A medida que avanza
este nuevo ensayo neoliberal, programa que a mi entender y en lo profundo de su
idea se desarrolla sin ningún tipo de perturbación social, más allá de algún
esporádico espasmo de cotillón urbano, se advierte con preocupación y a
propósito de las asimetrías sociales existentes una ausencia total de
compromiso para discutir dichos paradigmas. Temo que el neoliberalismo como
idea, por fuera de lo que representa la actual banda gobernante, acaso no en su
letra chica pero sí en su simbología, ha encontrado nichos de confort en todos
los partidos; no tenemos más que atender al lenguaje para comprender que cierto
sentido común neoliberal ha cooptado el discurso interno de los colectivos
políticos. Sofismas como competencia, costo laboral, cargas sociales, impacto
negativo de los subsidios, resultan risibles de escuchar en regiones del país
en donde nada de eso existe ni existirá ya que la economía circula de acuerdo a
un histórico orden establecido por las anchas avenidas de la explotación, la
cartelización comercial y el feudalismo corporestatal. Sin embargo en pequeñas
aldeas como en la que vivo ese lenguaje neoliberal ha tomado encarnadura
horizontal, y de alguna manera es muy útil para profundizar ese formato
medieval que el dependiente de ese sistema acepta como único posible.
Según consigna
Jorge Alemán “El Neoliberalismo en su despliegue de operaciones financieras a
gran velocidad debe hacer desaparecer la Historia. En este punto, los políticos
que lo representan no necesitan de ningún "relato fuerte ", les basta
con remitir todo a un presente absoluto y a una promesa de futuro. No es
necesario disponer de ningún saber maquiavélico, es suficiente con el discurso
de la autoayuda como una narrativa de autorrealización del yo, que tiene como
función esencial deshistorizar a la política e infantilizar mediáticamente a la
población. Aquí es necesario destacar distintos aspectos del discurso de
autoayuda. En primer lugar, su carácter "perfomativo", es decir, que
funciona como una orden velada que indica lo que debe "hacerse
" para cumplir con el objetivo. Si no funciona la autoayuda, que nunca
funciona del todo, va tomando su lugar el suplemento represivo e intimidante.
No olvidemos que el secreto de la narrativa de la autoayuda es que es en sí
misma una máquina disciplinaria de segregación que se esconde en sus promesas
de lograr y realizarse como un valor en permanente aumento”.
Los melones en el
carro se acomodan solos, y eso el neoliberalismo lo sabe y lo profundiza, a tal
punto que solo necesita andar de acuerdo a su ritmo, siguiendo su ruta
proyectada, no apartándose ni un centímetro de sus senderos cardinales,
embarazando aún más el recorrido. Sabe que algunos de los melones que lleva
dentro del carro se mostrarán disconformes, ciertamente crispados, frutos que
pasados los kilómetros se exhibirán fatigados debido a que las comodidades no
son las requeridas o soñadas; aún así el neoliberalismo conductor está
absolutamente seguro que ese melón, a poco de mirar a por fuera del carro, verá
que la suerte que le espera en la extranjería lejos está de ser mejor, en
consecuencia hará todo el esfuerzo demandado de forma tal se conforme y se
adapte a ese rincón en donde por mandato del mercado de frutos dejará descansar
su mutilada existencia hasta finalmente compartir la elegante mesa gourmet del
cochero y sus amigos, pero solo como refrescante alimento de fin de fiesta.
Acaso las
cuestiones más complejas de asimilar con relación a este drawiniano fresco
social relatado sean por un lado la resistencia de los pocos melones que
prefieren no subir al carro, cucumis melos minoritarios que optan por la
libertad de sus paradigmas y que se niegan por convicción a ser bocado neoliberal
y que en su lugar luchan para que ese carro nunca llegue a su destino final,
enfrentando la superioridad moral de los que arriba se muestran apretados,
silentes, mirando siempre el mismo cielo, acomodados y conformes por obra
gracia de sus quiebres y los quiebres del camino.
Los melones en el
carro se acomodan solos, sentenciábamos desde este espacio el septiembre
pasado y eso el neoliberalismo lo sabe,
y a tal punto lo sabe que hasta se da el lujo de llevar en su carga algunos
frutos recelosos, de manera demostrarles a los demás que si estos están, el
destino no puede ser tan malo como los perversos de las zanjas linderas les
quieren hacer creer. Para ello “los medios, como fines estratégicos,
disfrazados de medios de comunicación e información”, fuentes de
“aculturización y gatopardismo” son convenientemente llevados adelante y
manejados por melones que por ventura neoliberal suelen ocupar lugares
ventajosos dentro del carro, sitios de ex profeso determinados por el conductor
y que el resto que se acomoda solo, desconoce o prefiere ignorar; el
neoliberalismo sabe que la mejor manera de disciplinar es la amenaza de caída,
situación que el mayoral no tendrá inconveniente en afrontar si pierde
velocidad de acción o se encuentra ante un conflicto de carga.
No hay que
preocuparse o alarmarse:
los melones se
acomodan solos, afirma el neoliberalismo...
los melones se
acomodan solos afirman los medios...
los melones se
acomodan solos afirman los melones incluidos...
los melones
incluidos se acomodan solos, sentencian los melones que aún fuera desean ser
incluidos dentro del carro...
los melones
incluidos y los melones que desean ser incluidos se acomodan solos dictaminan
los melones que aspiran a no ser manjar de unos pocos y que justamente prefieren
mantenerse a la vera del sendero libres y a la espera de refrescar el alma de
tanto melón burgués cuyo máximo anhelo es ser comido por una pudiente caterva
de psicópatas en medio de una pornográfica verbena clasista...
los melones se
acomodan solos, decimos los que no nos consideramos melones sino personas,
porque el asunto no es ser melón contestatario o progre sino dejar de asumirse
melón, abandonando la idea de ir a los tumbos, luchando para que ese carro deje
de circular más temprano que tarde...
Por lo visto una
muy buena parte de nuestra sociedad no está interesada, en el marco de la
coyuntura, que el modelo contenga, incluya. Estos amplios sectores se han
subsumido a la tecnocracia financiera que proponen los Ceos gobernantes
entendiendo que ésta merece de sacrificios humanos, siempre de otros. Si luego
de este exitoso y potente shock pragmático e ideológico las clases
medias logran estabilizar sus intereses prácticos, la alianza antes
mencionada se solidificará y durará mínimamente hasta la próxima crisis,
coyuntura que existirá en tanto y en cuanto el propio sistema no piense en su
superviviencia, vale decir, tratar de no llegar a un diciembre del 2001. En el
presente observamos a dirigentes políticos, sindicalistas, empresarios, antes
oficialistas, hoy también, analizando las recetas del presente como las únicas
posibles. Dicho esto la alianza ideológica transversal está en marcha y acomoda
los melones a medida que el carro avanza sin ningún tipo de deconstrucción
o análisis sobre las causas y los efectos de sus espasmos.
“El neoliberalismo
es una pesadilla que no se acaba nunca ya que es una nueva forma
histórica para un nuevo ser humano que, bajo el imperativo del rendimiento
y la ley de la competencia, se apropia incluso de la vida más íntima de los
individuos” afirmó Laval. Este totalitarismo necesita del auxilio del homo
canalla, y dicho auxilio debe tener la eficiencia de la adaptación. Ni
convencimiento individual, ni cooptación compulsiva, es una suerte de mandato
social que incluso genera nuevas patologías a medida que va corriendo los
límites desde el ser social en dirección unívoca hacia el ser individual.
Resistir al embeleco canalla es la tarea...
Tres joyitas que resalto : 1”esporádico espasmo de cotillón”
ResponderEliminar2 La crisis está siendo un éxito de M Fontdevila
3 las afirmaciones de Laval
Por estas playas Australianas el ex Primer Ministro laborista Paul Keating se refería acerca del Liberal Tony Abbott que de imponerse cambiarían la forma de vida de los ciudadanos para siempre, con un énfasis especial remarcaba “for ever”
Difícil de creer cuando uno está en un barco tan inmensamente firme y piensa como el capitán del Titanic esto no puede hundirse; sin embargo puedo afirmar que en las grietas de su carcaza ya se ven daños irreparables.
Hay un error semántico que se instala en las mentes de que en política en una elección hay políticos que ganan y otros que pierden, es hora de que nos demos cuenta de que los que no salen primeros en la elección y pasan a ser oposición no pierden siguen cobrando y disfrutando de sus prebendas, es la gente la que pierde. Esto produce una instalación de este régimen sin alternativas.
La falta de reciclaje , análisis y debates de ideas con el consecuente paso al costado de los que ya no aportan nada, eterniza dinosaurios y sus artríticas arterioscloroticas ideas y comportamientos(bien explicado en tus comentarios de “los jóvenes de ayer”)
El liberalismo no es un fin en sentido apocalíptico y esa es la trampa , algunos puerperios de prosperidad y espejitos de colores , mezclados con nuevos shopping centers mantendrán el sueño americano y el individualismo como estandarte .
No podemos ignorar que la experimentación con drogas tipo boludol y uno a uno con blindaje y megacanje han dejado un país muy distinto del que se soñaba en el 83 y que a pesar de 12 años de anomalía , los estragos especialmente en la permeabilidad de las mentes y la falta de discernimiento permiten este nuevo renacer Liberal se han hecho piel.
La ciudad del mundo nuevo también tendrá tango, cabildo, asado y choripán pero nuestras vidas y en especial lo que deberíamos haber sido( que nunca lo sabremos) habrán cambiado “for ever”