Cambiemos al gobierno, la subnormalidad, la psicopatía y la mitomanía al poder… Recordando a Faunen, sus principios e ideas…


Zdzislaw Beksinski, surrealismo gótico
Símil del flautista, 
en este caso, 
llevando al exterminio al pueblo…





Durante el acto de lanzamiento de Faunen realizado en el año 2014, colectivo hoy incluido dentro de la alianza Cambiemos, el actor y militante radical Luis Brandoni anunció y enunció los ideales y una suerte de "prioridades para un posible gobierno". (Téngase en cuenta la crítica dentro de aquel contexto)


Leemos sus contenidos


- Promover el pleno empleo; garantizar el acceso a vivienda digna, a la educación y a la salud;


- Jerarquizar la inversión en infraestructura social.


- Alcanzar la estabilidad macroeconómica defendiendo el valor de la moneda y el poder adquisitivo de sectores con ingresos fijos.


- Impulsar una profunda reforma impositiva para que paguen más los que tienen más, y que grave la especulación organizando un sistema financiero puesto al servicio de la producción y el trabajo.


- Promover y articular desde el Estado nacional el desarrollo local, provincial y regional, industrializando nuestras materias primas.


- Fortalecer las instituciones de la República para terminar con la impunidad, respetar la división de poderes y la independencia judicial.


- Garantizar la rendición de cuentas y la función de control del Congreso.


- Lograr la plena vigencia de un federalismo de cooperación, con claros criterios políticos técnicos para la debida distribución de los recursos.


- Impulsar una política medio ambiental que asegure la salud y el bienestar de las generaciones presentes como las futuras.


- Promover una matriz energética sustentable, basada en recursos renovables.


- Promover una fuerte integración regional fortaleciendo la institucionalidad del Mercosur y la Unasur. 



Cada uno de los incisos mencionados se ha degradado exponencialmente desde el momento en el cual la alianza gobernante arriba al poder con relación a aquel contexto, sin embargo parece que dicha ignominia no lacera en lo absoluto las principistas utopías de los redactores, firmantes y voceros.
Es imposible estar dentro del colectivo político oficialista y ser aséptico de sus ignominias. Alguna vez desde este espacio nos atrevimos a sentenciar que es bueno desconfiar del discurso que habla del pueblo profundo y sus urgencias y en cuyo texto no haya participado ese pueblo profundo tan mencionado. Creo no equivocarme al afirmar que la encarnadura psicópata del Pro liberó a las restantes fuerzas que componen la Alianza Cambiemos facilitándole quitarse de encima esos linajes progresistas que llevaban como un deber social y que en algún caso se constituían como una pesada carga ideológica. Con solo leer el texto fundacional de Faunen podemos adivinar cuánto les costó tan escueta y pobre declaración de principios inclusivos e igualitarios.
Así pues el lenguaje no pudo resistir más los embates de la crueldad política vigente, se vio acorralado por la praxis sin tener más remedio que desnudar su siniestro verbo, su perverso sujeto, y su avieso predicado, aderezado dicho colectivo lingüístico con la mayor malversación idiomática jamás aplicada y exhibida enviado a ambas, dialéctica y praxis, al averno más profundo de la psicopatía y la mitomanía política.
Estamos en pleno proceso de desintegración, la conciencia social y nacional, junto con la alteridad, han recibido en este tiempo de gobierno neoliberal el tiro de gracia luego de haber experimentado, durante doce años, una lenta, constante y fatigosa tarea de reconstrucción colectiva. Sucede que el viajero todavía anda entretenido sacándole selfies al micro color verde dólar, bus que indefectiblemente va camino al desfiladero. Este subnormal, lobotomizado irrecuperable, desde diciembre del 2015, y ante la devaluación constante de su salario e ingresos, se siente cada vez más competitivo y feliz, lo que no puede leer y menos entender este castrato social sin talento, es que cada vez lo será más porque el modelo vigente no trata de que compita sino que sea la reserva, el stock, la variable a la baja de los sectores competitivos de financiero tenor. El plan del establishment es demonizar a la política y a los políticos de modo angelar al empresariado para ungirlo como mandante. Tristemente el ala política de Cambiemos, esto es todo lo no Pro, está de acuerdo con ese formato, es decir políticos diseñando su propio exterminio y lo que es peor, el exterminio de la política.
Hasta el momento Macri considera que no nos ha hecho ningún daño, acaso dentro de su perversión estima que hemos sido beneficiados al habernos quitado de encima, lo que según él era, nuestro demonio político. Incluso nos aclaró que en caso de llegar a los límites perversos no renunciaría, no se apartaría, y esto es así porque su satisfacción es justamente es lastimar. Cosa que está haciendo desde que asumió ya que se lo observa claramente como una persona alienada al frente de un grupo que lo alimenta por conveniencia. Como afirmé hace pocos días no se puede seguir aguardando y que siga matando, no existe conciencia en el salvaje, es imposible que el caníbal aplaque su gula, se potencia cuando el olor a sangre y carne humana lo tiene al alcance de sus sentidos. Las claves de la psicopatía son la ausencia de remordimientos, el estilo de vida parasitario, irresponsabilidad, mitomanía, el Ser estafador, el Ser manipulador. Va de suyo que la ausencia de emociones y la nula capacidad para entender la alteridad y el sufrimiento del otro hacen que el presidente y su grupo estén absolutamente persuadidos que hasta ahora ningún dolor le ha infringido a la sociedad, y que al mismo tiempo expongan que no existe sobre el tema seguridad alguna de sus reacciones de cara al futuro. El daño ya está hecho. Lo realizado en estos tres años se constituye como la piedra basal de un no retorno advertido, más de un vez avisado y poco escuchado, tragedia que tristemente durará décadas; las noches neoliberales son extremadamente largas y siempre dejan huellas, muertos.



Comentarios

  1. Muy buena descripción del enemigo, ojo que digo enemigo y no adversario.

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