Dorrego 2017
Los comicios de
medio término generalmente proponen un poco más de debate y menos
virulencia. En lo personal y sospecho que buena parte de los ciudadanos
de Coronel Dorrego aspiramos que las recurrentes declamaciones galeritas y
vecinalistas, no se constituyan en temas centrales de debate. Sinceramente
esperamos escuchar “banalidades” sobre salud, algo sobre infraestructura, algo
sobre cultura, algo sobre inclusión social, algo sobre desarrollo. Pero claro.
No se le puede pedir a la derecha lo que la derecha nunca hará. Es necesario darle
mayor presencia a aquellas alternativas políticas que pongan estos temas sobre
la mesa, de lo contrario aquellas nimiedades exhibidas seguirán marcando la
agenda de preocupaciones. Un conjunto de humedades instaladas como cuestión de
estado. Asuntos que se deben resolver ejecutivamente, con practicidad, con
premura, con agilidad y sin utilizar los escasísimos tiempos que tienen
nuestras esporádicas y minusválidas sesiones del HCD.
Hace algunos años la
vicepresidente, cuando no se dedicaba al rodaje de bolsas, en este caso
honestistas, repletas con dineros no declarados so pretexto de una SUMA que
restaba bastante, causa que no necesitó de Defensor porque para eso estaban el
Fiscal y el Juez, afirmó que una persona ideologizada es una persona cuadrada.
Dicho esto una persona cuadrada es una persona que no es inteligente y esto es prescindente de su ideologización. Vale decir, se puede tener o no tener
ideología y ser un imbécil, por el contrario se puede tener o no tener
ideología y ser una persona sumamente atractiva desde la inteligencia. La
ideología nunca será un factor limitante, en todo caso el factor limitante es
la estupidez, acaso y por experiencia propia la Presidente del Senado, ausente
de pensamiento crítico, estaba confundiendo los términos. En la misma línea de estupidez
tenemos bastante por el Pago Chico, no hay más que leer:
Y es aquí en donde
estoy colocando al paradigma como sujeto político. Dialéctica y praxis, un
matrimonio en donde el divorcio no puede ni debe ser tema de conversación.
Hablo de coherencia y convicción política. Y es aquí en donde intervienen el
cómo (herramienta) y el para quién (prioridades), ambos conforman esa identidad
político-ideológica a la cual nos referimos. Si con la intención de bajar la
inflación aplicamos recetas que tienen relación con la baja del gasto público
desarrollando una política de achicamiento estatal estamos manifestando una
declaración de principios ideológicos. Yo te bajo la inflación, pero el precio
son cien mil tipos económicamente activos que van a quedar en la calle. Si con
el objeto de que nuestros productos exportables sean competitivos en el
exterior aplicamos recetas que incluyen devaluaciones intempestivas, bajamos el
costo nacional pisando los sueldos eliminando paritarias y fomentamos la
desocupación de manera no se dispare el precio de la mano de obra, también
estamos exhibiendo una fuerte posición ideológica. Ambos ejemplos nos marcan
prioridades y esas prioridades nos explican las herramientas utilizadas.
Pregunto: ¿Es tan relevante iluminar una avenida de ingreso como indicativo
político? ¿Los ciudadanos, no deberíamos cuándo menos segmentar la importancia
de los temas para poder evaluar cada cuestión en su verdadera magnitud política
de forma tal evitar que nos manipulen? El quien es quien, desde lo ideológico,
tiene mucha relación con ese sospechoso pragmatismo que se supone posee el
gestionalismo. Nadie es del todo pragmático, como nadie es totalmente
idealista. La cuestión es no caer en la trampa política que algunos proponen,
esto es, que uno sea destinatario y protagonista de una argumentación
dialéctica que está totalmente divorciada de la praxis política real. Debatamos
prioridades y herramientas al mismo tiempo, de esa manera no nos pueden
embaucar…
En una comarca en
donde predomina la neutralidad y la asepsia tomar posiciones más o menos
críticas, desde un lugar determinado, constituye un acto de osadía o cuando
menos de estulticia. Y esto es calificado según el momento y el actor político
afectado, debido a que la línea de sus intereses particulares domina el
escenario crítico., y reafirmo particulares, no colectivos.
Poco se puede
esperar de pensamiento crítico y sentido inteligente en una comarca en donde un
recordado intendente, él único Justicialista, fue responsabilizado por una
sequía debido a que coincidió con el cambio de localización del íncono del
Cristo, que en el ingreso a la ciudad cabecera recibe al visitante, y más aún
cuando esa estigmatización cobarde y ultrajante fue acompañada y fogoneada por
la mass media urbana y rural con el abrigo de la ignorancia colectiva. Nadie
por supuesto se hizo cargo de tamaña vulgaridad, de hecho, algunos de los que
podían haber evitado la ignominia prefieron aprovecharse de ella y hoy son
fervientes devotos de los salarios públicos.
Cada uno de
nosotros tendrá en mente sus debes y sus haberes políticos, pero la pregunta
que nos debemos hacer es qué esperamos de nuestros dirigentes. La posibilidad
de que un colectivo con inquietudes revulsivas comience a tomar con coraje aquellas
propuestas políticas que el distrito necesita va más allá del conservadurismo
(UCR-PRO-JPD) local expone en sus cuadros. Cómo será la cañada que Fabián Barda
la cruza al trote, parece Gramsci al lado de Reyes y su troupe de homos
neoliberales, asépticos adherentes de los psicóticos, mitómanos y perversos que
gobiernan Nación y Provincia, siendo el
único cuadro político oficialista que exhibe algún tipo de disidencia con el
presente. Ni hablar de nuestro chiringotero Joe Pesci vernáculo de la mano de De Niro y Scorsese.
Nunca vamos a saber
si se los prohíbe su naturaleza cobarde y subsumisa o directamente es el
establishment feudal local quien limita su accionar vía aportes logísticos, lo
cierto es que si hoy uno ingresa a la ciudad cabecera luego de veinte años, por
cualquiera de sus senderos, le parecerá que el tiempo no ha transcurrido, amén
de cierta lavada de cara que exhibe la plaza principal y que poco tiene que ver
con promisorios afanes de desarrollo y de progreso. Sus debilidades e
inconsistencias políticas para dichos fines, su libido está puesto en que los
números cierren omitiendo contemplar si tal cosa incluye o no a la población.
Por suerte, y allí
están los escritos, uno no escribe de política local y de sociedad por cómo le
aprieta el zapato. La coherencia crítica está expresada desde un lugar político
del que nunca me corrí. Equivocado o acertado y presto a la refutación voy a
continuar con suma humildad y convicción exponiendo hechos y dichos concretos,
su relación con las conductas públicas y su correlato en el tiempo. No hay nada
personal. Cosa que a mi modo de ver se mezclan interesada y maliciosamente. Mis
lecturas no son verdades reveladas, son una de las tantas que existen en el
pueblo. Acaso la enorme diferencia es que uno pone el cuerpo delante, no utiliza
la demagogia ni cuenta con una pléyade de aplaudidores que son capaces de
adquirir mansamente hasta las más absurdas propuestas comerciales. No existen
segundas intenciones ni existe especulación. El pensamiento crítico no se acota
en mi sector de pertenencia, decenas de artículos objetando el accionar político
y militante del PJ local avalan lo dicho. Cota crítica que sí observo en los
demás. ¿En dónde descansa la soberbia entonces? En dónde está la
intelectualidad vernácula definida, comprometida y en dónde están los
pensadores de las restantes agrupaciones debatiendo políticas buenamente,
tratando de analizar críticamente su accionar político, sus agachadas, sus
quebrantos, sus discursos acuarelizados, sus estrategias, sus tácticas, sus
visiones políticas sobre un distrito que
"no le falta
lo que dice merecer, a mi entender debe merecer lo que le dice que le falta por
medio de una actitud tanto pensante como activa desde lo político".
Me mató las fotos de Buenos Muchachos, solo nos quedan divertinos un poco.
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