DIEGO BOSSIO: SOY PARTIDARIO DE UNA BANCA NACIONAL CON PARTICIPACIÓN PÚBLICA.. vamos a darle una vuelta de rosca más al concepto que soslayó Diego Bossio en DDD...






Por qué se necesita una banca pública


por Vicenç Navarro para Diario Público de España Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra



Banca pública es aquella que es propiedad de una autoridad pública, lo cual no quiere decir que esta autoridad tenga el 100% de la propiedad de la banca, sino que tenga aquel porcentaje que le permita el control de tal institución. La gran mayoría de países del mundo tienen sistemas bancarios predominantemente públicos, siendo Alemania uno de los países de la UE-15 que tiene un sistema bancario público más extenso. En este país hay una red pública bancaria que consiste en 11 bancos regionales, Landesbanken, cada uno de los cuales está conectado a miles de cajas de ahorro de propiedad municipal. Según consta en su reglamento, tienen como objetivo servir a los intereses públicos en lugar de optimizar los beneficios privados. Esta red juega un papel clave y central en el desarrollo económico alemán. Si a esta red le sumamos los bancos hipotecarios públicos, resulta que la mayoría de los activos bancarios en Alemania son públicos. Existen también las cooperativas de crédito, que son públicas sin ser estatales (centrales, regionales o municipales), las cuales desempeñan también una función social. Todas estas redes e instituciones de carácter público son fundamentales para explicar el éxito industrial alemán, basado en la oferta de crédito a las pequeñas y medianas industrias (que son el centro de la actividad industrial en aquel país), basado en el principio de que las pequeñas y medianas empresas deben tener el mismo acceso al crédito que las grandes empresas.

El caso alemán no es único. Francia es otro país con un gran sector público bancario. Y lo que también es interesante señalar es que cuando en un país de la Unión Europea la situación financiera es inestable y los ahorradores perciben el peligro de perder sus ahorros, los trasladan a la banca pública, como ha ocurrido en la mayoría de países europeos durante los momentos de crisis en los últimos años. El caso más estudiado es el ocurrido en el Reino Unido, analizando el flujo de depósitos durante la crisis bancaria, cuando se vio un flujo intenso y rápido de depósitos al Northern Rock, en aquel momento el mayor banco público británico. Una situación semejante ha ocurrido en otros países europeos.

En realidad, en momentos de crisis, históricamente los Estados han tomado el control de todo el sistema bancario, tanto público como privado, para salvar todo el sistema. El caso más masivo y conocido fue durante la Gran Depresión en los años treinta, a principios del siglo XX, en EEUU, cuando la administración del que ha sido y continúa siendo el Presidente de EEUU más popular en la historia del aquel país, el Presidente Franklin D. Roosevelt, tomó el control de todo el sistema bancario mediante la famosa ley conocida como la Emergency Banking Act de 1933. Un tanto igual ocurrió en Suecia en el año 1992, cuando el gobierno sueco nacionalizó todos los bancos insolventes por motivos de urgencia, anteponiendo los intereses comunes a los de los accionistas de tales bancos. Estas intervenciones públicas fueron mucho más eficaces como intento de reavivar el sistema bancario, que los famosos rescates bancarios que han ocurrido a los dos lados del Atlántico Norte (en EEUU y en la UE) durante la Gran Recesión, y que han representado una enorme ayuda a la banca privada sin que, con ello, haya reavivado el crédito. La banca española ha recibido unos 130.000 millones de euros (sin contar el dinero recibido por el Banco Central Europeo), sin que ello haya repercutido en facilitar el acceso al crédito.



La banca pública es mejor que la privada




Es lógico que la banca pública sea mejor que la privada, pues esta última tiene como objetivo (muy legítimo) optimizar los intereses de los banqueros y de los accionistas de la banca. Ahora bien, no puede asumirse que los intereses de los banqueros (entre los mejor retribuidos en la UE-15 en el caso de España) y accionistas sean los mismos que los de la mayoría de los ahorradores o del Estado. En muchísimas ocasiones, los intereses no solo no coinciden, sino que son contrapuestos. Por ejemplo, las actividades especulativas de la banca privada pueden ser más rentables que las inversiones en la economía productiva (donde los bienes y servicios se producen). Pero, por definición, tales actividades se basan en la existencia de riesgo. De ahí que sean más inseguras. Y pueden llevar a un desastre (como ha ocurrido en España), saliendo perjudicados los ahorradores.

Los banqueros, sin embargo, raramente salen tan perjudicados cuando ocurren estas crisis, pues tienen contratos que los protegen. Un ejemplo de ello es que las retribuciones a los banqueros hayan continuado subiendo en medio de la enorme crisis bancaria que hemos estado viendo estos últimos años. Y ahí está parte del problema. Cuando hay riesgo y las cosas van mal, es el ciudadano normal y corriente el que sale más malparado, tanto como ahorrador como persona que paga impuestos, pues los famosos rescates se hacen a base de dinero público. Por cierto, en EEUU, uno de los poquísimos Estados que no ha tenido problemas durante la Gran Recesión ha sido el Estado de North Dakota, que es el único Estado de EEUU que tiene un banco público. El PIB del Estado ha crecido, desde el año 2000, un 56%; la renta per cápita un 43%; sus salarios un 34%; y su presupuesto estatal ha tenido un superávit de 1.300 millones de dólares. Una característica de ese banco público es que todas las inversiones y préstamos los hace dentro del Estado.

Comentarios

  1. La Juventud Radical de Coronel Dorrego se encuentra en estado de alerta y movilización para defender a la banca privada de un posible e inminente atropello contra la propiedad privada y los depósitos de los ahorristas. No es hacer oposición por deporte, es defender uno de los últimos resquicios de Libertad que existen en el pais, y bajo ningún concepto vamos a permitir que el Capital se vea rehén de los delirios sovietizantes de este desgobierno ateo y materialista. Nos inmolaremos en pos de no permitir transformarnos en una nueva Corea del Norte.

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