialmente retrógrada y antinacional.... transformar al trabajador en sinónimo de desesperado nunca es gratis y, de yapa, con la pornográfica ostentación de que toda esa penuria es para el rédito de poquísimos, empezando por quien hace de presidente y que la mayoría de los que lo votaron, lo votó para otra cosa, lo que prometió, estar mejor... y no, están mucho peor.
    Hace bien Zaffaroni en prevenir, el tema es que los que tienen que darle bola no se la van a dar, tienen otra apuesta.... quizás sea el pueblo argentino el que peque de excesivamente precavido, respetuoso todavía de instituciones cada vez más bastardeadas, consciente de que si hay CAOS es ese pueblo el que aportará los muertos y recibirá los garrotazos, el enemigo, cada día que pasa tiene más cara de enemigo y no es para nada extraño el ensañamiento ante la ÜNICA oposición realmente existente y también única para presentar alternativas creíbles ante este desmadre.... pero bueno, todavía queda ver qué pasa, proscripción, fraude y, claro, el CAOS, que sea la excusa para quedarse por la "emergencia", vió?

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    1. Si, ram, la hipótesis del caos y el dominio por la fuerza siempre estuvo en la carpeta de estos tipos. Pero uno no debe atribuirles racionalidad similar a la nuestra. Sería hacer una proyeccion imperdonable. Hay un goce destructivo pulsional en ellos, similar al del cuento del Escorpión y la rana. Y el cuento conduce al ahogamiento del escorpion finalmente.
      La naturaleza de esta gente no evalúa seriamente futuros. Viven en un presente continuo de afano punga, rateril, aunque lo que se roben sean empresas energéticas mayusculas o fondos multimillonarios de la Anses. Si tuvieran sentido real de trascendencia alumbrarian un adefesio programático tipo generación del Centenario y generarían resortes de continuidad solida. Y la verdad es que más allá de asegurar ganancias para si mismos, su visión de élite rectora no va más allá de una generación a lo sumo.
      Que los muertos los pone el Pueblo, ni duda. El Caos se ceba en los más débiles pero también resulta punto de inflexión y de novedad que obliga a ser forzosamente creativo.
      Lamento decir que a partir de esta camada de lobos esteriles ya ni siquiera podrá verificarse el pívot esquizofrénico de las clases medias, habitual cada 15/20 años. Porque estos nos dejarán desnudos por 30 años como mínimo. En un lapso tal, el mundo puede cambiar tanto...
      Destruir el sistema político que contenía a las clases todas, es una burrada, incluso para los señores del Nuevo Orden Mundial que ensueñan gansadas antropológicas aunque entiendan mucho de sumas y restas patrimoniales.
      Aun si el plan del Norte fuera la mera sustitución poblacional de los países subdesarrollados, como estrategia, es poco menos que lisergica.
      Creo que Zaffaroni nos habla más a nosotros a modo de quien pinta un escenario inminente al cual será preciso adaptarse y a los pocos profesionales liberales que vegetan en sus respectivas Coreas del Centro en los juzgados.
      Respeto tu creencia en el cronograma eleccionario. Yo, desde diciembre de 2015, descreo de que esta gente contemple siquiera continuar con la cosmética de las democracias formales.
      En enero de 2016 ya volaban los carpetazos y el concepto de extorsión aterrizó para quedarse. Ahí empezó la ruptura del pacto político que trabajosa y, por que no, vergonzosamente, habían tejido los partidos tradicionales tras el fin de la Dictadura. Rotos los pactos sucesorios entre partidos antagonistas, luego le llegó el turno de extorsion a los sindicatos, al Poder Judicial y como viene de informar Ramos Padilla, está en curso el apriete a las profesiones liberales. En paralelo, las Fuerzas Armadas fueron vaciadas de presupuesto y del ultimo contenido de sentido que les quedaba: la defensa externa del pais. Crecieron como hongos incontrolables las guardias pretorianas que después perdieron el mimo oficial, el que decantó por lo servicios secretos y los círculos se hicieron cada vez más concentricos.
      Es en ese sentido que se sostiene que no dejaron institución alguna en pie.
      Y ahora le toca a los grandes empresarios que se soñaron multis en potencia y les están sacando hasta la lapicera del escritorio.
      No va quedando nada.
      Los milicos, coordinados entre si, duraron 7 años y conste que no habían roto la totalidad de los puentes institucionales.
      Estos queman barcos, puentes y corredores. Seguros de que los esperan las islas Caimán con los brazos abiertos a las que llegarán por aire, imaginan. Es una apuesta de falange muy arriesgada. No da para asegurar que les salga redonda, ciertamente.
      Saludos cordiales.

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  3. Acabo de ver una excelente película al respecto sobre la creación de las crisis y el consecuente caos utilizando servicios globales paraestatales con el objeto de obtener beneficios económicos directos e indirectos .. La película es norteamericana y trata sobre la corrupción de la ONU en el marco de la supuesta ayuda humanitaria dentro del conflicto Iraquí. Gobierno de Sadam, su caída y la anarquía posterior. Todo ese período está cruzado por los mismos gestores y hombres de negocios.. Me pareció muy interesante la película desde el prisma político. Desde luego es una historia real. Es la experiencia vivida por Michael Soussan, ex diplomático o peridiodista dentro del programa de asistencia de la ONU Petroleo por Alimentos.. Backstabbing for Beginners o Doble Traición se llama el film con Theo James, Ben Kingsley, y la hermosísima Jacqueline Bisset.

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    1. Si, los antecedentes mundiales demuestran un patrón. Y también el esfuerzo de traslación obligada de esos actores globales que abandonan una tras otra tierra arrasada y tras de si sólo queda el negocio rentable de los traficantes de armas, sumidos los territorios en disolucion sin fin.
      Financiarizacion y venta de armamento parece sustituir a la economía de producción de tangibles en los países empobrecidos.
      Pero vengo de hacer por otro lado esta salvedad: aquí no llegaron los yonis primero a desplegar su plan maquiavélico. Aquí aterrizó previamente en la CABA, hace 12 años una banda bien folklorica que sedujo y fue elevada a plano nacional via clamor por el grueso de una poblacion en oscuridad psiquiatrica. Despues, años Después, los yonis se apiolaron del fenomeno telurico y gritaron ¡Eureka, vamos los servicios todos!
      Lamento decir que aquí se llamó al Caos, de puro estúpidos, repitiendo ante un espejo 5 veces "Candyman"...
      Por eso el "patrón caotico internacional" , en lo que refiere a Argentina, no fue el diseño original, a mi muy subjetivo criterio.
      Saludos cordialisimos, Claudia.

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