Recuerdo la risible operación mediática que hicieron en contra de la tarjeta SUBE por el tema de los datos personales. Pues esto es real y se trata de la Unidad de Información Pública, la Cambridge Analytica de Mauricio...
Filtración de datos y “nueva derecha democrática”
Fuente
https://latinta.com.ar/2018/04/datos-y-nueva-derecha-democratica/
En medio del escándalo de Cambridge Analytica (CA) y
tras el informe de AI, el periodista argentino Santiago O´Donnell reveló que
Mauricio Macri era uno de los clientes principales de “Messina Group”, una
firma que facilita servicios análogos a los de CA.
Por Rodrigo
Lugones para Agencia Paco Urondo
Alexander Nix, CEO
de Cambridge Analytica (CA), Mark Turnbull y Alex Taylor (directivos
subalternos de la misma) fueron sorprendidos, en varias cámaras ocultas, por el
Channel 4 de Inglaterra, confesando los verdaderos objetivos que perseguía la
firma británica sobre el uso masivo de datos. El video se esparció como reguero
de pólvora. Multi-viralizado, provocó diversos efectos políticos y financieros
que incluso llegaron a regar las costas argentinas.
Un falso agente de
Sri Lanka, que buscaba asesoramiento en una futura campaña política fue el
anzuelo. Así, un periodista del Channel 4 pudo concretar una serie de
encuentros en lujosos hoteles londinenses con los directivos de CA. El
informe reveló la trama que esconden las empresas de consultoría política que
analizan y cruzan datos de usuarios de redes sociales a gran escala para manipular, entre
otras cosas, procesos electorales.
Tras el
escándalo las acciones de Facebook en Wall Street se desmoronaron. La empresa
de Zuckerberg perdió, en diez días, 100 mil millones de dólares. Alexander Nix
fue expulsado de la compañía que dirigía, acusado de malversar datos de
usuarios de Facebook, y Facebook no tuvo más remedio que reconocer que lo
habían hecho.
“I’m really sorry
that this happened” (“realmente siento que esto haya pasado”), le dijo a CNN un
sobreactuado Zuckerberg.
En los videos, Nix,
Turnbull y Taylor exponían los servicios que su compañía brindaba sacando
provecho de la información proveniente de las redes sociales. En simultáneo,
explicaban el tipo de trabajo que podían ofrecer en campañas electorales.
“Podemos mostrarle
al electorado lo que quiere ver, en el momento justo, en el lugar indicado.
Mientras más información puedas conocer y más datos obtengas, mejor podrás
manipularlo”, dice Alex Taylor, directivo de CA, en uno de los videos. Mark
Turnbull, también directivo de CA, completa: “Podrás saber quién es la
oposición, sus secretos, sus tácticas…”.
Nix, por su parte,
en otro tramo del informe, plantea algunas maniobras para condicionar a las
fuerzas políticas opositoras como: “ofrecer un trato demasiado bueno para ser
verdad y asegurarse de que esté grabado en video”, o: “enviar algunas chicas a
la casa del candidato opositor y registrarlo en video”, con el objetivo de
ensuciarlo, desde luego.
Alexander no desconoce el poder de las creencias, y sobre
todo, el poder de los medios de comunicación masivos para condicionar o dirigir
opiniones y elecciones: “Suena horrible
decirlo, pero estas son cosas que no necesariamente necesitan ser ciertas,
siempre y cuando se crean”, sentenció.
Es un escándalo
Se destapó, así, el
escándalo por fuga o uso indebido (y sin permiso) de datos masivos más grande
de la historia de Facebook. Zuckerberg debió reconocer que, de ser necesario,
iría a declarar ante la justicia y junto con Nix eligió desviar la atención y
exponer al psicólogo británico Aleksandr Kogan, a quien la marca
estadounidense entregó datos sobre 57 millones de “amistades” de todo el mundo.
Kogan es experto en análisis psicométricos,
psicología cognitivo conductual y pionero en entrecruzamiento de datos de
diverso origen. Es el creador del test digital thisisyourdigitallife, una
aplicación que permitía, cuando el o la usuaria la usaba, acceder a la
información personal de quien rellenaba el test y de todos sus contactos
(recabando información personal de todo tipo que, analizada, era utilizada para
diseñar estrategias de comunicación política; la creación de mensajes dirigidos
hiper-individualizados para lograr una comunicación más efectiva).
Según Zuckerberg, Kogan lo engañó y usó la información con fines no
confesados previamente, comprometiendo a la firma estadounidense. Diseñó la
aplicación, la vinculó a Facebook, obtuvo toda esa información y la vendió a
CA. La dinámica de la venta de datos realizada por Kogan fue expuesta en una
entrevista para The Guardian que realizó un ex trabajador de CA, Christopher
Wylie.
Algunas semanas después de que estallara el escándalo, la suma de
usuarias y usuarios afectados por la filtración escaló de más de 50 a 80
millones (luego se terminó de saber que el hecho afectó a 2200 millones de
usuarixs, es decir, la totalidad de usuarixs de la mayor red social del
planeta). Facebook, en un gesto tardío por recuperar
credibilidad, se vio obligada a rediseñar su política de privacidad.
Zuckerberg fue convocado a declarar en el parlamento estadounidense. Su empresa
está sumida en la crisis más importante desde su creación.
Por otra parte,
luego de la popularidad que obtuvo la cámara oculta de Channel 4, CA expresó:
“Rechazamos cualquier alegación de que Cambridge Analytica o cualquiera de sus
afiliados use trampas, sobornos o las llamadas ‘trampas de miel’ (encuentros
sexuales que funcionan como chantaje) para cualquier propósito. Rutinariamente
llevamos a cabo conversaciones con potenciales clientes para tratar de
desentrañar intenciones poco éticas o ilegales. Cambridge Analytica no utiliza
material no evaluado para ningún propósito.”
El cambridgegate expone la utilización de la minería
masiva de datos para
consultoría política y la manipulación de creencias para condicionar elecciones
políticas y económicas, siempre al servicio de las fuerzas políticas más
reaccionarias del planeta. Aquellas que responden a programas económicos
neo-liberales. La blackmirrorización de la consultoría política es el realismo
de las encuestas y predicciones ocultas (y utilizadas para fines oscuros) del
siglo XXI.
Datos masivos y
neoliberalismo
El data mining o la minería masiva de datos, explicada muy velozmente: es un
conjunto de técnicas y tecnologías que permiten explorar grandes bases de
datos, de manera automática o semiautomática, con el objetivo de encontrar
patrones repetitivos que expliquen el comportamiento de estos datos.
El análisis masivo de datos, su entrecruzamiento y
las conclusiones que pueden extraerse de las operaciones conocidas como “Data
Mining” han quedado expuestos en el cambridgegate. En Argentina la alianza
Cambiemos viene desarrollando un uso polémico de éste tipo de prácticas hace
tiempo. Durán Barba es la cara visible de toda esta ingeniería social puesta al
servicio de las victorias electorales de lo que un sector del periodismo
denominó “nueva derecha democrática”.
El 19 de marzo de 2018, Mauricio Macri, a través de un DNU, creó la
“Unidad de Opinión Pública”, que responde directamente a la Jefatura de
Gabinete de Ministros, a cargo de Marcos Peña Braun. En el artículo número dos
del decreto, pueden conocerse con exactitud los objetivos de esta “unidad ejecutora
especial temporaria”, tal como la denomina el documento:
ARTÍCULO 2°.- La
UNIDAD EJECUTORA ESPECIAL TEMPORARIA ‘UNIDAD DE OPINIÓN PÚBLICA’ tendrá como
objetivos:
a. Elaborar un plan de seguimiento de la
opinión pública que permita monitorear la gestión del gobierno y conocer las
demandas de la población como insumo para el diseño y la implementación de las
políticas públicas.
b. Recabar información sobre las
principales demandas y problemáticas de los ciudadanos.
c. Evaluar el nivel de conocimiento por
parte de la ciudadanía de las políticas del Gobierno Nacional.
d. Coordinar la implementación de los
estudios de opinión pública que se lleven a cabo en la Administración Pública
Nacional y asistir y asesorar en la materia a los Ministerios y organismos que
lo requieran.
e. Generar información cuantitativa que
facilite el diagnóstico de situación y posterior implementación de medidas del
Gobierno Nacional.”
Un dato llamativo es que la unidad en cuestión se disolverá el 31 de
diciembre de 2019, el último día del que sería, hasta el momento, el último año
de gobierno de Macri.
Un día después de la creación, por medio de un
decreto de necesidad y urgencia, de la “Unidad de Opinión Pública”, Amnistía
internacional publicó un informe donde demostraba, con datos concretos, la
existencia de una cybertropa (que operaba con bots y mostraba comportamientos
no humanos similares en diferentes cuentas de Twitter), que ataca a opositores
o periodistas que plantean algún nivel de disidencia con el gobierno de
Mauricio Macri.
En medio del escándalo de Cambridge Analytica y tras el informe de AI,
el periodista argentino Santiago O´Donnell reveló que Mauricio Macri era uno de
los clientes principales de “Messina Group”, una firma que facilita servicios
análogos a los de CA. En su sitio web lo contaban entre nombres como Barack
Obama, Enrique Peña Nieto, Theresa May, Matteo Renzi, Sigmar Gabriel, Mariano
Rajoy y David Cameron. Luego de que se hiciera pública, The Messina Group
decidió sacar la foto de Mauricio Macri de su sitio web. Macri, por su parte,
negó ser cliente de Messina Group y Cambridge Analytica (Alexander Nix había
mencionado a Argentina como otro de sus clientes, junto a Kenia, la India,
Estados Unidos y China).
La
“Unidad de Opinión Pública” es un Cambridge Analytica hecho por, para y desde
el Estado. El gobierno de Mauricio Macri montó una ingeniería de análisis y de
minería masiva de datos de usuarios de redes sociales desde el Estado para
condicionar emociones, pensamientos, elecciones y acciones con la información
que cada uno de nosotros vuelca todos los días en internet.
El periodista
Nicolás Adet Larcher, vía Whats App, me hizo llegar a una intervención que
Santiago O´Donnell realizó en un medio mexicano a propósito de la triada que
conforman Cambridge Analytica, Amnistía Internacional y la Unidad de Opinión
Pública:
Proceso.com.mx.: –¿Se están cruzando los perfiles elaborados a partir de
datos personales en las redes con información de las bases de datos de
organismos oficiales? –se le pregunta a Santiago O’Donnell.
Santiago O’Donnell.: –Yo lo que te puedo decir es que en julio de 2016,
tres meses después de la reunión del jefe de gabinete con el Messina Group, la
base de datos de la ANSES pasa a la órbita y el control de la Jefatura de
Gabinete. Y a partir de ahí se crea esta Unidad de Opinión Pública, para
manejar estos datos.
La conclusión es evidente: nos están utilizando. Están utilizando nuestra
información. Incluso cuando rellenamos un gracioso test para
saber a qué personaje de Dragon Ball Súper nos parecemos. Aportando algunos
datos de nuestra personalidad, estamos proveyendo de información a éstas usinas
de manipulación de información y creencias.
De allí extraerán lo que necesitan para condicionar nuestras elecciones,
pensamientos, acciones y emociones. Todo esto es utilizado por consultoras
políticas para decidir cómo diseñarán la comunicación política que mejor se
ajuste a cada público para que se acepten planes económicos regresivos,
disociando por completo las decisiones que tomamos del impacto que pueden tener
estas políticas en nuestras vidas.
Por Rodrigo Lugones para Agencia Paco Urondo
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