Como le va don Sala, le traigo un lindo enigma, me dijo
el tipo. Me gustan los enigmas, usted sabrá que tengo varios policiales
escritos, son mi debilidad le respondí. En ese sentido Crímenes Imperceptibles
de Guillermo Martínez y el Enigma de París de De Santis son novelas a las que
le dedique un par de lecturas, ni que hablar de las historias del Padre Brown
de Chesterton y la obra completa de Conan Doyle, me extendí. Bueno don Sala,
escuche bien. A propósito de lo que está pasando por estos días en el Pago
Chico le pregunto: ¿Por qué razón o razones un alto funcionario del área de la
salud del distrito, sabiendo desde hace tiempo sobre ciertas irregularidades en
cuanto a prestaciones facturadas y no dadas, información que le brindó un
organismo público, no las denunció debidamente dejando que las mismas se
desarrollaran como si nada ocurriera?. Necesito más detalles, le respondí, deme
precisiones. No puedo darle nombres, me compromete y todos sabemos que usted es
medio botón, pero trataré de aclararle la cosa, me respondió el tipo.
Ejemplifico don Sala: Un profesional y dirigente del Partido Político A factura
órdenes autorizadas por servicios no dados, esta operatoria es conocida por un
alto funcionario de salud del gobernante Partido Político B ya que le fue
advertida por un organismo auditor, ¿me sigue don Sala?. Le pregunto ¿Cómo
analiza usted tal actitud del funcionario rector del municipio? Le respondo de
este modo, mi amigo: Stolbizer pensaría de inmediato que el alto funcionario
está prendido en la joda y que se lleva un retorno, Carrió, sin pensar
demasiado, afirmaría que lo quiere tener agarrado de las bolas para
extorsionarlo políticamente, pero como lejos estoy de las perversiones de una y
de otra me afilio a pensar en un rasgo más humanístico, siempre hablando en
términos relativos y teniendo en cuenta que la cosa tiene un olorcito a mierda
bastante notable. Acaso el funcionario, relativizando la gravedad del dilema,
hizo la vista gorda advertencia mediante so pena de denuncia en caso de
reiterase la operatoria, finalicé. Pero don Sala, me interrumpió el tipo, el
funcionario se transformó en cómplice no solo de una malversación de fondos
públicos sino también de falsificación de órdenes médicas con el adjunto de
facturación trucha, además de haber incurrido en incumplimiento en sus deberes
como funcionario, completó. Es cierto, bueno, en ese caso es el riesgo que
asumió correr, razón por la cual le cabrían las generales de la ley cosa que se
potenciaría por la estatura de su cargo, sentencié. Entonces es más jodido de
lo que pensaba y está hasta las manos, inquirió el tipo. ¿A quién se refiere?,
cuestioné algo azorado por el tenor del comentario. Olvídelo don Sala, la ley
está hecha para la gilada, los poderosos, con ella hacen cotillón. No entiendo
su enojo mi amigo: ¿Quedó conforme con la resolución del enigma? le pregunté al
tipo. Si, don Sala, pero estoy más enojado que antes…. Buenos días, me dijo el
tipo…
Tengo mucha tristeza por lo que está ocurriendo en Dorrego. En algún momento me atendí con los dos y los consideraba profesionales derechos y de primera. Muy claro el post.
ResponderEliminarMe parece que hay gente por allí, que no entiende un pomo de que los asuntos públicos, no se pueden manejar con la liviandad que los asuntos entre particulares... Por mas amigos que sean ambas partes involucradas, lo serán fuera de sus funciones oficiales. En funcion oficial hay que atenerse a lo que leyes, reglamentos y ordenanzas estipulan.
ResponderEliminarEso no se dice, de eso no se habla, eso no se toca. Te felicito Gustavo por el coraje.
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