Imagen: gentileza La Dorrego
Hugo Segurola
afirmó durante la jornada que no está para debates, que él está preparado para gobernar. Me parece
atinado y estoy de acuerdo con dicha prioridad política. Lo que me atrevo a
sentenciar es que hasta ahora mucho no se ha notado. El vecinalismo que lidera
ya lleva cuatro años de actividad política rentada y lamentablemente no ha
podido traernos al Pago algún elemento que justifique nuestra inversión
pecuniaria en su estructura, tristemente ni tan siquiera una mísera máquina
para sacar algún peluche de su interior, ni antes, ni durante, ni después de
las elecciones. Y eso no es otra cosa que ausencia de estrategia política para
saber pasar del testimonio a la acción política concreta con vocación de poder.
En un par de meses el FPV, sin poseer representación legislativa, le demostró
qué es lo que se puede hacer cuando dicha vocación está presente. No considero
para nada esgrimir como excusa el grado de pertenencia provincial y nacional.
Juntos por Dorrego lo pudo haber hecho y optó por la estrella de Massa.
Eso fue una decisión política e ideológica de la fuerza, de manera que hay que
hacerse cargo. Muchos vecinalismos, a lo largo y a lo ancho del país, una vez
afianzados en sus terruños, optaron por acercarse al kirchnerismo de manera
encontrar allí el respaldo político necesario para dar el salto de calidad que
la política requiere. Hoy el vecinalismo, y se ha notado en el reciente
encuentro en Oriente, ha acuarelizado su discurso opositor con relación al
radicalismo gobernante, fuerza a la cual le cae muy funcional la presencia de
Juntos por Dorrego. Segurola les garantiza tranquilidad electoral de cara al 25
y los pone totalmente a salvo del envión y del entusiasmo que significó la
irrupción de la nueva y joven dirigencia del PJ local con Osvaldo Barcelona,
Julio Modesti, Ramiro Urristi y Gustavo Brussa, entre otros, a la cabeza. A qué
me refiero con la acuarelización del discurso. Puntualmente se ha notado cierta
benignidad dialéctica con relación a sus antiguas posturas en donde fuertemente
ponía sobre la mesa de discusión crítica el sistema casi feudal imperante en
donde pertenecer al oficialismo garantizaba un futuro promisorio de carácter
municipal. Hoy eso ha quedado en el pasado, como ha quedado en el pasado lejano
sus demandas de transparencia en la elección de los proveedores como así
también ha olvidado, vaya a saber en qué cajón de qué placard, su severidad con
relación al manejo de los dineros públicos. Evidentemente los números electorales
han puesto a nuestro vecinalismo en la gran disyuntiva de tener que optar por
el mal menor INDIVIDUAL, acaso sin comprender que ese mal menor egocéntrico es
el mal mayor para el colectivo, sobre todo para aquellos que alguna vez lo
apoyamos y lo observamos como una valedera y verdadera posibilidad de cambio de
paradigmas. De acuerdo a lo escuchado durante la jornada de ayer en Oriente,
Juntos por Dorrego y la UCR han formado un compacto colchón protector del
establishment dominante gracias a su visceral antiperonismo, cuestión que no
había demostrado hasta que la política le pidió definiciones taxativas. Más allá de la emoción violenta en la que
cayó luego de las PASO y que ubicó a mi persona como blanco de su cólera, lo
cierto es que tristemente no me puedo desdecir sobre nada de lo afirmado en su
momento debido a que todas sus posturas e intenciones se han potenciado
exponencialmente. De manera que en el
presente Juntos por Dorrego pasó de una fuerza política propositiva a ser un
mero reaseguro de la continuidad radical. ¿Es legítimo? Por supuesto que lo es,
pero es bueno tener las cosas claras para que luego no nos vengan con
minusvalidos pedidos de informes legislativos que solo sirven para seguir
revolviendo un café que hace rato se enfrió, que la UCR deseaba frío, y que por
ello nadie va a tomar.
Por
el lado del Frente Renovador su testimonio queda al margen de toda discusión
política por los porotos locales. Fortunato hace rato que juega su juego
personal antikirchnerista y hará todo lo que esté a su alcance para evitar que
el FPV local obtenga sus objetivos de máxima. Sus definiciones ideológicas
distan mucho de los preceptos justicialistas más allá de que él se sigue
considerando como tal. Su definición de ayer con respecto a lo que denominó “presión
impositiva” fue acompañado de la omisión con respecto al impacto que dicha
medida tendría en la puja distributiva global. Creo que para su desgracia
encontraría en los textos del General Perón varias respuestas que lo pondrían
bastante colorado, tan colorado como el círculo rojo al cual pertenece su jefe
político. Sus 500 votos cautivos estatales le vienen como mácula intangible a
la UCR gobernante, que a la par y como titular del ejecutivo, detenta la
potestad de manejar el empleo público de manera discrecional, cosa que incluye
la precariedad de muchos trabajadores que el propio Fortunato representa y que
por obvias cuestiones de subsistencia necesitan conservar. La falta de
oportunidades en el distrito también colabora para que esa dependencia exista y
se ejerza despóticamente. De modo pues que a su manera el Frente Renovador es
la pata peronista que labora para que nada ponga en riesgo el estatus quo
vigente que propone el conservadurismo.
Raúl
Reyes, como representante y candidato neoliberal, no hace otra cosa que cumplir
con su deber orgánico e histórico. Justificar lo injustificable, responder a
sus mandos naturales y defender sus intereses de clase, cosa que el
Proradicalismo desarrolla a la perfección. Su profesión le marca una impronta
de asiento contable al cual no le da respiro, todo es costo beneficio y debe
cerrar, la gente es cuestión secundaria. Un tecnócrata privilegia esos aspectos
y debemos saber que con él la economía será la variable rectora de la política
y no a la inversa. Sus definiciones ideológicas son claras y contundentes:
Derrame voluntarista del sector agropecuario y el costo laboral como variable
de desarrollo. Para los que quieren regresar al menú de la segunda década
infame tienen en Cambiemos como el mejor Restaurante y a Raúl como el más
cotizado de los gourmet. De todas maneras, hace varias semanas, fuentes muy
confiables y pertenecientes a cada una de las tres fuerzas “concordantes” me
habían asegurado que, tanto Juntos por Dorrego como el Frente Renovador, a
instancias de sus líderes, iban a continuar en la lucha electoral para que nada
modifique el orden conservador imperante, ni siquiera dentro del HCD.
Por
último Osvaldo Barcelona y el FPV-PJ le presentan a la sociedad el único motivo
de interés electoral para este 25. Cuánto de revulsivo y cuánto de conformista
es el colectivo dorreguense, son las cuestiones que serán respondidas ese día.
Con cuadros políticos muy considerados en el terruño y de todas las franjas
sociales, con una militancia juvenil inédita en nuestro Pago en cuanto a su
protagonismo y con una fuerte y ágil acción política desde la gestión, el
peronismo ha regresado desde sus infiernos en procura de que el proyecto
nacional, popular e inclusivo desembarque en Dorrego con el mejor equipo y de
la mejor manera. Durante la jornada de ayer en Oriente quedó claro que
Barcelona pone a las decisiones políticas como las únicas protagonistas de
nuestro futuro, refutando de ese modo la teoría de las circunstancias que tan
bien aplica para mal la UCR en su gestión. Como en muchos lugares del país el
FPV-PJ local deberá enfrentarse a esa suerte de alianza antikirchnerista que la
mass media y el establishment han sabido construir desde el 11 de diciembre del
2011 a fuerza de calumnias, injurias y operaciones de toda clase y tenor.
Algunas se han unificado formalmente, otras lo hacen como aquí, vía colectoras,
acaso la vergüenza pese en alguna conciencia. Haber intentado implosionar al
campo popular tuvo sus parciales efectos, obviamente que sin la ayuda de los
traidores la traición no existiría. Por fuera de eso la restauración
conservadora no las tiene todas consigo, por ahora todo indicaría que a nivel
nacional su suerte estaría echada más allá de que en lo personal me resisto a
darle bolilla a las encuestas. La mejor encuesta es el escrutinio definitivo,
ni siquiera el provisorio. A mi entender los números serán finitos para
determinar los resultados en primera vuelta. Once o doce puntos de diferencia
serán motivo de discusión y denuncias varias ya que no serán considerados como
once o doce sino como uno o dos, y allí tendremos al segunda parte del
Tucumanazo que no fue.
Pero
volvamos a nuestras calles. Es muy usual escuchar que necesitamos de gente
nueva, que precisamos que se acerquen personas con ideas novedosas, trayendo
aire fresco, personas que se interesen por Dorrego. Pues allí está Osvaldo
Barcelona. A contra cara se lo chicanea con que su vida activa, social y
política, la hizo fuera del casco urbano de Coronel Dorrego, no fuera de
Coronel Dorrego. Considero que su apellido habla por sí de su identidad con el
Pago. Abolengo que en ocasiones fue motivo de orgullo social. Y justamente los
que chicanean son los que hasta hace quince minutos editorializaban
mediáticamente sobre el conservadurismo casi innato del distrito. Justamente el
aire fresco que trae Barcelona y su equipo no pasa ni por su genealogía, ni
por su vida social, ni por sus éxitos económicos o como profesional de las
leyes. Pasa por el campo de las ideas políticas y sus reales conexiones
institucionales en las más altas esferas gubernamentales para gestionar a favor
de la comunidad. Vaya paradoja. Su tres contrincantes al máximo cargo municipal
han tenido protagonismo absoluto en lo que hoy “es” Coronel Dorrego, un parador
a la altura del kilómetro 600 de la ruta nacional número 3, un cartel
indicativo, un mojón de sepia tonalidad expulsivo y excluyente. Y justamente
los tres han acordado que nada se modifique militando “pronegativamente” en
contra del único proyecto político que propone innovación y participación
colectiva en los cambios. Prefiero a los sabios por conocer que a los locos
conocidos, decía Serrat, porque estos locos conocidos, desde hace muchos años,
están escribiendo de manera interesada y despiadada las más tristes páginas de
nuestras vidas.
Don Sala.. Entendí mal o usted está diciendo que Segurola y Fortunato hicieron un acuerdo con el radicalismo para dispersar el voto opositor y no se polarice la elección. Y que ese acuerdo, por abajo, tiene favores escondidos..
ResponderEliminarMe tienen sin cuidado los favores y todas esas cosas. Forman parte de la política. Me preocupa que exista un acuerdo político para que todo siga igual y que ese acuerdo se fundamente en el prejuicio, en el odio y basado en un pensamiento reaccionario de sesgo conservador..
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