“EL 18F FUE UNA MARCHA CIUDADANA, ESTA ES UNA MARCHA MILITANTE”… dijo la Piba, bien temprano y sin resaca a la vista…


...dejate de boludear y bajá las jubilaciones, 
sino lo voy a tener que hacer yo cuando Macri sea gobierno...




De este modo y bien temprano la Diputada Patricia Bullrich definía desde los medios su percepción con relación a las manifestaciones populares callejeras y esa suerte de divisoria de aguas que existe entre la sospechosa impureza política de unas y la cristalina asepsia no política de otras. Vaya paradoja, quién así lo afirma es un cuadro político que ha hecho un culto y un oficio de la militancia mutando tantas veces de partido como de modelos de calzones.
Nadie duda que lo de ayer se trató de una muestra de adhesión militante, encuentro multitudinario de ciudadanos que consideran al gobierno nacional como un colectivo merecedor de gratitud y apoyo.
Eso está claro, merece respeto y volumen analítico. Incluso debería encuadrarse de manera superadora al que marca el sentido común medio pelo. Exponer el cuerpo, tal vez con las naturales incomodidades callejeras, con alegría, participando en algún caso con la propia familia de una fiesta popular a favor de un proyecto político resultan incisos insoslayables incluso para aquellos que consideran a la democracia como un abuso de la estadísticas. Una manifestación militante es una manifestación de ciudadanos comprometidos con un proyecto político, enamorados de una forma de decir y hacer política que considera a esta como la única forma ciudadana que tenemos en democracia para dirimir nuestras diferencias. La Política y la Democracia conforman un matrimonio que en ocasiones y por responsabilidad de la insidia de terceros soporta cortocircuitos terminales. No hay posibilidad de que la política se desarrolle plenamente si no lo hace dentro del sistema democrático, como resulta imposible que la democracia sea efectiva y completa sin la participación determinante de la política. De manera que menoscabar la intención política del ciudadano so pretexto de cierta pureza caminante lo observo con una siniestra manera de conspirar contra ambas. En las dictaduras no hay políticas, sólo se ejecutan antojos y caprichos mediante edictos, decretos y ordenanzas. Al no haber debate no existe el oxígeno que necesita la política para poder sobrevivir y enriquecerse, porque aun existiendo hegemonías coyunturales la posibilidad de cambiar siempre es resorte de la ciudadanía.
La marcha del 18F también fue una marcha militante y ciudadana pero motivada por otras razones políticas. Y lamentablemente para Bullrich mientras existan razones políticas las manifestaciones nunca podrán contar con esa asepsia transparente que ella dictatorialmente pretende instalar como signo de pureza. Ambos concurrentes militan, pero por distintas razones políticas. De parte de la diputada me parece un agravio gratuito para los que asistieron al 18 F percibirlos como sujetos no políticos, “libres de infecciones”, sin ideas ni propuestas ni proyectos, ausentes de compromiso, acaso llevados de las narices.
Y el discurso de Cristina fue en sintonía con ella y con esa masa ciudadana, y el discurso de Macri en la Legislatura Porteña también fue en sintonía con él y con esa otra masa ciudadana que mayoritariamente copó y marchó el 18F. El análisis que debemos hacer como ciudadanos es saber leer y comprender cuánto tiempo, con qué términos, con qué claridad conceptual y con qué profundidad política cada uno de ellos se dirige a nosotros.  
Al retirarse del Congreso el candidato Massa, en línea con Macri, también criticó a la Presidenta por la extensión del discurso de apertura de la sesiones 2015, asegurando que los suyos, en caso de ser elegido, no superarían los treinta minutos. La valoración del tiempo por sobre la temática y el interés público. El militante de este hombre sabe que haga lo que haga, gobierne como gobierne, no le va a dedicar más de media hora porque así lo dispuso su real saber un entender temporal. Una suerte de video clip, una suerte de Tajai institucional..



Comentarios

  1. Esta mujer como su par Laura Alonso es empleada de enclaves allegados a las Emabajadas (y justamente de una de ellas habló y puso el dedo en la llaga Cristina en su discurso de ayer), llámese ONG´s o sitios propagandísticos para la agitación y la desestabilización, clara y concreta. Algo que aquí intentan por el camino del golpe blando y en Venezuela del duro. Sus vidas están condicionadas de tal forma y su conciencias acabadas.

    ResponderEliminar
  2. Hay una diferencia biológica entre ambas marchas.
    Los que marchamos ayer podemos hacerlo durante 10, 20, 30 y hasta 40 años más.
    Los que marcharon el 18 no tienen mucho más que 5 años de marcha asegurada.
    Y eso más allá de la humorada, es una realidad contundente.

    ResponderEliminar
  3. Lo de siempre: el clásico argumento de restar legitimidad a los que piensan distinto... flaco favor le hace Doña Bullrich a sus posturas políticas...pero yo soy menos amable que Dolina, y sospecho que si los cultores del neoliberalismo abierto al mundo-je-se defienden con descalificaciones y no con argumentos, es porque los argumentos con los que cuentan fueron falsados (popperianamente) una y otra vez en diferentes lugares y tiempos,incluso en nuestro país, y no se sostienen...

    ResponderEliminar
  4. Esta Sra foteo con zorzano y vidal ? a la mierda estamos en problemas

    ResponderEliminar

Publicar un comentario