La Iglesia advierte sobre intenciones destituyentes… Y VAYA QUE LA IGLESIA COMO INSTITUCIÓN POLÍTICA SABE DEL ASUNTO..
Con el objeto de presentar las nuevas autoridades, en diciembre la
Comisión Ejecutiva del Episcopado realizó una visita protocolar a la presidente
de la Nación, Cristina Fernández; encuentro en el que expresaron su apoyo a las
instituciones democráticas.
Ante los acontecimientos acaecidos en torno a la muerte del fiscal
Nisman, y probablemente a instancias del Papa Francisco, la Comisión Ejecutiva
dio a conocer un comunicado en el que alienta a “mantener serenidad y cautela
en los juicios” y la “firmeza y perseverancia en la búsqueda de la verdad”.
Según consignó Tiempo Argetnino, hace hincapié también en la necesidad de
“superar las sombras de impunidad que dañan la salud de la democracia” y
manifiesta que “como Nación soberana necesitamos estar a la altura de las
exigencias judiciales e institucionales, para que este doloroso acontecimiento
sea esclarecido”, dado que –declaran– “la verdad es la única base de la
justicia”.
Conociendo el lenguaje diplomático que suele
utilizar la jerarquía católica en estas ocasiones, podemos afirmar que este comunicado
episcopal muestra claros signos de preocupación frente a actitudes
destituyentes que se vieron en algunos sectores periodísticos y en algunos
grupos minoritarios que se volcaron a la plaza a reclamar la renuncia de la
presidenta y generaron desmanes y un clima de violencia que podía haber
escalado si desde el gobierno no hubiese primado la prudencia. También es una
invitación a no sacar conclusiones apresuradas y dejar que la investigación de
la justicia sea la encargada de dar su veredicto sobre la verdad de los hechos.
La invitación final “a intensificar la Oración por
la Patria” y “a permanecer unidos en la plegaria”, es amplia, va dirigida a
“todas las comunidades” católicas pero se hace extensiva “a los hermanos de
otras confesiones cristianas y otros credos”, mostrando con esto la magnitud de
la preocupación de los obispos.
Los curas se preguntan “si la jueza Fabiana
Palmaghini, a cargo de la causa por la muerte del fiscal Nisman no debería
excusarse de tomar la causa”.
También los Curas en la Opción por los Pobres
tuvieron su expresión pública, pero en este caso, y como es la costumbre de
este sector de clérigos, su lenguaje es directo y sin eufemismos. Los curas
alertan sobre algunos medios de comunicación que en sus titulares o en el modo
de tratar la información en muchos casos buscan generar preocupación y son
tendenciosos, ya que “se dan por seguros datos que, al menos todavía, no han
sido aclarados; se insinúa y se induce a los lectores o televidentes a sacar
conclusiones sin elementos de juicio suficientes”.
Coinciden con los obispos en “reafirmar la
legitimidad de nuestras instituciones” y en sostener la democracia alcanzada
cuando afirman que “tenemos una democracia y dentro de ella deben resolverse
los conflictos que se presentan”. Pero van más allá que los obispos cuando
concluyen que defender la democracia es defender el gobierno elegido por el
pueblo. Por eso afirman: “No queremos que gobiernen ni las corporaciones
multinacionales, ni los medios, ni los mercados, ni las embajadas de otros
países, ni los servicios de inteligencia. Queremos y nos merecemos un gobierno
soberano surgido del voto popular.”
Los curas advierten que existen intenciones
destituyentes en muchas de las intervenciones periodísticas y en operaciones de
inteligencia internas y externas por eso llaman a todos aquellos que intentan
utilizar esta muerte para operar contra el gobierno en su provecho, a que
abandonen tamañas mezquindades y dejen trabajar en paz al poder judicial,
tantas veces sospechado.
En ese contexto, se preguntan “si la jueza Fabiana Palmaghini, a cargo de la causa por la muerte del fiscal Nisman no debería excusarse de tomar la causa para agregar mayor transparencia a una causa tan sensible en la que se pretende involucrar al gobierno nacional, ya que son conocidos sus dichos ofensivos contra la presidente de la Nación”.
El párrafo final del comunicado expresa el deseo de
estos curas en la opción preferencial por los pobres de “que este año electoral
finalice en los plazos previstos y se pueda entregar a un sucesor o sucesora
una patria viva y feliz en democracia”.
Terminan como los obispos con un llamado a la
oración, pero distinguiendo con su nombre a las tres religiones monoteístas que
están involucradas en el conflicto inicial por los atentados a la AMIA y a la
Embajada de Israel. En sus palabras: “incluyendo cristianos, judíos,
musulmanes, pidamos al Dios de la vida por la paz y la justicia.”
Fuente Infonwes
Iglesia basura, nido de pederastas y de parásitos, como le hace el caldo gordo a Cristina desde que el viejo vende humo está instalado en Roma y hace fulbito para la gilada, y sobre todo, para el gobierno. Tantos cristianos y tan pocos leones...
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