La democracia está sobrevalorada por decisión y para placer de los que manejan sus resortes cardinales...





Yo veo al futuro repetir el pasado... pero no es casual, hay un empeño social y fervoroso para repetirlo, y aunque parezca tragicómico, acaso paradójico, nos ayudan a pensar Duran Barba (hombre elogiado pornográficamente por nuestro intendente Raúl Reyes) y su admitido y confeso monitor, un tal Joseph Goebbels...



Evidentemente estamos ante un discurso único, ante una receta mediática global de oficialista tenor que mira a la sociedad desde un punto de vista determinado. 

Y a primera instancia está muy bien que dicha percepción sea emitida y defendida con sumo entusiasmo; justamente la posibilidad de hacerlo es el corazón que hace latir a la democrática. Lo que realmente llama la atención es que esa misma conducta con disímil percepción de la sociedad es vista por estos como un sacrilegio Goebbeliano. Como si la oposición y sus adherentes tuvieran un NO Derecho para defender sus posicionamientos políticos e informar a la población de sus visiones ideológicas y a la vez explicar el porqué de sus definiciones.

Ante las cruzadas acusaciones uno trata de entender que no es la verdad la que está en juego sino la propiedad del relato de modo tal inclinar la balanza según sus propias percepciones, dándole certeza a la máxima de Nietzsche: quién tiene el poder real impondrá sus pensamientos y modos más allá de la verdad misma.

No estoy discutiendo sobre la interpretación que cada uno hace de la realidad sino de la tendencia que tiene la mayoría del marco analítico en suponer que todo aquel ajeno a sus ideas se encuentra cooptado y por ende es un ruin y menesteroso mercenario.

Allá por junio del año 2011 afirmábamos Sabemos positivamente que de ser derrotado este Gobierno en los próximos comicios desaparecerán todas las voces que adhirieron a sus principios. Y esto será muy bien recibido por los republicanistas de la libre expresión pero que detestan la diversidad, aborrecen ser criticados y menos aún escrutados”.

Mi tesis se basaba en un sencillo razonamiento: Si ya en aquel momento y en condiciones de plena libertad, esas voces eran silenciadas en los medios hegemónicos privados, no era dificultoso imaginar que ante un cambio de gobierno, directamente no tendrán oportunidad de expresión. Toda la oposición se hallaría alineada con el multimedio dominante, en consecuencia un importante porcentaje de la población, que adhiere al proyecto Nacional y Popular, no vería representada su opinión, debido a que el Estado actuará en sintonía con el monopolio. Algo similar ocurrió a partir de 1955. Los Libertadores, los Republicanistas cercenaron las libertades individuales y colectivas instaurando la tristemente célebre proscripción que dejó sin palabras, sin protagonismo social, sin símbolos, a las mayorías que consideraban o percibían otra visión de la sociedad. Lo dicho...

Por eso les es necesario como línea argumentativa forzar la idea que “nada de lo que se dice que se ha realizado durante el gobierno anterior, se ha realizado, que nada de lo que se ve que se realizó  es cierto, o en su defecto fue pretexto de robo y por cierto que todo aquello de lo cual se sospecha es verdad”.


Mientras esto sucede, y excepto por un sistemático saqueo de derechos,  operatoria tan vieja como la injusticia, los notables de nuestra sociedad establecen una suerte de ordenamiento inteligente llamado “Cambio” desde donde no se ha desprendido novedad alguna, cosa insistentemente reclamada por estos cuando sus tiempos opositores al anterior oficialismo. De todas formas se me ocurre que exigirle cierta eficiencia ejecutiva esta caterva tan bien descripta por el Negro constituye un oxímoron, debido a que la marcada necedad e ignorancia expuesta resulta factor limitante para que tal demanda se vea complacida. Entonces... desde el campo de las ideas se peca más por estúpido que por deshonesto. Como manifestó una de sus destacas lumbreras cuando falleció Néstor Kirchner “desde que se murió este hombre vivo más tranquila “... “A Magneto habrá que hacerle un monumento porque es el último bastión democrático que nos queda”...
Durante el gobierno anterior se decía que si la inflación llegaba al 25% el país explotaba, y seguramente si hubiera llegado a ese porcentaje hubiera sucedido. En este gobierno llegó el 46% y nada ocurrió. Magnetto, para esta administración, merece más que un monumento. Acaso como afirma nuestro amigo Frank Underwood la democracia está sobrevalorada por decisión y para placer de los que manejan sus resortes cardinales...



Bases de la propaganda de Goebbels, dicho de otro modo el Manual de Durán Barba

No está demás recordar estos once puntos, solo hay que mirar con detenimiento la publicidad electoral del oficialismo y la asociación será automática:

Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo.

Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”.

Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

Principio de la silenciación. Acallar sobre las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.



N de las R: Este texto nació a partir de aquella vieja nota de opinión titulada Nunca Menos y publicada en la página del Ateneo Popular Arturo Jauretche de Coronel Dorrego el 23 de junio del año 2011..



Comentarios

  1. Encuentro tu post y el mío tan parecidos...

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    1. ES QUE LOS k SOMOS DE MANUAL según Lanata y todos pensamos lo mismo o para peor.. este post tiene más de 6 años y estos tipos no evolucionan. Abrazo

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