Disertación sobre el Ensayo historiográfico: FORMACIÓN Y TRANSFORMACIÓN DEL SUJETO AGRARIO por su autor, ANTONIO DIEZ, “El Mayolero” – Viernes 19 de mayo, 19.30 horas, en el Centro Cultural La Casona, Avenida Rivadavia 641, Tres Arroyos

El hombre de San Mayol es propietario de riquezas que no tienen precio, tesoro cuyo valor es imposible de cuantificar debido a que toda adjetivación resulta breve y escasa a la hora de cualificar.  Antonio Diez es dueño de un prestigio afectivo que se ha ganado a fuerza de su claridad conceptual, sus conocimientos sociopolíticos y económicos, sobre todo regionales, su generosidad para compartirlos y a su inquebrantable honestidad intelectual y convicción sentipensante a la hora de hacer una lectura histórica de nuestra Patria. No se anda con remilgos ni con meandros dialécticos, como heredero de Jauretche coloca los acentos en donde la coyuntura los necesita aún cuando los tiempos aconsejan guardar silencio, cosa que se choca de frente con su naturaleza, acaso por eso es considerado como un imprescindible.

Recuerdo que allá por el 4 de junio del 2014 Página Popular, sitio periodístico alternativo de lectura insoslayable, comenzó a publicar Formación y Transformación en breves presentaciones cotidianas, fueron 38 entregas en total, la última el 13 de julio. De inmediato muchos de sus lectores entendimos que estábamos frente a un trabajo de excepción y extremadamente didáctico, sobre todo porque trataba de desmitificar y refutar científicamente ciertas falsaciones que el ser urbano tiene incorporadas como conocimiento irrefutable, errores y horrores que de manera pétrea hacen gala tanto en el consciente como en el inconsciente de una gran porción de la sociedad. 

“No es recomendable creer lo que en el fragor del combate escribimos”, sentenció Horacio González, y nada mejor que Antonio Diez para darle fundamento práctico a la cita. Bien pudo El Mayolero darle curso a este notable trabajo durante el conflicto del lock out patronal de año 2008, a propósito de la resolución 125, cosa que acaso le hubiera significado mayor trascendencia y gran número de palmadas, pero un capítulo histórico, bisagra, se estaba desarrollando en ese momento de manera que era cardinal, desde la rigurosidad científica, observar críticamente y aguardar por la calma para deconstruir la coyuntura de forma tal no apresurar conclusiones y mensurar todas las perspectivas.

Con el tiempo esos 38 artículos que vieron la luz en Página Popular se transformaron en las 10 entregas que hasta no hace mucho publicó en serie el diario El Periodista de Tres Arroyos, ensayo que en breve quedará plasmado en papel, cuestión de no dejarle a la olvidadiza posteridad “bien pensante”, el mínimo resquicio para omitirlo.

Por mi lado, honor y dicha son los términos más precisos para definir su invitación a compartir con tan notables oradores la prestigiosa mesa de Formación y Transformación del Sujeto Agrario. Crédito que me supera holgadamente pero que disfrutaré sin pudores. Su trabajo de años en pos de ensayar, argumentar y hacer docencia sobre temas políticos, históricos, socioeconómicos y antropológicos merecen quedar documentados de manera indeleble ya que no solo poseen la impronta intelectual de la rigurosidad científica sino que además, y aquí lo más importante, tienen el aderezo de la práctica, empirismo por prepotencia de vida, no es un simple estudio de campo, es experiencia pura, intransferible. Y no solo es el Sujeto Agrario, son los ferrocarriles, el problema de las inundaciones, la 125, los vecinalismos, la historia del campo nacional y popular, la historia sobre el cooperativismo, es Sancor, son decenas de ensayos que laboran a favor de nuestra formación e información y no me perdonaría olvidar sus tiernos y costumbristas relatos y cuentos sobre cuadreras, timberos, catangos, carnavales y pulperías. Y como símbolo la figura de El Fusilado, un blog padre de muchos blogs, un sitio "paridor" de ideas, de pensamiento crítico, de libertad, un convite de excelencia nacional y popular. Allí estaré, llegaré temprano, necesitamos tener tiempo para cerrar algunas cuitas afectivas que nos debemos para luego disfrutar de su necesaria verba, y más en estos tiempos tan crueles como complejos. Tiempos para ser pensados.

Desde luego, queda de manifiesto la invitación. Antonio Diez, El Mayolero, referente sentipensante de la región, merece largamente que el auditorio se vea colmado de afecto personal e interés por su obra.