La
presencia predominante de integrantes del PRO coincidió con el tono del
discurso de Etchevehere. No así la participación de un ex miembro de la
dictadura, ex secretario de Agricultura de Videla.
El histórico edificio
Salón de Ventas de la Sociedad Rural Argentina es utilizado cada año, luego del
discurso del presidente de turno, para realizar un agasajo a los invitados al
Palco Oficial. Sin llamar mucho la atención, ingresó ayer por el amplio pórtico
un hombre mayor, con cierta dificultad para caminar. Como uno más, con su
amplio gamulán verde, salvo por su nombre: Jorge Horacio Zorreguieta, ex
secretario de Agricultura de la última dictadura cívico-militar. El apellido
Zorreguieta había partido de boca de uno de los asistentes al acto. Los
guardias apostados a la entrada del Salón, así como también el comisario del
predio, negaron a Página/12 la presencia del ex funcionario de la dictadura.
Pero otra persona lo confirmó.
–Biolcati, ¿estuvo Zorreguieta? –preguntó este diario.
–Sí, estuvo.
El ex integrante de la dictadura, padre de la reina
Máxima de Holanda, también fue directivo de la SRA y padre político de Eduardo
de Zavalía, presidente de la entidad en el momento en que el menemismo les
“vendió el predio”, en 1991. Tras confirmar su presencia, Biolcati siguió su
marcha hacia el agasajo. Antes, tuvo un breve diálogo con algunos asistentes
del público. “Te extrañamos, Hugo”, le dijeron. “Bueno, seguro que hoy no
tanto. Estuvo bien hoy, fue duro”, respondió, en alusión al discurso del actual
presidente de la entidad, Luis Miguel Etchevehere.
Detrás de Zorreguieta ingresó al codiciado Salón
(algo así como el círculo rojo del ruralismo) Gerónimo “Momo” Venegas, titular
de la Uatre, quien se mueve por la Sociedad Rural como uno más. El Momo es convocante.
Se saluda y abraza con todos. “¿Por qué no organizamos un almuerzo?”, preguntó
el dirigente gremial que hoy trabaja para Mauricio Macri. Sus interlocutores y
futuros comensales eran el abogado Alejandro Fargossi y el fiscal de la Ciudad
de Buenos Aires, Ricardo Sáenz. “Sí, arreglemos”, fue la respuesta de ambos.
Cerca de ellos también estaba Máximo Fonrouge, del Colegio de Abogados de la
calle Montevideo, públicamente en contra de las detenciones a los militares
acusados de crímenes de lesa humanidad.
Antes de que el Momo rumbeara para su stand dentro
de la SRA, llamado La Matera, Página/12 intentó hablar con él.
–Etchevehere dijo en su discurso que no todos los
que ganan plata son explotadores. ¿Pudo preguntarle por los peones rurales
encontrados en condiciones de extremísima precariedad en su campo La Hoyita?
–Sí, claro que le pregunté. Me dijo que tenía todos
los papeles y que eran montaraces.
–Como representante gremial de los trabajadores
rurales, ¿tiene algo para decir sobre la denuncia por trata laboral contra
Ramón Puerta?
–Puerta es un negrero –respondió, contundente–.
Pero el problema acá es que en el campo no quieren trabajar por los planes. Yo
le dije a la Presidenta que agregue un artículo en la ley para que no les
saquen los planes a los trabajadores.
–Si el trabajador está en blanco, recibe asignación
familiar. Si está en interzafra, el Renatea le cubre parte del salario. Y si
no, sigue con la asignación universal –retrucó este diario.
–Este gobierno genera explotación con su política.
El Renatre funcionaba hasta que me lo sacaron.
El Momo no respondió calmo, todo lo contrario.
Acentuó cada palabra con pequeños golpes que salían de su dedo índice,
moviéndose a rabiar.
Todo el discurso de Etchevehere fue organizado como
preludio para el saludo final de Mauricio Macri. El presidente de la SRA fue
“populista” en territorio propio. El público lo aplaudió cada vez que mencionó
las palabras autoritarismo, populismo (en este caso para aludir al gobierno
nacional), sed de poder, seguridad, justicia, narcotráfico, corrupción. Frases
cortas, con palabras efectistas. El público aplaudía más que en otras
ediciones. Macri, ubicado como es habitual detrás de Etchevehere, disfrutaba.
Hasta podía verse la comisura de su boca esbozando una especie de sonrisa.
El presidente de la SRA finalizó su discurso
apelando a que los productores vuelvan a salir a la ruta el próximo 5 de
agosto. Al primero que abrazó luego de concluir fue a Macri. Después al Momo.
Como acto final, Etchevehere posó junto a Rubén Ferrero, presidente de CRA, y
Egidio Mailland, titular de Coninagro. El dirigente de la SRA sostuvo que esa
era la foto de la unidad. ¿O todo lo contrario? En ningún momento mencionó nada
sobre la ausencia de la conducción de la Federación Agraria. En realidad, se pareció
más a la foto de la ex Mesa de Enlace. Quien sí estuvo fue Eduardo Buzzi, ex
presidente de FAA, y Julio Currás, ex vicepresidente de la misma entidad.
La concurrencia de la dirigencia del PRO fue
amplia. Estuvo Horacio Rodríguez Larreta, su vice electo, Diego Santilli; la
compañera de fórmula de Macri, Gabriela Michetti; Alfredo De Angeli, Laura
Alonso, Pablo Tonelli y Patricia Bullrich.
Antes de que comenzara el desfile de los
“campeones”, desde una tribuna se escuchó: “¡Vamos Macri!” Y no tardó en escucharse
“se siente, se siente, Macri presidente”. La escena final del discurso
elaborado por Etchevehere salió redondita. Macri se paró, saludó y fue
ovacionado. Casi como un acto de cierre pre PASO, en esta oportunidad no en un
local partidario, sino en la tradicional pista de la Sociedad Rural.
¿Eso que los okupas no estaban en un local partidario es una broma,no?
ResponderEliminarSin admirar a Franco, Macri es el apellido de un laburante, con sus mas y muchos menos, en cambio el apellido que lo pinta como corresponde es Blanco Villegas, de los que se repartieron la PBA aún antes de la campaña de Roca mediante los bonos que la financiaron impulsada por el gobierno de Avellaneda, porque en todo caso Roca con sus muchos mas y algunos menos, solo era el comandante del ejército y jefe de la expedición, en un momento en que la élites despreciaban todos lo que no pertenecían a ella.
Pero volviendo al tema, los Blanco Villegas de pagos cercanos a los tuyos Gustavo, como Isidoro Cañones dilapidaron su fortuna, tanto que que la madre del mejor exponente, de Isidoro digo, se casó con Franco en busca de efectivo, que parece haber sido la razón del presunto secuestro del botarate y su posterior denuncia de incapacidad contra Franco.
Nunca menos y abrazos